Cinelandia (1943)

Record Details:

Something wrong or inaccurate about this page? Let us Know!

Thanks for helping us continually improve the quality of the Lantern search engine for all of our users! We have millions of scanned pages, so user reports are incredibly helpful for us to identify places where we can improve and update the metadata.

Please describe the issue below, and click "Submit" to send your comments to our team! If you'd prefer, you can also send us an email to mhdl@commarts.wisc.edu with your comments.




We use Optical Character Recognition (OCR) during our scanning and processing workflow to make the content of each page searchable. You can view the automatically generated text below as well as copy and paste individual pieces of text to quote in your own work.

Text recognition is never 100% accurate. Many parts of the scanned page may not be reflected in the OCR text output, including: images, page layout, certain fonts or handwriting.

UN DON pe Cinelandia publicará todos los meses las tres mejores cartas recibidas con destino a esta sección. Sus autores recibirán un cheque por valor de un dólar, moneda de los Estados Unidos. Manden sus cartas a “Sección un dólar por carta”, Revista Cinelandia, 8820 Sunset Blud., Hollywood 46, California, EE. UU. Escriban su nombre y dirección en letra muy clara. No aceptaremos cartas que tengan más de doscientas palabras. “EL SEPTIMO ARTE” El noventa por ciento de los cineastas, por no decir todos ven las cintas cinematográficas, no como una representación más 0 menos semejante de los hechos reales, sino como la realidad misma. Esto lo digo, porque muchas han sido las personas, que entusiasmadas me han expresado su interés por conocer las islas hawalanas, y sentir la brisa que rumoreante corre y sacude sus bellas palmeras; y todo esta fantasía ha nacido bajo el embrujo de un film, donde aparecen las citadas islas, pobladas de encantadoras sirenas, y verdes palmeras. Es también notable esta ingenuidad de los amantes del séptimo arte, cuando de cintas de “vaqueros” se trata. Algunos de estos fanáticos llegan a considerar a sus favoritos verdaderos maestros en el arte de los puños, y hasta posibles conquistadores del cetro mundial de boxeo. Pero la cosa resulta más divertida, al tratarse de los infelices actores que hacen papeles de malhechores ante la pantalla. Estos individuos llegan a captarse el odio más profundo entre los cineastas. Hace algún tiempo leí en una revista, una crónica en la cual decía, que uno de esos “bandidos” salió de un café, y varios niños que se encontraban jugando en la acera, le cayeron a pedradas al pobre actor haciéndole emprender una veloz carrera. Esa clase de fanáticos a quienes me he referido, sólo constituye una parte de ellos; pués a la otra pertenecen los que viven soñando con ser estrellas del cine. Eh Esos sueños con ser estrellas, suelen ser producto, por lo regular, de la fama alcanzada por las hoy figuras de primera plana; creyendo sin duda alguna, que dicha fama y popularidad la han conseguido esos artistas, sin esfuerzo alguno, e ignorando las horas de arduo trabajo físico e intelectual, a que tienen que someterse, antes de alcanzar el anhelado galardón de “estrellas.” Pero en fin de cuentas, si el cine no se tomara con ese realismo y no produjera esos sueños quiméricos no hubiera llegado a ser el séptimo arte. ELio A. CHaciN R. Haticos, Callejón Varadeno No. 5 Maracaibo, Venezuela, S. A. FUERA DEL PROGRESO La industria cinematográfica ha llegado a un perfeccionamiento tal que pudiera dec:rse que ha cristalizado al más caro anhelo del espectador exigente; puesto que, admirando una técnica de exquisito arte y sintiéndonos influenciados por la naturalidad de los esforzados intérpretes, podemos reír y llorar con el desarrollo de la trama. Y es que contemplamos cuadros saturados del mas hondo sentimentalismo humano y así, nuestro corazón puede palpitar al compás de sus particulares intereses, recuerdos y esperanzas. Mas desgraciadamente todavía nos llegan a exhibir películas sin superación: episodios en los que el protagonista siempre sale ileso de los frecuentes accidentes que sufre. Y no es que queramos que forzosamente él muera; pero sí consideramos innecesario alargar a unos treinta rollos, que hacen decaer el interés público, lo que inteligentemente podría sintetizarse en un tema, que divirtiera por lo menos a los ávidos de emociones . . . lógicas. Con lo que está lejos del realismo y lo natural, no podemos conmovernos. Por ello decimos: ¡ojalá y cada cinta producida en los estudios cinematográficos sea en verdad un ejemplo del progreso allí alcanzado! ¡que —sea también, ante el público, algo que enmarcando su pensamiento y su sentir le proporcione un positivo solaz! Atentamente, Ma. EsTHER SANDOVAL DE GUTIERREZ G. (Sigue a la página 46) SUSCRIBASE A CINELANDIA Utilizando este cupón CINELANDIA, 8820 Sunset Boulevard, Hollywood 46, Calif., EE. UU. Adjuntos remito UN DOLAR Y CINCUENTA CENTAVOS, moneda americana, en cheque o giro postal (otros medios de envío pueden ocasionar exrtavíos) para una suscripción anual a la revista CINELANDIA. CINELANDIA, PUBLICADA EN HOLLYWOOD POR LA Spanish-American Publishers, Ltd. OCTUBRE, 1943 — TOMO XVII, No. 10 JEAN-JEROME FFOULKE Editor MANUEL ARELLANO, Director TRINIDAD VIDAL, Director REPRESENTANTE PARA ANUNCIOS HERBERT KNOX, JR. 18 East 41st St. New York, N. Y. Teléfono Ashland 49733 Distribuidor exclusivo para la República Mexicana MANUEL CORCHADO Guerrero 50, México D. F. Revista mensual del cine, con oficina de redacción y administración en 8820 Sunset Blvd., Hollywood 46, California. Publicada. por la Spanish-American Publishers, Ltd., con domicilio en la dirección antes citada. Jean-Jerome Ffoulke, Presidente. Hecha para España y las veinte repúblicas de la América Latina, para Puerto Rico y las Filipinas. Precio: 15 centavos moneda de E.U.A. (o su equivalente en moneda nacional) por el número suelto y $1.50 (un dólar cincuenta, moneda americana) por la suscripción de doce números. Inscrita como correspondencia de Segunda Clase en las Oficinas de Correos de La Habana. “Cinelandia,” Octubre, 1943. Published monthly. Volume 17, No. 10. Executive offices, 8820 Sunset Blvd., Hollywood 46, California. Price 15c. Subscription price, $1.50 a year. Entered as second-class matter August 7, 1930, at the Post Office at Los Angeles, California, under the Act of March 3, 1879. Inscrita como correspondencia de segunda clase en la Oficina de Correos de Los Angeles, Agosto 7, 1930. Costos de correo pagados en Los Angeles. Copyright, 1941, by Spanish-American Publishing Co. “Inscrita como correspondencia de segunda clase en las oficinas postales de Guatemala, C. A. con fecha y de Mayo de 1941, bajo el número 392.”