Cinelandia (January 1944)

66 AZOOKAS” Y GENERAL ELECTRIC Uno de los milagros de la fe y la ciencia ha sido el realizado por la GENERAL ELECTRIC y sus empleados en el aprovisionamiento de la famosa nueva arma del ejército americano: “BAZOOKAS” (Bazukas). El cómo en menos de treinta días, una compañía que estaba destinada a producir material eléctrico para los hogares americanos, realizó una conversión total de sus actividades, y el cómo sus obreros y empleados, al saber que la fábrica iba a ser destinada a la producción de material bélico realizaron los mayores sacrificios imaginables, es una de las sagas que serán contadas en detalle después de la guerra. Hace algún tiempo, una de las fábricas de GENERAL ELECTRIC, recibió la orden de comenzar a fabricar “bazookas,”” la famosa arma que dispara cohetes mortíferos. En menos de treinta días, varios miles de esta arma habían sido entregados al ejército. En este espació de tiempo hubo necesidad de hacer “alteraciones enormes en la fábrica, cambiar el equipo técnico, contratar nuevos ingenieros, transportar acero y otros materiales de largas distancias, entrenar a los obreros, etc., etc. El tiempo, prácticamente gastado en lanzar al ejército los primeros miles de armas .de esta clase fué, sin exageraciones ; ¡8 días! A A Joan Crawford (De la pág. 21) ba a formar parte de ese mundo mágico” dijo, muchos años después, al referirse a este período de su vida. Fué entonces cuando la chiquilla se decidió por una carrera artística, que fué persiguiendo año tras año con fe inquebrantable. Aprendió a bailar Dios sabe cómo, esforzándose además, en imitar los diferentes números de variedades que pasaban por la ciudad. Muchos de estos actores vagabundos eran sus amigos, y Joan, una niña aún, aprendió de sus consejos más que muchas veteranas del teatro. Por aquellas fechas, el género de variedades, en decadencia desde largo tiempo, desapareció por completo de las escenas del país. Este acontecimiento desalentó a la chiquilla, cuyos padres, por su parte, tuvieron que abandonar las tablas y se establecieron en Kansas City, donde arrendaron un pequeño hotel. Como si semejante cambio de vida hubiera también cambiado sus sentimientos para con la chiquilla, los padres de Joan la mandaron a una escuela privada, aunque a consecuencia de su falta de recursos pronto tuvo la futura estrella que trabajar para ganarse el derecho a estudiar en ella. Joan trabajó sin quejarse y estudió de firme, pero su vida se vió constantemente amargada por los malos tratos que recibía de sus compañeras, pertenecientes, en su mayoría, a las familias más acaudaladas del país. 34 Í Poco tiempo después, el padrastro de Joan abandonó su hogar para no volver a él jamás ; su madre, incapaz de cuidar del hotel sin ayuda, estableció una lavandería. Joan, por su parte, fué enviada a otra escuela, en la que tuvo que trabajar más aún que en la primera. Aquella fué para ella la época más desgraciada de su existencia, y la futura estrella se fugó de la escuela dos veces . . . hasta que el hambre y el abandono le obligaron a volver. Joan nunca consiguió hacerse popular entre el profesorado de la escuela. Poco tiempo después, bajo el pretexto de que ya había aprendido cuanto la escuela podía enseñarle, el director de la misma le entregó un diploma y le anunció que sus estudios habían terminado. Joan se vio sola en el mundo, sin recursos, abandonada a su propia iniciativa. Y empezó el vagabundeo diario, de una tienda a otra, de una oficina a la siguiente, en busca de trabajo. Su primera colocación la hizo vendedora en un gran bazar. En este monótono trabajo encontró Joan la inspiración que debía llevarla años después al estrellato. Joan aprendió a bailar; poseía condiciones naturales extraotdinarias. “Nunca olvidaré—nos confesó hace poco—la felicidad que sentí cuando, tras duro batallar, conseguí mi primer trabajo en el coro de una revista” y fué mientras taconeaba día tras día en una de las ocupaciones más duras que existen, cuando un “explorador” de Hollywood la vió y le ofreció una prueba en la pantalla. El resto de su vida forma ya parte de la | historia del cine. Hollywood la aclamó al poco tiempo como una de las luminarias más; notables de su firmamento. Su nombre y su figura dieron repetidamente la vuelta al mundo, envueltos en una popularidad y unffl glamour extraordinarios. ¡ ñ Hoy día, Joan vive en un lindo y confor| table chalet, y, durante las pocas horas que fl sus actividades artísticas le dejan libre, sel] dedica asiduamente a contribuír de varias ma= neras al esfuerzo militar de la nación. También los trabajos humanitarios la atraen, recordando sin duda los amargos ratos quel sufriera durante su niñez. Joan tiene dos hijos, Phillip, de un año y medio de edad, y Tina—diminutivo de Christina—de cuatro y| medio. La infancia de ambos chiquillos se ha visto libre de las amarguras de la de lafk estrella, y sus compañeros de escuela les danf un trato muy diferente del que su madre tuvo que sufrir de sus ricas compañeras. Cuando América entró en la guerra, muchas] madres americanas respondieron a la llamadaf de las fábricas de armamentos y municiones.fi Comprendiendo la necesidad de cariño y aten ción de sus chiquillos, Joan organizó una €s pecie de “kindergarten” donde los hijos defi las obreras pueden permanecer desde las sietel de la mañana hasta las siete de la noche bien cuidados y atendidos, muchas veces porh la misma estrella. Este tipo de organización iniciado por Joan, se ha extendido rápidamente por todo el país, viniendo a o ' (Sigue en la pág. 38) | l il j 1 Ñ l | Ñ