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ble cae en su alma, como una maná divino, y la refresca y la cortorta.....
ALEGRÍA Á MANOS LIENAS
) —A sí Bajo la grave y cuidadosa vigilancia de sus ayas corren y brincan los menudos ejércitos de chiquillos. Sus cabellos de oro y de ébano se escapan de las amplias capotas; sus caritas reflejan la inocente expresión de su alearia, sus labios ríen y sus ojos ríen tambien: son la risa, hecha carne de nieves y de rosas. Una: nentta. tubia como los: trigos maduros, bellísima criatura de seis Ó siete primaveras, envía á lo aito una pelota; la de aquí gira velozmente en una bicicleta 1mm1e núscula; la de alla pr, DIABOLO. —. Una rápida y elegante conhace voltear, lletracción de los brazos, y el carrete volará
na de elegantes hacia arriba para luego caer y resbalar movimientos pasobre el delgado cordón. 2) s
ra lueeo despedilo hacia arriba, el diábolo multicolor. Estas corren, persiguiéndose; aquellas, más tranquilas y metros búllidoras.: sentadas en un banco, conversan, contándose sus secretillos Ystis [COSAS 40 —Papá me ha ofrecido una muneca muy grane al ole qhuéstamano? Lábrieñndo imuúusitass
CINEMA
Reflexiona un poco la interrogante y dice luego: — Mamá me va á comprar una más grande. . ? a —¿De qué tamano?
co Abriendo, mu
cho, también, los vordezuelos bracitos. ]
De un grupo de criaturas, destácase una de pronto, y se
acerca á su aya, que
co vestida con grandes lazos azules, los juegos y las carreras de su niño. Junta la tierna cabecita á la cabeza de la mujer y balbucea á su oído no se sabe qué frases . misteriosas. El aya
. lo revisa. y lo palpa:
Y después, paso á paso, se aleja con el bebé,cuyo talante serio revela graves y profundas preocupaciones. |
Todo es amor y aleería. Los gorriones familiares hacen coro con sus píos armónlcos á las risas; y en cuanto vén un clato abaten apresurados el vuelo para recoverlas misa jas de los bizcochos que ván dejando, pródigamente, los chiquillos, adorables vajaritos “eines. al
LOS ETERNOS JUEGOS
La moda tor
SS . . 3 Se o fn a d 1 Z, a i Y V ol au bl e
ejerce su 1limitado imperio hasta en los juegos de nuestros hijos; y cada ano nos regala uno nuevo,
Lo QUE SIEMPRE SE JUEGA.—A la una, la dona, la alborotando. las Cde xy la cadena girará velozmente, mien1MMfantiles imagl
cho los brazos.) tras sus graciosos eslabones ríen á carcajadas. — naciones. Eldiá