Cine-mundial (1916)

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“CARMEN” Primera Actriz Geraldine Farrar. 7000 pies. Marca “Lasky” La popularidad de Geraldine Farrar en los Estados Unidos está bien cimentada. En Nueva York la admiran; en Boston la idolatran. Tres mil personas se congregaron en el edificio de la Sociedad Sinfónica de la Atenas norteamericana para ver sobre el telón a la prima donna favorita, cuya “Carmen” ha sido objeto de tantas y tan apasionadas discusiones entre los amantes de la ópera. Entrada de la Plaza de Toros en “Carmen” Mile. Farrar en persona asistió a la representación y las ovaciones de que fué objeto hubieran hecho rabiar de envidia a Roosevelt, Bryan o cualquier otro de los eternos candidatos presidenciales. Pasemos a la película. La versión cimeatográfica de “Carmen” se basa, como era lógico, en el libro de Prosper Merimée, que aunque interpretó ciertas costumbres españolas muy a la francesa, no hay que negarle que produjo una obra emocionante. El adaptador ha hecho ciertas adiciones y enmiendas que están justificadas y tienden a acentuar los efectos del argumento. Unos cuantos toques hábilmente dados preparan laescena para esta situación: una cuadrilla de contrabandistas y gitanos, que ha venido medrando gracias a la complicidad de un oficial de carabineros, se encuentra sin medios de vida de la noche a la mañana debido a que el gobierno nombra un jefe nuevo, que es hombre recto y no acepta dádivas. Este jefe es Don José. ¿Cómo ganárselo? Carmen, una perdida de hechiceros encantos, vencerá sus escrúpulos. El público ya espera con ansias la entrada de la protagonista. Su aparción es aun más emocionante de lo que esperábamos. No dudamos por un momento que esta muchacha derrotará al soldado. La “Carmen” del cinematógrafo es la misma de la novela: la “Carmen” de la leyenda que vivió en labios de viejas comadres y matones luengos años antes de que naciera Merimée. Joven, dotada de esa belleza carnal que ejerce sobre ciertos hombres una atracción fatídica, Carmen, como personaje, asombra por lo exótico al público norteamericano. Sus caprichos y encantos, la rapidez con que pasa de humilde a voluntariosa y dominante, la crueldad felina que la incita a provocar al amante, como el gato retoza con su víctima antes de devorarla, y, sobre todo, la aureola trágica que la envuelve desde los primeros momentos que aparece en escena, son factores todos que realzan la intensidad dramática del argumento y mantienen absortos a los espectadores, que presienten el inevitable desenlace sangriento. Algunos de los críticos de Boston censuraron el “realismo” de Mlle. Farrar, alegando que la pelea en la cigarrería y su conducta escandalosa con Don José rebasaba todos los límites. Olvidaron, por lo visto, que Carmen no se distinguía por sus modales y que Merimée no la dió al público como ejemplo de pudor. Mlle. Farrar, al comentar sobre su trabajo, da la clave al éxito que ha tenido esta adaptación. “La Ópera,” dijo, “impuso siempre ciertas restricciones a mi “Carmen.” La parte, técnica, y especialmente el acompañamiento musical, impedían desarrollar todas las posibilidades del libro. Tenía la seguridad absoluta de que “Carmen” encerraba ciertas situaciones más fáciles de reflejar, con el efecto debido, en el cinematógrafo. Con este convencimiento me esforcé por retratar el personaje con la mayor fidelidad a mi alcance. La “Carmen” de la ópera, en cuanto a caracterización, no deja de ser un mero bosquejo. El cinematógrafo. me permitió obtener una interpretación de mucho mayores vuelos.” La compañía que secundó a la célebre prima donna no dejó nada que desear. La timidez juvenil de Don José, sus vacilaciones entre el amor y el deber, sus arrebatos de fiera, quedaron bien dibujados. Uno de los principales méritos de la versión” cinematografica es que tanto Carmen como Don José son jóvenes dentro y fuera de las tablas. tuvimos el prototipo del torero. antiguo—sensual, ardiente, pendenciero y temerario. El adaptador tuvo el buen gusto de eliminar al virtuoso Miguel, y se lo agradecemos. Este personaje se inventó para la