Cinema (Peru, 1908-1909) (October 1908)

Record Details:

Something wrong or inaccurate about this page? Let us Know!

Thanks for helping us continually improve the quality of the Lantern search engine for all of our users! We have millions of scanned pages, so user reports are incredibly helpful for us to identify places where we can improve and update the metadata.

Please describe the issue below, and click "Submit" to send your comments to our team! If you'd prefer, you can also send us an email to mhdl@commarts.wisc.edu with your comments.




We use Optical Character Recognition (OCR) during our scanning and processing workflow to make the content of each page searchable. You can view the automatically generated text below as well as copy and paste individual pieces of text to quote in your own work.

Text recognition is never 100% accurate. Many parts of the scanned page may not be reflected in the OCR text output, including: images, page layout, certain fonts or handwriting.

CINEMA LOQUE ME DIJO LA BARONESA. -— El mayor desagrado es veros marchar por vuestros proptos pasos 4 la trampa que ese hombre os ha PENUTOD (Pagina 44, columna 2.) centró en el defectuoso arreglo de las distintas habitaciones de la vieja abadía. Las puertas y las ventanas de las destinadas á los huéspedes se hallaban tán deterioradas que el aire entraba por ellas sin difictltad alguna; y aparte de esto, cerrojos y pestillos apenas funcionaban Ó no funciona ban del todo. En cuantoálos timbres eléctricos necesarios para llamar á la servidumbre, no se había aún acabado de colocarlos. Ea impresión desagradable de mi conversación con la baronesa de Vierval fué pa-sajera: recordé que la vieja señora había pretendido casarme com uno de sus nietos, alianza que yo había rechazado. La baronesa” amaba extraordinariamente esos prejuicios de raza a estaba llena de mala voluntad hacia los recién venidos. ¡Cuántas razones poa para nO creer en sus palabras y no ¿atribuir importancia á sus. presentimientos! . : Sin embargo, cuanto me habría alarmado del estado de mi espírin, si la soledad. y é el recogimiento hubieran sido mis consejeros. Pero la presencia cuotidiana deWalter Deeps entretenía mis romancescos ensueños, exaltaba mi entusiasmo, en tanto. que, como contraste irritante, su flema, su impasibilidad ante mi persona, daban algo de cólera y orgullo á mi simpatía por ese hombre, (Continuara)