Cinelandia (January 1946)

50 Invita a los escritores de la América Latina A COLABORAR EN NUESTRAS PAGINAS Temas de preferencia: crítica cinematográfica de la producción de Hollywood y de la América latina. Panamericanismo. Literatura y folk-lore de nuestros países. Turismo. Arte. Entrevistas de importancia internacional, etc., etc. La revista CINELANDIA pagará el equivalente de veinte dólares oro americano por colaboración, reservándose el derecho de publicar los artículos y las firmas de mérito sobresaliente. Los artículos aceptados pasan a ser propiedad exclusiva de la revista CINELANDIA. Todo manuscrito deberá ser presentado a máquina, a doble espacio, y deberá constar de no me nos del mil palabras. La redacción de CINELANDIA no sos tendrá correspondencia sobre artículos no aceptados ni se hace responsable por su devolución. Con. cada colaboración deberá ser incluída, por lo menos, una fotografía referente al asunto tratado. JEANNE CRAIN (Viene de la pág. 24) SUSCRIBASE A CINELANDIA CINELANDIA——— Utilizando el cupón de la Página 4 cen arrugar la naricita de una manera deliciosa, y siempre levanta la cabeza para conversar, y posee ciertos manerismos que son muy graciosos y que ha adoptado inconscientemente obligada por el espesor Jennifer Jones, terminando su trabajo en la producción Selznick "Since You Went Away.” se entretiene en su casa fabricando caballos de cartón para su hijo. de sus pestañas. Sus dientes son brillantes y preciosos y su sonrisa es tan encantadora que arrebata. Su figura es de las que no necesitan ningún truco para disimular defecto alguno porque no hay ni el más leve en el cuerpo adorable de Jeanne. Las cualidades morales de Jeanne son de aquellas que bastan por sí solas para hacer admirable a cualquier mujer. Es dulce y agradable su trato, y no se siente nada envanecida por sus rápidos triunfos. Como consecuencia es sumamente popular en los estudios y todos los artis tas masculinos que han trabajado con ella son asíduos al grupo de amigos que siempre la rodea. Ella se siente como cualquier fanática del cine respecto a las grandes estrellas de Hollywood; le profesa gran admiración a Ingrid Bergman y a Gregory Peck, con el cual desea trabajar algun día. Es una muchacha muy diligente, y aunque no le gusta el trabajo de la casa ayuda a su mamá en todo lo que puede porque no tienen sirvientes, y Jeanne dice: “Cuando tenga suficiente dinero he de tener muchos criados para no fregar nunca un plato.” Su actividad no deja de ser por esto algo asombroso, porque nunca está sin hacer nada. Como sabe tocar el piano siempre encuentra un rato para practicar sus estudios, y además estudia filosofía y otras cosas. También les dedica tiempo a los deportes, y es una magnífica patinadora, en fin, que siempre tiene su tiempo bien ocupadito. Como le encanta el baile, va cada vez que puede a los cabarets, y sus trajes de noche son famosos, porque esta es la debilidad de Jeanne: los lindos trajes de baile, y los tiene muy va: riados y ricos. Más de una vez ha sido la admiración de lugares tan exclusivos como el Mocambio, Trocadero y otros cabarets elegantes que se encuentran a lo largo del Sunset Boulevard. Mientras está trabajando en alguna película, Jeanne se levanta a las cinco y media de la mañana, y por la noche en cuanto termina de comer y de ayudar a su mamá a poner en orden la cocina, dedica el resto de la noche a estudiar su papel hasta la hora de dormir. Hay algo que no le gusta a Jeanne y es usar sombrero, y podrán contarse las ocasiones en que alguien la ha visto ponerse uno. Tampoco le gusta cortarse el pelo, y sólo lo hace cuando ya le es materialmente imposible dejar de hacerlo, porque al fin tiene que seguir los dictados de la moda como mujer y como estrella. Siempre que vemos una muchacha bonita estamos conjeturando acerca de quién será el elegido de su corazón, y como Jeanne no tenía amores oficiales había quien creía que sentía predilección por el joven y bien parecido actor Paul Brooks. con quien bailaba mucho, y era el que generalmente la acompañaba a los cabarets, y como hacían tan linda pareja encantaba verlos juntos. Ellos por supuesto siempre lo negaron, y entonces muchos amigos pensaron que Jeanne seguramente se casaría con Lon McCallister, que esta