Cinelandia (September 1940)

es la esencia misma de la belleza femenina. El color desempeña un papel secundario en la elegancia viril. En la vida de la mujer es toda una ciencia sutil y evolutiva. Si nos fuera dado el don de retroceder en el tiempo nos llevaríamos más de una sorpresa desagradable. Las mujeres de la era dieciochesca, por ejemplo, abusaban audazmente del polvo blanco. Las más famosas beldades de la época nos parecerían visiones carnavalescas retocadas de un modo exagerado. Pero este delito estético no fué culpa de ellas sino de los tiempos. Madame Pompadour y Madame Du Barry, no pudieron nunca remediar el atraso de las ciencias cosméticas de su siglo. Tuvieron que buscar en el colorido delicado de las sedas, en la gracia versallesca de los grandes lazos de gasa, el auxilio necesario para realzar L A combinación seductora de los colores Tres muchachas que dominan a perfección la técnica moderna del maquillaje: Virginia Grey, actriz de la Metro (arriba) Ann Rutherford, también de MGM (centro) y Patricia Morison último descubrimiento de la Paramount. Max Factor Junior, árbitro de las ciencias cosméticas indica a Ellen Drew, del elenco Paramount, la manera de aplicar el lápiz labial. sus figuras coquetas. Y los cuadros maravillosos de Watteau y Fragonard son prueba concluyente de que utilizaron los medios a su alcance para poder obtener la deliciosa y grácil combinación de colores que hizo de ellas un símbolo inmortal del buen gusto femenino. La mujer de hoy tiene a su alcance medios poderosos para invadir los dominios del color y adquirir, como la mariposa, el sello de una feminidad que se basa en la cualidad evanescente, eternamente nueva del color. Toda mujer debe hacer un estudio cuidadoso de la influencia que tiene el color en su vida. Hay mujeres que en un día de sol son hermosas y sugerentes. Su piel aparece sonrosada. El azul de sus ojos se confunde con la transparencia del cielo. Su piel sonrosada aparece más delicada y sugerente bajo los rayos de oro del sol. Una muchacha pálida en una mañana de sol da una sensación de falta de salud, ausencia del fuego vital, angustia de flor marchita. Una muchacha pálida en un atardecer poético da una grata sensación de melancolía que despierta suavemente los instintos superiores de la imaginación. La mujer que desconoce la enorme potencialidad del colorido y su influencia en la estética de la belleza femenina, está casi irremisiblemente condenada al fracaso en el mundo del materialismo espiritualista, en el cual el amor es pasión de cuerpos y fuego de ideas. .. . Algo puro e impuro al mismo tiempo. Toda esta poética meditación ha surgido en mi cerebro después de una charla con el famoso maquillador de las estrellas, Max Factor, Jr. En su calidad de experto me habló de los colores y sus tonalidades, refiriéndose esencialmente a su aplicación a las cremas, polvos, coloretes, etc., que son las armas que blande irremisiblemente la mujer de hoy en las batallas románticas de la vida. Segun me dijo el Sr. Factor: “La asociación de colores distintos está regida por principios fundamentales. Así como en la pintura el artista estudia cuidadosamente los colores suplementarios o sea aquellos que parecen, aun poseyendo tonalidades opuestas, afiliarse mutuamente y demostrar afinidad, asi también las muchachas de hoy deben analizar cuando eligen determinado tipo de maquillaje, los colores que juntos (va a la página 34) 21