Cinelandia (July 1942)

E Vendrás conmigo y reanudaremos nues tra vida de familia... —No, Marjorie—interrumpió Mac— ¿No comprendes que si hiciéramos lo que propones nuestros hijos saldrían perjudicados? ¿Qué porvenir puedo yo ofrecerles? Pobre, olvidado, y empezando una nueva carrera a los cincuenta años . . . Es imposible, Marjorie. Cásate con Phillips y dales la oportunidad que merecen. Yo me marcharé dentro de unos días .... —¿Es esta tu última decisión, Mac? ¿No podríamos iniciar una nueva vida juntos? —No, Marjorie, es mejor así... Marjorie regresó a su casa y explicó a Phillips lo que había pasado, aún no del todo decidida a seguir los consejos de su marido. Phillips insistió, sin embargo, en casarse aquella misma noche, y Marjorie, acosada por todos lados, accedió. Entretanto, Vicky había ido al pabellón de Mac para ensayar su canción. El ex-preso estaba ausente en aquel momento, y la muchacha, mientras esperaba que regresara, se entretuvo curioseando por el cuarto. De pronto, unos viejos recortes de periódico cayeron al suelo. Vicky, sorprendida, los leyó ... ¡dándose cuenta de que El Profesor no era otro. que el padre a quien ella creía muerto! En aquel momento entró Mac. —¡Padre!—exclamó la chiquilla abrazándole—Estás aquí ...¡te he creído muerto por tanto tiempo!... Ahora vendrás conmigo y con mamá, ¿no es cierto? Viviremos juntos y tú me enseñarás a cantar... —No, hija mís, no debo estorbar la felicidad de tu madre. No puedo permanecer con vosotros, porque vengo de un mundo muy distinto al vuestro . ... Esta noche me ire en el vapor de San Diego. : Vicky se marchó llorando. Al llegar a su casa, Booley, que según su costumbre había estado escuchando la conversación de Marjorie y Phillips, se apresuró a informarla de que ambos habían convenido en casarse aquella misma noche. Vicky, en plena desesperación, empezó a hacer su maleta, decidida a reunirse con su padre a toda costa. Aquella noche, Martín tenía una cita con Lolita en un cabaret de la ciudad. Frank, que les vio juntos y estaba borracho, insultó a Martín, y sacando un cuchillo, se dispuso a tomar venganza. En su camino al vapor de San Diego, Mac, que pasaba frente al cabaret, oyó los gritos de Lolita y entró en el establecimiento, a tiempo de ayudar a su hijo a dominar a Frank. La pelea, sin embargo, duró lo suficiente para hacerle perder el barco. Entretanto, Vicky había ido al muelle, y tomando el bote a motor de su hermano, se dirigió a alta mar, con el propósito de alcanzar el barco donde ella creía que su padre estaba. Mar 9 jorie y Phillips, al llegar a casa, fueron _Informados por Booley de que Vicky se había marchado con una maleta. Ante ello, ambos decidieron renunciar temporalmente a su viaje para buscar a la muchacha. En el puerto, Mac, Martín y Borelli acababan de saber que Vicky se había ido con el bote del segundo, dirigiéndose hacia las peligrosas rompientes que cerraban la boca de la bahía. Inmediatamente salieron los tres en el bote de pesca de Borelli. Cuando ya casi habían alcanzado a la muchacha, un golpe de mar hizo dar la vuelta al bote de ésta, y Vicky fué precipitada al agua. Mac se lanzó enseguida al mar para salvarla. En aquel momento llegó un guardacostas para ayudarles, pero Mac y la niña habían desaparecido en la obscuridad. Martín, entonces, se echó al agua a su vez, guiando al guardacostas hacia donde se hallaban su padre y su hermana. Al regresar a Santa Rita, toda la familia, incluso Martín, suplicó a Mac que se quedara con ellos, y al convencerse de que Marjorie aún le quería, el ex-preso no pudo resistirse más. Y cuando Blackie llegó para anunciarle que tras su concierto en el campamento una emisora de radio deseaba contratar la banda — con Mac a su cabeza — éste comprendió que su porvenir estaba hecho y que la Providencia le recompensaba por sus sufrimientos. Así fué como la familia Scott se reunió de nuevo