Cinema (Peru, 1908-1909) (October 1908)

Record Details:

Something wrong or inaccurate about this page? Let us Know!

Thanks for helping us continually improve the quality of the Lantern search engine for all of our users! We have millions of scanned pages, so user reports are incredibly helpful for us to identify places where we can improve and update the metadata.

Please describe the issue below, and click "Submit" to send your comments to our team! If you'd prefer, you can also send us an email to mhdl@commarts.wisc.edu with your comments.




We use Optical Character Recognition (OCR) during our scanning and processing workflow to make the content of each page searchable. You can view the automatically generated text below as well as copy and paste individual pieces of text to quote in your own work.

Text recognition is never 100% accurate. Many parts of the scanned page may not be reflected in the OCR text output, including: images, page layout, certain fonts or handwriting.

Lilas noxelas dle “Cinerga 1. La Cámara misteriosa Por Carlos Foley. (CONTINUACION) > de pronto, una de las dos voces, tán al terada que no supe distinguir á quién pertenecía, murmuró, como una pesada amenaza, estas palabras: —KEs una de aquellas orgullosas á quienes nose doma sino por la astucia Ó por la fuerza! ¿Quién había dicho aquello? ¿Walter ó el otro? Me parecif4 que el secreto de mi vida estaba entonces ligado á saber cuál de esos dos hombres había pronunciado la frase brutal; temblorosa, febril, no pudiendo contenerme más, iba á levantar el pórtico de la biblioteca, cuando un clamor que dominaba todas las conversaciones, estalló en el salón. Corrí allá. Rodeaban á la baronesa de Vierval, que, muy emocionada, gesticulaba y decía: — Dios mío.... Qué. miedo he sentido.... Vosotros, que os encontráis en estas habitaciones perfectamente cerradas é iluminadas, no sabeis cómo se escucha el ruido de la tormenta en ese inmenso y sombrío corredor alto de la abadía. Es horroroso... Agregad que yo habito en el fonáo mismo de ese corredor, en el ala derecha del castillo. Y habito sola, en una celda rodeada de celdas vacías.... — Ocupáis la celda del prior — dijo la condesa Menaldi, temiendo las defecciones que pudiera provocar el espanto de la señora Vierbal. Os la reservé, mi querida amiga, porque es una de las más cómodas y más grandes. — Gracias por la ' preferencia —, exclamó la intratable baronesa. Me vale uno de los más grandes terrores de mi vida. Yá imagSinaréis con qué terror me dirigiría yo á mi habitación, alumbrada sólo por la vacilante luz de un candelabro. De pronto siento que una ráfaga de viento, soplándome con fuerza en el rostro, apaga al mismo tiempo la bujía, mientras que la puerta de mi celda se abfe por sí misma...... = ¿ Había alguien dentro de ella ? — preeguntó la condesa, dispuesta, para salvaguardar su honor de castellana, á ser la primera en dirigir las investigaciones. — No tuve tiempo de constatarlo. Casi loca de terror, apenas si he tenido fuerzas y tiempo para llegar hasta aquí. — Y ¿eso es todo ? —$Sí, eso es todo........ YimeDastait > dijo la señora de Vierbal. VOY A HABITAR LA CÁMARA DEL PRIOR Respiraron las señoras, que temían más espantosas revelaciones. En los labios de los hombres aparecieron sonrisas escépticas. Oyéronse, también, algunas risas, mal veladas; y la condesa Menaldi cobró cierta seguridad al decir estas palabras: — Sin duda, mi querida señora, una corriente de aire es la que ha apagado vuestra bujía y abierto vuestra puerta. Y todo eso, escepto vuestro miedo, es la cosa más vaturaldel mundos... — Tán natural y tán simple como vos lo queráis, respondió la baronesa. Pero eso no impide que yo no vuelva á dormir ni esta noche, ni ninguna noche en la celda del prior, cuyos cerrojos no cierran y cuyo tracaluz, siempre abierto; me hace el erecho de un ojo que mira todo el tiempo....2. — Voy á dar orden para que se afirmen los cerrojos, declaró alarmada la condesa. '— Inútil, todo inútil, respondió la barone No volveré á dormir allí. Situadme dónde queráis, en la cueva si es preciso. -Bien, mi querida señora, dijo la coxmdesa. Se os cambiará de cuarto. El incidente, terminado con esta promesa, careció desde ese momento de interés.