Cinelandia (August 1943)

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La legion blanca (de la página 27) McGregor, una encantadora mujer de más de cincuenta años, pero que en el ejercicio de su deber era inflexible.. Inmediatamente ordenó a Joan ocuparse de los niños, a Janet y a Rosemary a ir a trabajar con el cirujano filipino José García. Olivia pidió que se le encargara el cuidado de los heridos japoneses. En los momentos en que Janet estaba ayudando en una operación supo el trabajo que Olivia tenia a su cargo y comprendió inmediatamente sus terribles intenciones. Desesperadamente echo a correr y llegó junto a su compañera que estaba junto a un herido japonés resuelta a matarlo; pero antes de que Janet interviniera Olivia se echó a llorar despreciándose a sí misma: no era capaz de esa acción y se llamaba a sí misma “rata” y “miserable.” i La situación comenzo a agravarse; los ataques japoneses no descansaban ni un momento. Justamente esa noche hubo un terrible bombardeo aéreo, y el desconcierto reinó en el campo americano. Rosemary y García se echaron por tierra cuando comenzaron a estallar las primeras bombas ; ella vió aterrada, que él estaba con los ojos cerrados y creyó que había muerto; pero era el momento en que García podía descansar; el único momento, y bajo el ruido de las bombas y de la artillería antiaérea el bravo muchacho durmió por primera vez en una semana. Rosemary sintió su corazón inundado de ternura por él y le abrigó bajo su capa. ko * * Desde entonces los trajes de las nurses serán los simples overalls de trabajo; no habrá posibilidades de tomar un baño ni hacer una comida decente. Cuando John viene del frente por unas horas difícilmente Janet puede levantar su corazón. El está cambiado. Comprende que si diera rienda suelta a su corazón en estos trágicos momentos sería como traicionar a su país y trata de ser indiferente con ella. Pero esto no es posible: ¿por qué no aprovechar las pocas horas de felicidad ? y así lo hacen. El marcha poco después al frente. La tregua de descanso ha sido brevísima. Al regresar Janet al hospital encuentra todo revuelto. La evacuación de los enfermos está haciéndose y es necesario transportar todas las cosas. Hay una actividad frenética en todo el mundo; antes de ocho horas llegará el escuadrón que vendrá a demoler el edificio para, que no pueda ser aprovechado por el enemigo; Janet está agotada; ha realizado milagros en la evacuación de los niños y está ayudando ahora a Janet y a Olivia a acarrear el material médico. Mientras llevan todo al camión, los tres soldados que las protegen y manejarán el vehículo son ametrallados por los japoneses y las muchachas arrancan a refugiarse en el pabellón de cirugía. "A través de los gruesos cristales pueden ver cómo el enemigo avanza desde el fondo de la calle y cómo está quemando las casas. El terror comienza a invadirlas, sobre todo cuando una de las enfermeras cuenta los horrores que los soldados amarillos han cometido con las mujeres que toman prisioneras. Janet y Joan tratan de calmar a las mujeres, y la primera resuelve arrastrase y tratar de llegar al camión para acercarlo al sitio en que están y así escapar. Olivia comprende que la idea es casi insensata, pues el pelotón enemigo está a pocos metros de ellas. De repente una idea cruza su cerebro. Suelta su hermoso cabello sobre los hombros y entrega su medallón a Joan. —Adios, Janet, dice; gracias por todo, y ante la estupefacción de sus compañeras sale a recibir a los enemigos. —i¡Soy la única que ha quedado viva!, grita, mientras acaricia en su bolsillo una granada de mano. Los japoneses se acercan a ella con precaución. Las demás muchachas la miran ate 44 Encías blandas son motivo de alarma pueden presagiar la pér A DENTADURA ENCIAS IRRITADAS 99% m s encías dos A (2) OStr Joría notable en sólo 30 d; raspa rrea, ES obra e9a regularidad y 'onsejos. í orhan's hoy mismo, ara 2FS7 + Forban's es el único dentífrico ue contiene un astringente espe cial contra la Piorredo Limpiese la Dentadura ahora con FORHAN'S £9%4an 1.0, rradas, y justamente cuando los japoneses van a cogerla la granada estalla destruyendo al grupo de soldados, pudiendo así escapar sus compañeras. Sin embargo Janet debe luchar contra el pánico que las ha cogido, sobre todo a Joan que histéricamente se acusa de haber causado