en plena felicidad. Juntos en la casa, Marjorie y Mac escuchaban a los muchachos de la orquesta de Blackie tocando “Siempre en mi corazón”, mientras Vicky, apoyando la cabeza en el hombro de su padre, cantaba la melodiosa canción con su voz Clara y flexible de futura estrella desopera a. El último refugio... (Viene de la pág. 13) nitarios, a los que sinceramente hablando llamaremos: caridad. Todavía está recibiendo el pueblo de San Miguel de Allende los beneficios del acendrado cariño de Mojica para los pobres, con la restauración y dotación de modernos instrumentos de cirugía que hizo al hospital de aquella ciudad. Los pintores reciben atinada dirección en la Escuela de Bellas Artes que por su iniciativa se abrió en San Miguel y adonde asisten buen número Agonía Asmática No se fíe Vd. de inhalaciones, pulverizaciones e inyecciones si sufre de los terribles ataques recurrentes de asma, que provocan ahogos, respiración difícil y jadeos. Millares de pacientes han hallado que la primera dosis de Mendaco detiene los espasmos asmáticos y ablanda las. espesas mucosidades que les ahogan, facilitando así la respiración y proporcionando un sueño tranquilo. Adquiera Mendaeo en tabletas insípidas en cualquier farmacia. Se devolverá su importe si no queda Vd. satisfecho con sus resultados. de alumnos a los anuales cursos de verano. Y tal vez más de algún desconocido e ignorado “rancherito” de las cercanías de San Miguel, a la fecha no sepa que su instructor en la Doctrina Católica, que recibió bajo los corredores del convento de San Francisco, fué un hombre que se habló de tú con la fama y la fortuna; pero que ya entonces era solamente para ellos el hermano José Francisco. i Todo eso y mucho más fué lo que hizo Mojica por sus semejantes. Y ahora nos preguntaremos: ¿Qué fué lo que hizo para él? ze ¡Ah! Es que en un ambiente como. el de San Miguel de Allende pueden hacerse muchas cosas. grandes ciudades, ahí no se encuentran calles tumultuosas, ni centros nocturnos, ni residencias lujosas; mas en cambio se saborea la amplitud del horizonte, el silencio que nos habla y la calma del espíritu. Cada vetusta casona, cada calleja dormida, nos hablan de un pasado que fué de gloria y esplendor. Ahí bajo la mirada altiva de la hermosa torre gótica de la iglesia parroquial, del hermoso frontis “churrigueresco” del templo de San Francisco, de la cúpula majestuosa de la Concepción, de la severa arquitectura del palacete de “tezontle” de los condes de La Canal, de los pintorescos baños de “El Chorro” y a la vera de los verdes prados del viejo parque, construyó Mojica su residencia de estilo colonial a la que llamó Granja Santa Mónica. Esta granja fué el último reducto del aguilucho que murió para el mundo y que ahora vive tan solo para su espíritu, bajo el tosco sayal del Santo de Asís. Su determinación provocó naturalmente infinidad de comentarios, amables unos, acres y malignos otros, como puede apreciarse por el siguiente: “Fué un místico, engreído, que quiso emular aparatosamente a algunos santos de la antigitedad; mas eso ya pasó de moda en estos tiempos” dijo una escritora “snob” y supercivilizada, refiriéndose al acto renunciatorio de Mojica. Mas yo me inclino por la satírica pero lógica opinión de un simpático colaborador de la revista “México al Día”, quien dijo: “Realmente Mojica fué un tonto al dejar este interesantísimo mundo de la “conga” y del “swing”, de las juventudes que se ilustran con historietas gráficas y de los políticos que entran al gobierno con una mano atrás y otra adelante y salen convertidos en millionarios al mes y medio de gloriosa y patriótica gestión”. Personalmente opino y deseo que el Hermano José Francisco haya encontrado, dentro de su monástica reclusión la paz del alma y la quietud del espíritu, que justamente merece alcanzar el (Pasá a la pág. 44) 43 Ahí se vive al margen del ruido y del bullicio de las