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(viene de la página 32)
ocho mil al Gobierno y quedarse con senta Y dos mil. Es decir, que es el Pryjerno el que recibe la mayor recomEon por lo que él ha progresado. ..
¡ llega a ganar trescientos mil, enMes su impuesto a la renta sube a cjento noventa y nueve mil, quedándose lg artista con un tercio, o sea ciento un | el sigue triunfando, recibe medio miSión al año y entonces paga al Gobierno más o MEnos trescientos cincuenta mil, Egelándose con ciento cincuenta silo: Y y iunfo fantástico le reproduce un ción de dólares al año, entonces recibe
doscientos cincuenta mil, mientras los impuestos a la renta le llevan setecientos inonenta mil, o sea tres cuartas partes
delo que gana. de modo, lector, que no todo lo que
lar encima. Papá Gobierno los vigila, somo esos padres que no quieren que sus hijos se coman todos los dulces que les lan regalado, para que no se indigesten. 'tiene razón. Con ese dinero de los imestos, Estados Unidos ofrece a los que “viven aquí una existencia agradable, fácil ymoderna. Y con lo que astros y estrelis reciben les alcanza, de sobra, para hacer la mar de tonterías y echar la sa por la ventana. Además de que, a la postre, se lo gastan todo, con pocas excepciones y mientras menos se haya malgastado, menos razón hay para lamen1a15e,
lA GARBO HABLA
Así como suena. Porque en los últimos alos, con MUY pocas excepciones, no se la labía oído hablar. ¿Y sus películas?, preguntará el lector. Es que en sus pelí.clas no habla ella: repite lo que escribió tl ialoguista. A la verdadera Garbo no ll han oído hablar sino sus dos o tres ¿migos íntimos, sus directores y los tratoyistas en el set, cuando cuenta algo o llegunta o comenta la escena a filmarse. ES ro poco, si yo fuera aficiokn os números diría que en los úle seis años el setenta y cinco por nto de lo que ha dicho la Garbo ha sido escrito por otros.
Do ha hablado ella misma y ha
y A No deja el hecho de ser
oa 18no de mencionarse. Porque,
Garbo o razón había para que la
TA personalmente, una mujer
ñ A sente y amena? Tiene
a pea espléndida y exótica,
dle Podría de e que, en más casos de los
ii esearse, la belleza femenina oa o con una vaciedad ence
X creado A escalofríos. Eso es lo que
e o de que “la suerte de
arar a la desea.” Los hombres butren le brimero de las bonitas, se la lll y poo de la belleza, sino de ea con o uscan para esposa a una la Garbo o Quedamos, pues, en que
Cerebralm a ser interesantísima, pero | A o insignificante.
' silencio 0 es, a pesar de sus años de POCO, Ya mejor, como ha hablado Mliendo Ñuo almacenando ideas, frases, h literatura erebro como esos talentos de
—Merlor qe po? Pintura que emanan del
Onvento 48 austeras paredes de un
: Orque la Garbo es, sobre poco
Por Martínez
ROSALIND MARQUIS POSA ANTE LA CAMARA, EN UNA DE LAS ULTIMAS CREACIONES DE TRAJES DE BAÑO, QUE REVELA UN CUERPO DIGNO DE SU SIMPATICA PERSONALIDAD.
más o menos, la primera monja seglar que se hace famosa, la ermitaña de Hollywood.
Una periodista norteamericana la ha entrevistado. En los Estados Unidos, la mujer se ha establecido como repórter con mucho éxito. Donde un hombre no puede entrar, una mujer entra siempre. Y eso es lo que un repórter necesita: saber meterse a todas partes. A la salida, puede decir lo que quiera y hay que creerle, porque ha estado allí.
Eso es lo que ha ocurrido con esa dama repórter. Greta Garbo llegó a Nueva York y recibió a la prensa, en masa. Posó, sonrió, contestó preguntas vulgares. ¿Que tal el viaje? ¿Muy cansada? ¿Va a Hollywood a filmar en seguida? ¿Se retira de la pantalla? Contestó más con sonrisas que con frases y usó monosílabos para arriba y para abajo. Desapareció, tomó el tren para Hollywood y terminaron las pseudoentrevistas.
La repórter tomó el mismo tren. Esperó dos días, con la secreta ambición de “toparse” con la Garbo en un corredor. Llegó por fin la ocasión. Le dirigió la palabra. La Garbo sonrió.
——Perdóneme—-le dijo—-pero estoy muy ocupada.
Y allí comenzó y terminó la primera entrevista.
La repórter advirtió que la Garbo era amable para sonreir y que no tenía cara de malas pulgas. Y se atrevió a lo definitivo. Golpeó a la puerta de su compartimento.
La Garbo, en cuerpo y alma, abrió— que es como golpear en el cielo y que salga San Gabriel a darnos la bienvenida.
(va a la página 64)
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