Cinema (Peru, 1908-1909) (October 1908)

E O -en* tre nosotros uno Micio erróneo respectopa la corítica: se .la cree obra de destrucción, arma deshonrosa que nada respeta; un estado de desequilibrio y de pesimismo, una mala digestión de espíritu dispépticos y biliosos. Y esta es la lógica general, el modo de pensar y sentir de la mayoría. Los directores de diarios y revistas repudian todo lo que sienifique severi dad incondicional, arte satírico, crítica caustica y adjetivos hirientes; admi1 tiendo tan solo, en erado hiperbólico, el ataque apasionado, voraz, contundente para la política y Sus marionetes. En este órden de evoluciones, todo lo permite, todo es agradable; y es ello loque ha convertido nuestras letras en simple literatura de intrigas, de cuentecillos, y de caricaturas de partidos. Todos trabajan por el patriotismo, por la causa y por el estómago. Y el queno vive asi dentro de ese pozo pestífero de odios y de rencillas, más que un necio es un sér despreciado maligno, antipatriota. Alabar de un bando, pero alabar sin conciencia y sin medida; atacar, pero atacar con brío y con originalidad á los contrarios es la consigna. Aplaudir con 1nsolencia en las barbas de los partidos y silbar como ventrilocuos, eso constind los raseos comunes de valentía y de audacia. Hacer obra independiente, sana, educativa, destruir, errores, nivelar aptitudes, tender hacia lo realmante be: llo y puro, lo que no debe variarse y sí está sujeto á reglas tradicionales, castizando á quienes las violen, eso ni entretiene, ni interesa, ni acomoda. Y es que las energías escasean, el oreullo femenil nos invade y que somos pudorosos como las viejas. Si Lajeunesse hubiera escrito entre nosotros Lima, 1908 su cáustico libro Cíng ans chez les sauvajes”, que fueron los de su residencia de provinciano en París, de seeuro que habría muerto por bocado de estrigina; si á la manera de Han Ryner alenien escribiera una serie de criticas sobre nuestros literatos, bau: tizándoles Los p10otituídos moriría bajo la pena del garrote y siun preso político apostrofara á los poderes públi cos y á sus hombres, tal como lo hizo el coronel Lynch en Inglaterra, insultando á la altísima personalidad del Rey Eduardo VIL E Chamberlain, su primer ministro y á los jueces, caería en presidio á perpetuidad. Y esto que aquí, hasta hoy, no hemos presenciado, se realiza á diario en centros más ade: _lantados.Laurent 'Pailhade,hace poco, era conlenado en Francia,ese refinado talento de las letras modernas, por un: escrito sedicioso y al oir su sentencia, se trepaba al banco de acusado para gritar “¡Viva la anarquía!” ¡El había pedido que asesinasen al Zar! Ouizás, seguramente, somos dema: siado buenos y condescendientes. Defendemos á capa y espada lo que directamente nos atañe, cuando se trata de invadir el circulo de nuestros egoísmos; las cuestiones de orden espiri: tual, las regiones del ideal, ¡qué nos importan! Vengan los iconotlastas. rompan las clásicas imágenes, abofeteen los principios, y que vivan tranquilos, sin que nadie los perturbe ni los estorbe. Y siga así la producción nacional, el intelecto criollo, mintién donos, con “su artificio malsano: sin sanción, ni obstáculo que lo detenga; oigamos aplaudir, sin ruborizarnos y il articular una protesta, porque quién afronta la teoría contraria, de seguro se expone al boicoteo de las sonrisas y de los saludos....y lo peor de todo, al hambre, que es el placer más olímpico de los dioses de la naturaleza. Federico LARRAÑAGA.