We use Optical Character Recognition (OCR) during our scanning and processing workflow to make the content of each page searchable. You can view the automatically generated text below as well as copy and paste individual pieces of text to quote in your own work.
Text recognition is never 100% accurate. Many parts of the scanned page may not be reflected in the OCR text output, including: images, page layout, certain fonts or handwriting.
gan tan rapidamente inservibles para los roles de galanes que reclaman juventud y sacrifican el arte. Isabel Jewell se está haciendo tan indispensable como Edward Everett Horton, aunque sus interpretaciones sean tan opuestas. En cuanto a Margo, en su pequeña e interesante actuación: magnífica, demostrando que Hollywood paga el talento cuando no existe mucha belleza; y Jane Wyatt, a pesar de todo, pasa inadvertida.
En realidad “HORIZONTES PERDIDOS” es una cinta para todos; tanto para el público grueso, que sólo ve la parte espectacular, como para el otro, aquél cuya mente ve el simbolismo en las intensas reacciones de los personajes y siente la transgresión moral de aquellas sombras animadas, escuchando complacido las palabras del padre Perrault.
No escatimo, pues, mis elogios para esta película tan buena como sólo Hollywood pudo producirla, ya que pese a la vieja Europa, gana California.
Sergio Magaña
LA OBLIGACION DE ASESINAR Tacubaya, D. F., México
Se acaba de estrenar la nueva cinta nacional que da título a estas líneas. Se trata de una comedia policial, bien realizada, pues aparte de su excelente fotografía, sonido y continuidad, posee una música descriptiva muy original.
Los sets están muy bien. La dirección supo imprimirle un ritmo muy cinematográfico a la acción; en fin, un género nuevo en nuestra pantalla.
Figúrense trece sospechosos. Todo sucede en una noche y en un mismo lugar — ni un solo exterior. Pero lejos de ser cansada resulta un film muy divertido. El asunto gira en torno de un criminal que se ve en la obligación de seguir asesinando para no ser descubierto.
Antonio Helú se anotó un triunfo en la parte técnica, no así en la artística. El Chato Ortín y Martínez Casado cumplen con su acostumbrada habilidad. Pero Alicia Ortiz, y la señorita que tiene a su cargo el “role” de recién casada se limitan a enseñarnos sus piernas bonitas y a lucir su poco talento. No sólo están bobas, sino que rayan en idiotez. Creo que si el “role” estelar se le hubiera confiado a Esther Fernández, el conjunto hubiera mejorado notablemente.
Fuera de estos manchones la cinta, como ya dije, es interesante y divertida.
Jaime Valdés
MAS FELICITACIONES PARA DE FUENTES, ET AL
Valparaíso, Chile
Sin lugar a objeciones, la película mejicana “Allá en el Rancho Grande” ha constituído en nuestro país el mayor éxito cinematográfico desde que se inició el cine parlante.
En número de exhibiciones y público que atrae, sobrepasa en mucho a aquellas consideradas records de taquilla: “El Desfile del Amor”, “Del Mismo Barro” y la europea “Café Vienés”. Y esto, no olvidando que ha sido distribuida por Artistas Unidos que — al menos en nues
(va a la página 51)
mAnos QUE REVELAN DISTINCION — GRACIAS A HINDS
Fíjese en sus manos — porque todos se fijan en
ellas. Aplíquese un poco de Crema Hinds y al
instante las notará más suaves, lucirán más cla
ras.... Siga usando Hinds y aunque el deporte,
la intemperie o el trabajo tiendan a dañar
sus manos, Hinds las conservará siempre sedeñas y blancas como expresión de una feminidad exquisita.
Do Nada causa. tan penosa im
presión como notar, en una mujer elegante, las manos ásperas o rojizas... . Pero use Hinds y todos admi rarán la blancura de sus manos: su suave contacto trasmitirá delicadezas de ensueño. Hinds siendo una crema líquida, se presta admirablemente para el cuidado de las manos. Basta aplicarla suavemente después de lavarlas. ¡Y para el rostro, Hinds es maravillosa !
Para la cara, cuello, escote, manos y brazos.
DE MIEL Y ALMENDRAS Ss
No acepte imitaciones O sustitutos. e Exija siempre Hinds.
Es liduida .. . ¡Penetra mejor!
EN FRASCOS DE 4 TAMANOS — ¡ECONOMICE! COMPRE LOS MAYORES