Cinelandia (February 1946)

contrario, y el público no sale de su asombro cuando los periódicos anuncian el matrimonio de, por ejemplo, Deanna Durbin y Felix Jackson, veinte años mayor que ella. Otras sorpresas de este género que han sucedido en fechas relativamente recientes: El casamiento de Linda Darnell con Peverell Marley; el de William Powell con Diana Lewis; el de Joan Fontaine con Brian Aherne; el de Lois Andrews con George Jessel; el de Oona O'Neill con Charlie Chaplin..... ¿Qué atracción, qué ventajas tendrán esos hombres maduros para enamorar a muchachas cuya edad es la mitad de la suya, y que han sido cortejadas sin éxito por los mejores partidos de la ciudad del cine? Difícil, muy difícil es contestar esta pregunta, ya que, después de todo, si el periodista puede invadir a veces la intimidad de un hogar, mucho menos sencillo le resulta penetrar la intimidad de, una mente. He aquí, sin embargo, algunas de las razones que se nos ocurren: Tomemos el caso de Deanna Durbin: A los doce años, cuando las muchachas de su misma edad aprendían matemáticas y geografía, jugando en sus ratos de ocio con sus compañeras de escuela, Deanna se vió súbitamente aclamada como la artista más popular del país. Deanna tuvo que perder forzosamente el contacto de sus antiguos camaradas y su vida se deslizó, en gran parte, en compañía y bajo la dirección de los hombres maduros, productores o directores, modistos o agentes dé publicidad, en cuyas manos estaba el éxito o fracaso de la prometedora muchachita. El resultado de ello tenía que ser, forzosamente, un cambio radical en las opiniones que sobre la vida tiene una chiquilla de doce años; Deanna aprendió a tratar gente mayor, se adaptó a sus puntos de vista, sintió tal vez la atracción que ejerce sobre una muchacha inexperimentada la vida espléndida de aquellas personas, a quienes la fortuna había sonreído durante largos años. . . Apesar de ello, Deanna afirmó la entereza de su carácter al contraer matrimonio con Vaughn Paul, un muchacho poco conocido. . . su novio durante dos años . . Este matrimonio fracasó. ¿Razones? Tal vez Deanna se desencantó de un marido mediocre, quizás fué Vaughn Paul quien no quiso ser segundo plato en el espléndido festín en que se había convertido la vida de su esposa. . . Llegó el divorcio, el gran cirujano de las desavenencias conyugales, llevando una punzada de su desencanto al corazón de todas las familias del país, que se habían acostumbrado a considerar esta pareja como la quintaesencia del amor juvenil y romántico. Y al poco tiempo, entró Félix Jackson en la vida de la que fué actriz-niña. ¿Serán eternamente felices? Tal vez no, pero, ¿lo es alguien en la vida? Una actriz bien conocida, íntima de Deanna, a quien hicimos esta pregunta, nos con ENCIAS IRRITADAS E De cada £ personas —A. están amenazadas de PIORREA sin siquiera sospecharlo Enemiga de la belleza de los dientes y la salud de las encías Las encías sensibles y que sangran son generalmente la primera señal de la piorrea. Si mo se la atiende a tiempo, la piorrea da lugar al reblandecimiento y la desfiguración de las encías, con el consiguiente aflojamiento y pérdida de los dientes. ¡No juegue con la piorrea! ¡Comience a protegerse desde hoy mismo con el dentífrico FORHAN'S para las ENCIAS! FORHAN'"S ha sido expresamente formulado para limpiar los dientes y darles masaje a las encías, y es el único dentífrico que contiene el astringente especial del Dr. Forhan para la piorrea. Estudios clínicos recientes han demostrado que el 95 por ciento de los casos amenazados de piorrea experimentan una notable mejoría al cabo de sólo un mes de usar el dentífrico FORHANS"S. ¡Comienceausar el dentífrico FORHANS'S desde hoy! “Limpiese los dientescon él” 9 Forhar's 5FS1 A PY deban DOS, id “Forhan's contiene un astringente especial para la Piorrea” testó lo que sigue: “Un hombre maduro proporciona a su esposa una posición económica y social bien establecida. Le ofrece más seguridad, mejor protección; satisface las ansias de ser dominada que se hallan ex el corazón de toda mujer, y que un muchacho de menos edad puede rara veces satisfacer; »es “más comprensivo, sabrá evitar mucho mejor toda desavenencia peligrosa. Y, a final de cuentas, una muchacha joven se sentirá siempre halagada de haberse atraído las atenciones de un hombre maduro, que hubiera podido escoger una mujer de más experiencia y, por consiguiente—piensa ella—más fascinadora.” “¿Y el amor? ¿Y la pasión? ¿Y el crear un hogar en vez de “entrar” en uno ya establecido? ¿Y el eterno romanticismo que sólo puede hallarse en la juventud ?” pensamos nosotros. Nuestros lectores sabrán, tal vez, hallar la verdadera solución de un problema que le parece al cronista insoluble. A final de cuentas, la vida privada de cada uno—en Hollywood como en todas partes—-€s eso: privada, personal, intensamente humana. Y los problemas humanos no hay regla general que pueda satisfacerlos. AQUI EMPIEZA LA VIDA (Viene de la pág. 28) va a pasar algunos días juntos en el hotel. Ginger Rogers interpreta deliciosamente el papel de una estrella de teatro, un tanto fastidiada por la soledad espiritual a que su éxito la condena. Las peripecias de la bella protagonista en el proceso de enamorarse perdidamente de Walter Pidgeon—un corresponsal extranjero de reputación internacional—nos son presentadas con fina comicidad, y su final desenlace, no por ser previsto, deja de sorprendernos por su originalidad. Paralela a esta historia de amor se desarrolla el idilio entre Van Johnson—un oficial de aviación, obligado por un aecidente a someterse a una operación pelierosísima—y Lana Turner, la bellísima dactilógrafa del hotel, cuyo ánimo vacila entre seguir los dictados de su corazón y aceptar la proposición de un caballero de industria que quiere aprovecharse de su belleza para pescar incautos. Aquí empieza la vida está presentada con un lujo excepcional. Baste decir que los estudios de la Metro levantaron reproducciones exactas de diversas pertenencias del Hotel Waldorf-Astoria, entre ellas el célebre “Starlight Room,” donde reina soberana la música de Xavier Cugat. La actuación de Lina Romay, como cantante solista de la orquesta Cugat, constituye una atracción de primera clase para los públicos latinoamericanos. Edward Arnold y Robert Bentchley completan un reparto de calidad pocas veces igualada. 47