ópera y siempre nos hizo el efecto de un pez fuera de agua, algo así como una asucena A sobre un cardo. Enero, 1916. En Escamillo Aunque en algunos detalles se nota cierta precipitación, podemos asegurar que la obra en conjunto es magnífica. No cabe duda de que será objeto de aceptación instantánea dondequiera que se exhiba y especialmente en los países de habla española, que pueden apreciar mejor que la gente del Norte los diversos matices del argumento. Huelga decir que en esta palícula el acompañamiento musical reviste gran importancia. La popularidad de la ópera “Carmen” es universal y su partitura, que se presta admirablemente para adaptarla al cinematógrafo, influye de modo muy directo en el éxito de la obra. NEDRA. Marca “Gallo de Oro.” 5000 pies. Cuando una enamorada pareja se fuga para casarse y nadie consigue detenerlos, generalmente logran su objeto. Sin embargo no sucedió así a Grace Vernon y Hugh Ridgway. Hastiados de las fiestas de sociedad celebradas con motivo de su próxima boda, se escapan juntos al amanecer de cierta mañana estival y confundidos por ladrones por el jardinero y otras personas de la casa, son perseguidos por ellos. Una pareja de polizontes se pone al frente de los perseguidorse y hace que la carrera resulte aun de más risa y no respiran a sus anchas hasta que, dos horas después de trepar por una escalerilla de cuerda tendida sobre el costado de un trasatlántico, salen de su escondite y se encuentran en el mar. No tanto “en el mar,” no obstante, como luego, cuando Hugh descubre que Grace está muy prendada de Henry Veath, un antiguo amigo suyo. Hugh no se preocupa en lo más mínimo de que Lady Tenny, otra pasajera, parece preferir su compañía a la de cualquier otra persona de abordo. En esto se desencadena un tifón estrellándose el buque contra las rocas y entre la oscuridad y el pánico consiguiente, Hugh valientemente hace un esfuerzo para salvar la persona que se ha agarrado a él, que cree es Grace. Siente entonces un desvanecimiento y al volver en sí se encuentra con que el mar lo ha arrojado sobre una extraña isla tropical, la isla de Nedra, junto con—Lady Tenny. Los habitantes salvajes los descubren y postrándose ante ellos les rinden culto y adoración como a dos dioses. Su casamiento forzado queda interrumpido por la llegada de un buque de los Estados Unidos en el cual los dos náufragos regresan a su patria. Hugh encuentra a Grace casada con Veath, lo cual no causa ninguna preocupación, y vuelve al lado de Lady Tenny. Así termina la breve exposición del argumento de esta historia de amor y aventuras. EL ALA ROJA. Marca “Essanay.” 6000 pies. El Conde Ludwig von Leun-Walram, oficial del ejército alemán»; entabla amistad con Marguerite Clairon, actriz, en uno de los balnearios de la frontera francesa. La actriz se enamora del oficial y le revela sus sentimientos. El rechaza sus avances, pero en forma tan) bondadosa que la joven continúa amándolo aun con mayor intensidad. Más adelante, el Conde se encuentra con Marcelle de Lembach, hija de un general francés, que ya había conocido de niña, y se enamora perdidamente de ella. Mientras la está cortejando, se declara la; guerra entre Alemania y Francia y el Conde tiene que ponerse al frente de su regimiento. Marcelle, cuyo patriotismo es ilimitado, acompaña a su padre al campo de operaciones. A la cabeza de un pelotón de: soldados cuyo oficial ha muerto, cae prisionera en manos del Conde,! que la devuelve sana y salva a las líneas francesas. Paul D'Arblay, espía de profesión, es uno de los pretendientes deMlle. Clairon. Ella lo detesta. D'Arblay jura poseerla a todo trance.. Para escapar de sus garras, la joven acepta una plaza de enfermera en: el ejército francés. Después de una batalla encuentra al Conde herido y le promete salvarlo. D'Arblay se entera de lo que pasa y amenaza: con denunciar al Conde como espía si la joven no se rinde a sus deseos. Ella consiente para salvar al hombre que ama y. promete encontrarse con D'Arblay en una casa cercana. El acude a la cita y la encuentra. muerta. Mlle. Clairon se ha suicidado. sus Pretendientes a Påci NA 23