la gloriosa muerte de Olivia. Es necesario que Janet la golpee duramente para que la pobre niña recupere sus sentidos. lKCOK * Los días trascurrían sin descanso ; en medio de la falta angustiosa de noticias del continente y de la incesante actividad de los enemigos. Rosemary y José se amaban en medio de ese torbellino y, de vez en cuando, John, estacionado en un campo vecino, podía hacer escapadas para ver a Janet. Una noche, sin embargo, el rumbo de los acontecimientos pareció cambiar. Mientras Janet pedía a John por teléfono que tratara de hacer venir esa noche a “Ma” McGregor para venir a ver a su hijo al que habían traído herido, John pudo decirle que un gran convoy americano venía a auxiliarles. Ese mismo día Kansas llegó al campamento; traía junto con un grupo de soldados filipinos que contaban maravillados sus haza ñas, dos jamones y correo. Naturalmente que todos los antiguos resquemores asaltaron a Joan y su encuentro fué más una batalla campal que una amorosa entrevista; pero ambos sabían muy bien, como todo el mundo lo que había debajo de ese fuego. A “Ma” McGregor llegó esa noche con John. A penas si tuvo tiempo de ver morir a su hijo en los brazos. Y entonces sucedió lo que' parecía imposible: las duras facciones de la: mujer se deshicieron en llanto y comenzó a | gemir como una criatura. Pero esto duró un” instante. El “capitán” McGregor sabía contro=' larse: l : —Nunca pudo ver a su padre, —dijo grave= | mente, —porque él murió en acción en la otra guerra; y,—después de mirar con una infinita ternura el cuerpo de su “baby,” agregó—él también tenía un niño de pocos meses en la tierra; ése será otro que nunc; verá a su padre. 7 | Nadie se atrevió a detenerla cuando brava= | mente, con una serenidad que producía un” nudo en la garganta, se marchó de la tienda. Ml Y la dramática escena iba a tener peor“ continuación. El Coronel que acababa de! llegar contó cómo apenas un ligero número | de barcos del gran convoy había logrado llegar” a Filipinas. Dió las instrucciónes del caso, y” la evacuación hacia Corregidor se aceleró. Afortunadamente el grupo de muchachas y: soldados amigo fué asignado al mismo sitio,* lo que fué un gran consuelo. ] John, que venía con un camión de heridos fué alcanzado a su vez por un shrapnel. El” clamor de los heridos llenaba el aire y los*H rezos del capellán, entremezclados con impre-* caciones contra el fiero enemigo, podían escucharse a través del chasquido de las: ametralladoras. John fué operado, a sangre fría, sin anestesia de ninguna clase, mientras en una tienda vecina García y Rosemary” continuaban trabajando sin descanso. Al ve el rostro de agotamiento de la niña, José 1 propuso: —Tiéndete un momento a descansar. : La muchacha quiso rehusar; pero en ese' mismo instante una lluvia de balas dobló su: cuerpo que cayó por tierra. García, sin poder interrumpir la operación, miraba con ojos! aterrados su dulce cuerpo muerto en el suelo ;' pero su infinito sufrimiento debería durar sólo unos instantes: una bomba estalló junto' a la cama de operaciones matando a todo los que ahí estaban. A El terror se apoderó del campo. Era un' terror mezclado de furia, desesperación y desesperanza. Kansas juró no abandonar la” lucha: 4 —Tú te marchas, querida, dijo a Joan. Yo*| me quedaré aquí. De aquí me iré a Tokio. Ella comprendía que era inútil argúir con' él. Sabía lo obstinado que era, y su corazón sufría en pensar que él iba a ser una inútil presa de la ferocidad japonés. Bruscamente dijo a Kansas: Y li 9 pl E) —Bien. Creo que ha llegado la hora de* despedirnos. Supongo que deberemos besar-' DO e 3 El sonrió: E —¡Ah!, Ah!—rió—, ¿de manera que' estás enamorada de mí? 3 —Cierra los ojos Kansas, —repuso ella, —'f así podré atreverme a besarte. 3 Y mientras él, burlonamente, cerraba los! ojos, Joan con toda fuerza le dió un golpe con un fierro. Así fué fácil trasportarle a un bote y salvarle. 4 John había venido a decir adiós a Janet: Iba en una misión a una isla vecina para tratar de obtener quinina que faltaba en for= ma alarmante. Pero no tuvieron valor para! separarse en esa forma. “Ma” McGregor cerró los ojos ante la falta de “técnica mili= tar” y les permitió casarse al instante. a noche de bodas la pasaron en una caverna cercana. E —Volveré,—dijo John a la mañana siguie te—Volveré y quiero que nos encontremos