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“Sus Clientes ñ traje de e
e famoso de Londres exige Ana antes de hacerse cortar YQueta adquieran la camisa
almidonada de última moda, para cortar ya con ella sobre el cuerpo, el “frac” que
ha de adaptarse herméticamente a las espaldas del cliente. Por cinco dólares (mo
neda americana) provee dicho sastre una camisa excelente para este propósito.
llevarlo bien. Por consiguiente, los enemigos de la elegancia son, entre otros, la plancha y el abuso del traje nuevo. Es preciso que un traje, además del corte perfecto, haya adquirido con el uso esa segunda adaptación al cuerpo de quien
TRAJES MODELADOS POR
ERIC RHODES DER,
En las sastrerías de segunda clase, donde la “ropa hecha” gana terreno día a día, la cintura sube o baja, de acuerdo con los vaivenes de la moda; los hombros y las solapas cambian de forma . . . Pero un sastre de primera clase, uno de esos árbitros de la moda londinense, que habla poco y expresa su opinión mediante reverencias y gestos displicentes, consideraría tales alteraciones como una profanación intolerable.
Para estos superhomos de la tijera, el ex-Príncipe de Gales y hoy Rey Eduardo VIII es un hombre muy bien vestido; pero el simple hecho de imitarle es un pecado contra la etiqueta y las costumbres inglesas. 0
El hombre bien vestido sabe que el hecho de ser elegante no consiste en llevar un traje costoso y perfecto, sino, en
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lo lleva, y que da a los demás la sensación de que dicho señor no está metido dentro de un traje lujoso, sino dentro de su propio traje.
En Norteamérica se abusa frecuentemente de la plancha. Llega a adquirir esta grave equivocación características de la “chabacanería.”” Un actor bien vestido nunca debe estrenar un traje en el escenario o frente a la cámara.
En opinión de los “arbiters elegantiarum' de la ciudad del Támesis, los varones mejor vestidos de la pantalla son Ronald Colman y Clive Brook. A nin, guno de los dos se le ocurriría, ni por broma, estrenar un traje en un film.
No obstante, con frecuencia los norteamericanos visten no sólo bien, sino admirablemente bien, de acuerdo con los
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