Cinelandia (February 1946)

yo talento y belleza están llamados a alcanzar gran éxito en la pantalla. Cuando la Metro decidió filmar Aquí empieza la vida, cuya acción se desarrolla en el famoso hotel Waldorf-Astoria de Nueva York, Xavier Cugat y su orquesta fueron poco menos que indispensables. Cugat había interpretado ya anteriormente una película para la Columbia y su experiencia cinematográfica tenía buen fundamento. Su actuación en Aquí empieza la vida demuestra un temperamento escénico de primera magnitud, y sus cómicas escenas con Van Johnson y Lina Romay han levantado aplausos en cuantos teatros se han exhibido. Recientemente, Cugat dió en el Anfiteatro de Hollywood una audición de música popular latinoamericana en forma sinfónica. Este es el apogeo de su carrera musical, ya que la concurrencia que le aplaudió a rabiar ascendía a 22,000 personas, la más numerosa que haya jamás acudido al Anfiteatro. Es tambiér: la primera vez que la música de nuestros países adquiere honores sinfónicos en los Estados Unidos y, que sepamos, también en la América Latina. Cinco gobiernos hispanoamericanos han invitado ya a Xavier Cugat a repetir esta audición en sus países, lo que el famoso director de orquesta realizará en breve, tan pronto como sus compromisos cinematográficos lo permitan. Xavier Cugat está casado con la señora Carmen Castillo, tía carnal de la famosa actriz mejicana Margo. En so. ciedad con Carmen Miranda, explota una fábrica de dulces, cuyos productos son, según dicen, los mejores del país. Pero sus amigos aseguran que los únicos consumidores son Cugat y Carmen, cuya capacidad por las golosinas es proverbial. En 1915, Xavier Cugat regaló a un muchacho neoyorkino con ambiciones musicales el pequeño violín con que es: tudiara durante su niñez. Los azares de la vida le separaron del chiquillo y del violín, y hoy, cuando el éxito le sonríe, quisiera ayudar al uno y recobrar el otro. Cugat acaba de ofrecer una recompensa de quinientos dólares a quien le dé noticias del violín, lo que gustosos publicamos por si ello pudiera ser beneficioso para él y para alguno de nuestros lectores. CHARLES LAUGHTON (Widño decla:pás 20) corriente entre los de esta profesión. Y un buen día hizo más que recibir las gracias de sus favorecedores: se unió a ellos y desapareció del hotel. Muy pronto nuestro héroe se destacó en el mundo teatral de la capital inglesa. Su instintiva habilidad histriónica, y el tiempo que había empleado observando a las compañías teatrales que de vez en cuando frecuentaban el teatro de su pue 46 Prepárese par a el Amor Us Amolín Contra el olor del sudor Amolín es lo mejor Cuide la "Zona de Peligro”, bajo los brazos, con Amolín, la crema desodorante suprema, que evita el mal olor axilar sin interferir en lo más mínimo con la transpiración y la función normal de los poros. e Es suave, blanca y fragante e Se desvanece al frotarla e No irrita la piel ni daña la ropa o Protege durante larzas horas Para Hombres y Mujeres Pídala por su nombre: dd al Amolin * CREMA DESODORANTE blo, le proporcionaron triunfos escénicos casi inmediatos. Y el muchacho que había fracasado en la Universidad, en la Escuela Naval y en la profesión hotelera fué pronto una de las vedefies más apreciadas del público londinense. Charles Laugton había ya trabajado en varias películas inglesas cuando llegó a Hollywood, contratado para interpretar el papel principal de la que ha sido, tal vez, la más famosa de sus actuaciones: “La vida privada de Enrique VIII.” Nuestros lectores recordarán sin duda la célebre escena de la comida en Palacio, donde Enrique VIII se atraca de lo lindo entre las miradas respetuosamente escandalizadas de sus cortesanos. Lo que nuestros lectores ignoran es que las viandas servidas a Laughton fueron verdaderas v reales, y que dicha escena tuvo que ser repetida ¡siete veces! La capacidad gastronómica de Charles Laughton es proverbial. Todos los estudios hollywoodenses saben que las escenas que el actor prefiere son aquellas en que hay algo en que hincar el diente. Y ninguno de ellos ignora que, en ellas, no debe servirse al actor comida simulada, a menos de atraerse sus iras por perjudicar lo que él califica de “realismo del film.” Por lo demás, Charles Laughton es hoy día uno de los actores de costumbres más morigeradas de la ciudad del cine. Escasamente se oye hablar de él en el mundilio de escándalos y murmuraciones que llena la vida de noche de Hollywood. Charles Laughton, hombre cabal y magnífico actor, es también hombre que sabe dar con su ejemplo un mentís rotundo a la proverbial ligereza de la gente de estena. VIDAS PRIVADAS (Viene de la pág. 19) de los apuros por que pasó el día que decidió explicar a su hijito Tony la verdad de su origen. Tony acababa de cumplir los seis años y estaba en cama, acatarrado. Bárbara había ensayado la escena consigo misma durante semanas enteras, lo que no impidió que un sudor frío se deslizara por su frente mientras se dirigía al muchacho, que no parecía prestar gran atención a sus palabras. Pero súbitamente, Tony se enderezó en la cama, y mirándola con los ojos muy abiertos preguntó: —¿Quieres decir, mamá, que cual. quiera puede escoger un chiquillo si lo quiere? —Si—respondió Bárbara—con tal de que pueda proporcionarle un hogar confortable. -—Entonces—reflexionó Tony-—vamos tú y yo a buscar otro niño tan pronto como me haya repuesto de mi catarro. A Bárbara se le saltaban las lágrimas dé alegría. Pocos días después, Tony reegresó a casa muy excitado. —Mamá—dijo—he estado toda la tarde en casa de los Benny jugando con Joanie. Y, ¿sabes?, Joanie es también adoptada. Quizás sea esta la razón de que nos hayamos hecho tan amigos..... E * + Otro de los fenómenos más notables que presentan las vidas privadas que se deslizan en el interior de esta ciudad positivista y activa, farandulera y sentimental que se llama Hollywood, es la abundancia de matrimonios entre muchachas jóvenes y hombres maduros. Cualquiera imaginaría que una estrella de la pantalla, joven, bonita, rica y famosa, podría escoger para marido un muchacho de su edad, apuesto, inteligente, romántico. .. y muchas veces—la mayoría—así sucede. Pero otras muchas lo que ocurre es lo