Cinelandia (October 1941)

LA LEY DEL (Viene de la pág. 18) medio borracho y leía en voz alta — probable' mente por centésima vez — un arrugado tele: grama. “No puedo decidirme a abandonar mi mundo y mis amigos” decía la corta misiva. Ápesar de la magnitud de sus propios problemas, Joan no podía evitar el admirar y compadecer las torturadas facciones del joven forastero, víctima de una aventura sentimental sin remedio. . . La llegada de un muchacho que se dirigió al joven interrumpió sus meditaciones. NUEVA CREMA DESODORANTE CORTA LA TRANSPIRACIÓN AXILAR SIN DANAR 1. No quema los tejidos, no irrita la piel. 2. No hay necesidad de esperar que se seque. Puede ser usada inmediatamente después —Todo está arreglado, jefe. Gardenias, orquídeas, una orquesta para ir a recibir el barco ... ¡y hasta una luna artificial! De pronto se interrupmió al ver la expresión de la cara de su amo. —Déjame solo, Pepo — dijo éste — ¿No ves que me estoy emborrachando? Regálale la luna a alguien que la necesite. . . . Los ojos del muchacho reflejaron una profunda compasión. —No importa, jefe, no se apesadumbre. Encontrará Vd. otras mejores que la que se quedó 1 AS El forastero volvió a sumergirse en la tarea de consumir nuevos vasos de whiskey. Fue entonces cuando Joan, sin poder contenerse, intervino: —No sea tonto, amigo, y deje de beber — le dijo con cierta violencia — ¿No ve que en este juego hasta el ganador sale perdiendo ? Una hora más tarde, el forastero había repetido por tercera vez a Joan la historia de su vida: “Mi nombre es Jim Conway. He estado trabajando en la King Rubber Company por tres años, y he logrado descubrir un nuevo proceso para endurecer la goma. Yo creí que Laura estaría orgullosa de mí. Y veo, por el contrario, que ahora se niega a casarse conmigo. ¿Por qué? ¿Por qué?” Jim estaba ahora completamente borracho, y Joan hizo un movimiento como para marcharse. Pero Jim lo advirtió. —i¡No se vaya! ¡No se vaya! — repitió varias veces — Quiero estar con Vd. Me gusta hablar con Vd. Dígame ahora: ¿Por qué no querrá Laura casarse conmigo? ¿Por qué? Jim la miró, de pronto, fijamente. —Mire, tengo una idea — dijo — ¿Por qué no se casa Vd. conmigo? —Veo que está Vd. más borracho de lo que me figuraba — replicó Joan indignada. Y no pudo añadir más porque Jim se había quedado dormido a fuerza de alcohol. Joan nunca logró explicarse que impulso la condujo a llevar al forastero a su cuarto con la ayuda de los camareros del restaurant. Tras despojarle de sus zapatos y aflojar el cuello de su camisa, lo tendió en la cama y apagó la luz. Luego registró sus bolsillos hasta que halló su cartera. “Estará a mejor recaudo conmigo” pensó mientras se la guardaba. Al día siguiente, cuando Joan preguntó por Jim con la intención de devolverle su cartera, se enteró con el susto consiguiente de que éste se había marchado por la mañana para embarcarse. Joan se disponía a salir precipitadamente en busca del fugitivo, cuando oyó a su lado una voz que le heló la sangre en las venas. —¿C:mo está Vd., Miss Madison? Mi nombre es Maguire, de la policía de Jersey City. Tiene Vd. diez minutos para prepararse y seguirme. Espero que me ahorrará Vd. la molestia de tener que detenerla a la fuerza. Joan se resignó a lo inevitable, mientras pensaba melancólicamente que Jim ya no recobra de afeitarse. 3. Instantáneamente corta la transpiración. Su efecto dura de uno a tres días. Desodoriza el sudor, mantiene las axilas secas. 4. Es una crema pura, blanca, sin grasa, que no mancha y desaparece íntegra en la piel. ECONOMICA Un poquito de Arrid rinde muchísimo — por eso es que el pote grande dura tanto 5. La Crema Desodorante Arrid ha recibido los sellos de Institutos Internacionales de Lavandería, por ser inofensiva paralostejidos. Se han vendido ya 25 millones de potes de Arrid. ¡Pruébela hoy mismo! ARRID tiempo. CARTER PRODUCTS INC., 53 Park Place, Nueva York, E. U. A. DESPIERTE LA BILIS DE SU HIGADO... . pe o Sin usar calomel yl —y saltara de su cama sintiendose “como un cañon” Su hígado debe derramar todos los días en su estómago un litro de jugo biliar. Si ese jugo biliar no corre libremente no se digieren los alimentos. Se pudren en el vientre. Los gases hinchan el estómago. Se pone usted estreñido. Se siente todo envenenado, amargado y deprimido. La vida es un martirio. Una mera evacuación del vientre no tocará la causa. Nada hay mejor que las famosas Pildoritas Carters para :el Hígado para acción segura. Hacen correr libremente ese litro de jugo biliar y se siente usted “como un cañón”. No hacen daño, son suaves y sin embargo, son maravillosas para. que el jugo biliar corra libremente. Pida las Pildoritas CARTHERS para el Hígado por su nombre. Rehuse todas las demás. ría su dinero. Al llegar a la orilla del río, vio como al lado del trasatlántico que debía retornarla a los Estados Unidos se hallaba un pequeño barco de río apunto de levar el ancla. Era el barco de Jim, que debía llevarle de regreso a su plantación. Joan reflexionó que en Norteamérica le esperaba la cárcel y que en el pequeño barco se hallaba el legítimo propietario de la cartera que aún conservaba en su poder. De pronto, Joan se puso a sollozar en los brazos del polizonte. Un transeunte le preguntó en portugués qué le pasaba. —¡Este hombre — gritó ella — que me lleva contra mi voluntad adonde yo no quiero ir! Joan no había confiado en vano en la galan (Pasa a la pág. 49) Kleenex cuando vayan a la escuela—úselo como pañuelos para naricitas sucias, para limpiar deditos pegajosos. Déles Sólo Kleenex ofrece la caja que “evita desperdicio.” Tome uno y el otro queda listo. En colores bonitos y alegres: Blanco, Verde, Durazno, Lila 47