Cinelandia (February 1941)

Record Details:

Something wrong or inaccurate about this page? Let us Know!

Thanks for helping us continually improve the quality of the Lantern search engine for all of our users! We have millions of scanned pages, so user reports are incredibly helpful for us to identify places where we can improve and update the metadata.

Please describe the issue below, and click "Submit" to send your comments to our team! If you'd prefer, you can also send us an email to mhdl@commarts.wisc.edu with your comments.




We use Optical Character Recognition (OCR) during our scanning and processing workflow to make the content of each page searchable. You can view the automatically generated text below as well as copy and paste individual pieces of text to quote in your own work.

Text recognition is never 100% accurate. Many parts of the scanned page may not be reflected in the OCR text output, including: images, page layout, certain fonts or handwriting.

En torno a Richard Arlen se "empujan' numerosos extras (algunos de ellos hispanos) disputándose el privilegio de que el director descubra en ellos habilidades histriónicas de gran mérito. LAMENTACIONES DE UN EXTRA SIN PARAGUAS . . TORERO A LA FUERZA ... ulmera y Realidad de Hollywood EL EXTRA RODRIGUEZ: ¡¡Mardito zea . . . Ma le pagaban a "El Gallo" por eztoll POR ENRIQUE UHTHOFF que constituyen los extras de Holly wood, es donde mas lastimosamente se encuentran individuos a quienes la quimera se les ha trocado en dura realidad. Creyeron poder figurar en la gran farsa cinematográfica como figuras eminentes, y se quedaron en “figurantes”, y en la calle ... en la calle de Vine, tambien llamada “de las lágrimas”. Algunos son artistas nacidos, cultivados, que tropezaron con la pared maestra—lo único magistral en ciertos estudios—de productores que ayer vendian corbatas o quincalleria, y que hoy venden película a tanto la vara; esos productores que quieren normar el gusto del gran público denso, multiforme, heterogéneo, por el suyo, pequeñito y ramplón. Por aquellas aceras de Vine St. han repiqueteado los taconcitos de las lindas ilusas, que creyeron que con su cara bonita y su boca pintada en forma de corazón bastaba para eclipsar a las estrellas de abajo .. . E: el enorme grupo gregario y anónimo y aun a las de arriba, pero que, por falta de luz—la que aflora a la fea cara de Betty Davis—se quedaron eclipsadas, y continuan correteando por Vine St. De todos ellos y ellas, de los aptos malaventurados y de los ineptos desengañados, se ha nutrido el copioso ejército de los extras, que suelen pasar las de Cain... y las de Abel. Pero la mayoria del ejército de los extras (hay mas de dieciocho mil inscritos en el “Central Casting”) está constituida por gentes que le tienen un sagrado horror al trabajo; perezosos de los que nacieron cansados. como aquel a quien se preguntó: —¿Pero no le dan a usted ganas de trabajar? y que respondió .. . para evadir responsabilidades: —Sí señor . . . pero me las aguanto; o como el andaluz que reflexionaba filosóficamente: —“Mire uté si e malo y duro trabajá, que e por lo único que dan dinero” ... Y se han refugiado en el “dolce farniente” de estar horas y más horas, mano sobre mano, repanti gados por los rincones de los “sets”, aguardando la llamada tardía para aparecer en conjuntos borrosos, de fondo (la fotografia cinematográfica no ha alcanzado aun claridad suficiente en los términos posteriores de grupos vivos, cuando hay personajes en los primeros términos), o para atravesar una calle— transeuntes fortuitos—o para hacer las veces de señorones del gran mundo en salones y cabarets de lujo. Y como excepción en la regla del andaluz, por esto les dan un poco de dinero: siete dólares por jornada. Blanda existencia de modorra, bostezo y desperezo, pero a veces se les complican las cosas, que no todo es vida y dulzura, demasiado almibarada de molicie, durante las filmaciones; pero a veces se les pone la criada respondona; la criada, que en este caso es el ama. Veamos: Me encontré a mi amigo el extra en Hollywood Boulevard, por donde vagaba, ondulante y tardo, cual de costumbre, atisbando al traves (va a la página 44) 35