Cinema (Peru, 1908-1909) (October 1908)

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pa ] 14% 3 'N En esta página “Cinema?! se propone dar á co ds nocer á sus lectores las ocurrencias, los chistes, los mil y un “calembours”? que á diario nacen, frescas flores del sprit limeño,en lascalles y los salones de la ciudad delos virreyes. Y este agradable rincón de “Cinema?” se abre á todos los ingenios y á todas las plumas. No somos nosotros, sino el público entero, el redactor de esta sección, llamada, por eso mismo, á un éxito franco de alegría y de buen humor. PY we pocas noches conversaban en el camerino del artista Muñoz, Manuel Bedoya, el autor de La Ronda de los. Muertos, y el crítico teatral de cierto rotativo de Lima, que un tiempo llevó los hábitos monacales. Disgustado, talvez, de la carrera, los dejó, emprendiendo profesión más libre y más alegre á todas luces. Muñoz dijo que pensaba poner pronto en escena el drama francés La Sotana. Al oir esto, diJo el crítico: —No se lo aconsejo a usted. Aquello no gustará em Lima... Y particular: mente á mí, que he leído la obra, no me gusta nada La Sotana. El señor Bedoya repuso, entonces, con más intención que un Miura: —Claro, hombre! Qué le vá á gustar á usted, si hace yá tiempo que la colgó! . y Discutíase en un círculo de jóvenes universitarios acerca de las teorías opuestas recientemente sustentadas por los doctores Deustua y Villarán, en materia de educación. Los 2dealistas agrupabanse bajo la bandera del primero; los Práclicos bajo la del segundo. Oscar Miró Quesada dijo, entonces, resumiendo la cuestión: -—Ustedes conocen el cuento de la zebra azul? Pues á nosotros, con esto del utilitarismo nos vá á pasar lo que al inglés del cuento. ——El cuento? =--Se perdió la zebra azul. Y se echaron á buscarla un francés, un español y un británico. El primero ni siquiera trató de encontrarla; cogió un asno y convirtiólo, merced á sus pinceles en una zebra más azul que un cielo de verano. El español trasladó su lecho al medio de la calle, en espera de que por allí pasara el animalito perdido; a el inglés, más práctico que sus compañeros, hiéss al' Africa a cazar la.ze: bra oe MA Cao e —Cazó un galápago. Era muy prác: tico: pero no conocía á la zebra azul:. Eso es lo que nos va á pasar á nosotros, con esto de la educación práctica. lremos por la zebra azul y volveremos comun ealapayo 00 Los excedentes de la Aduana —Reconsideración, señor, reconsideración!