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CINEMA
citan el sport de las carambolas. Un ? eb . .
salón de música, con su plano, en el
cual los aficionados tocan y cantan,
bailan y disparatan á sus antojos. Un hall, con sus mesitas dispersas, en las que,conversando, se bebe, se toma té, se fuma, agradablemente. Y una cantina bien surtida, con todos los fiambres y licores de estilo, que puede rivalizar con el mejor mostrador de nuestros hoteles,
Luego han dispuesto cuartos de estudio, biblioteca, secretaría y una sala de actuaciones, en las que se reunirá el Comité y se darán las conferencias con que ese Centro piensa activar la afición intelectual y científica de sus socios. Allí se hablará de todo, de lo nuevo y lo moderno, especialmente de literatura, de pintura, de escultura, de filosofía, de medicina, de música, y pa” ra ello cuentan con un erupo de jóvenes que prometen ser fecundos y presentar las teorías menos conocidas y las más avanzadas ideas de esta época.
Las conferencias son, en las modernas sociedades, elemento indispensable de cultura y desarrollo. Mediante ellas se esparcen en el mundo intelectual las nuevas y fecundassimientes del progreso; por ellas, al caluroso vehículo de la palabra, mejor que por la
tuercen sus caminos,
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pluma y la revista, llega á todos los centros estudiosos, la buena nueva del arte y de la ciencia. Eu Lima no la hemos practicado nunca: corresponde su felícisima implantación al Centro Universitario, que yá se ha puesto en comunidad con el público, ofreciéndole á Larrañaga, á Sassone, Belaúnde y aleunos otros más, cuyos nombres se nos escapan.
Con todos estos atractivos, el Palacio de los Estudiantes, resulta seguramente el centro de propaganda, de sociabilidad y de trabajo más joven, más unido y más intelectual, por su agrupación de elementos y por los fines á que aspira, tán nobles como benéficos.
Esos fines no pueden estar más ajustados al espíritu de solidaridad y de unión que, desde hace poco, comienza, por ventura, á imperar entre los estudiantes del Perú. El Centro Universitario quiere ser, y lo será de seguro, si extrañas y dañosas corrientes no una garantía y un apoyo moral y material para sus afiliados. Que el estudiante á quien no sonríe la fortuna encuentre en él el techo y el pan que han de redimirle de la vereuenza y del escarnio; el auxilio para sus enfermedades, el consuelo pa
En la amplia terraza de su palacio, los estudiantes han dispucbta su dónde más alegres transcurren las horas, y dónde se discute, con _mayor y más calurosa animación, los problemas universitarios.
«Cate. Yes allí