Cine-mundial (1916)

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telegráfica que cruza. El telegrafista trasmite el aviso del tren “loco,” pero es demasiado tarde, pues el No. 19 ha salido ya. Esto hace que el tren de pasajeros se encuentre en la misma vía que el desenfrenado. Helen se entera del peligro por el telegrafista en cuya oficina está esperando ansiosa. Sale afuera corriendo y monta sobre su jaca dirigiéndose al galope hacia el puente, pero llega en el preciso momento en que lo levantan para dejar pasar un acorazado. Picando espuelas hace un esfuerzo desesperado para llegar a tiempo de cruzar el puente levadizo, pero no lo consigue y jinete y caballo van a caer dentro del río. Al subir a la superficie Helen lucha por llegar a la orilla opuesta. Los dos trenes se van acercando cada vez más. Llegando a la orilla, Helen vuelve a montar sobre su jaca para continuar su carrera contra la muerte. A lo largo de la línea llega a un cambiavías cuyo cierre rompe con una piedra. Cogiendo la palanca la echa atrás en el momento en que la cabeza del tren de carga pasa por delante con ruido atronador. Apenas el último vagón cruza por la aguja, el tren de pasajeros pasa vertiginoso. A lo lejos sobre la vía se ven tres furgones de carga. Storm, que no ha abandonado su puesto un momento, viendo la inminencia del choque, se salva saltando fuera de la vía. Helen corre a su lado y atiende al valiente fogonero. Ha satisfecho la deuda que había contraído con el heroico joven vendedor de periódicos. COCAINA. Marca “Metro.” 5000 pies. En una alegoría aparece Satanás sentado en su trono hastiado por la monotonía, tan antigua como el mundo, de ir engañando a la humanidad con viejas artimañas y pasiones. La Señorita Cocaína se presenta ofreciéndose a ir por el mundo en calidad de embajador del infierno para inducir las almas a la perdición. Horace Ely, director de una compañía importante de servicios mensajeros, sale a dar un paseo en automóvil acompañado de las dos hermanas Ellsmere, Lillian y Mary, cuando se fijan en un grupo de personas en una esquina. Allí las hermanas encuentran a su hermano menor, Billy, peleándose con muchachos recaderos, empleados en casa de Ely. El altercado ha sido originado por los esfuerzos de Billy para disuadir a los muchachos de su empeño en tomar cocaína. Ely se pone de parte de los muchachos, pero la policía los conduce a la comisaría. Uno de los jóvenes resulta ser hijo de la Sra. Martindale, la casera de la familia Ellsmere. El juez Le Roy, que preside en el correcional de menores, ha sido muy amigo por largo tiempo de Lillian Ellsmere, y cuando su hermano pequeño y la Sra. Martindale se presentan en el Juzgado al día siguiente, promete ser indulgente y se encarga de que los dos muchachos se pongan en curación. Poco después de ocurrir este incidente, el padre de las Stas. Ellsmere pierde su fortuna en la bolsa y se suicida. Las jóvenes se van a vivir a un piso muy reducido y Billy obtiene empleo en la casa de Ely como recadero. Bajo la influencia de Ely, Billy empieza a aficionarse a la <ocaína y acaba por enviciarse del todo. La Sra. Martindale se ha enterado por su hijo de que Ely, que se ha hecho pasar por soltero, es un hombre casado. Mary se ha encaprichado de Ely y se niega a ereerlo. Lillian prohibe a Mary que se vea con él, y Ely se vale de Billy como intermediario para citarse con Mary. Por fin Mary se deja engañar yendo a la casa de Ely y cuando sus insinuaciones la ofenden, él la adormece con un narcótico. La salud de Billy se ha vuelto delicada por el abuso de la cocaína y es conducido a un hospital en gravísimo estado. Lillian se entera de ello y corre hacia el hospital, pero llega en el momento en que Billy rinde su postrer suspiro. Loca de dolor, Lillian busca la casa de Ely para vengarse de la muerte de Billy. ` Penetra violentamente en la casa en el momento en que Ely y Mary, que va recuperando el sentido a medida que se disipan los efectos del narcótico, luchan a brazo partido. Mary se esconde antes de que su hermana pueda verla en aquel lugar. Luchando con Ely, Lillian intenta disparar contra él, pero Ely le quita el revólver de la mano. Ely tropieza con una alfombra y al caerse al suelo la pistola se dispara quedando él muerto. Mary presencia todo lo ocurrido, pero temiendo la cólera de Lillian y para salvar su propia reputación, huye. La Sta. Cocaína da cuenta a Satanás del proyectos y es felicitada por ello. Lillian es arrestada acusada de asesinato. Logra convencer al juez Le Roy de que es inocente y dimite como juez para poder actuar como defensor de la joven. Pero no resulta tan fácil convencer al jurado. Mary está a punto de huir de la ciudad, cuando la figura de un policía urbano le parece trasformarse ante ella en la de la Justicia implacable. Vuelve sobre sus pasos y corre hacia la Sala del Juzgado en el momento en que el jurado ha fallado contra Lillian. Mary presta declaración y relata como Lillian la salvó del ultraje que quería perpetrar el monstruo, Ely. El jurado rectifica formulando “Veredicto de Inculpabilidad'” sin moverse del estrado, y el juez Le Roy se ve recompensado por el consentimiento de Lillian en concederle su mano. éxito de sus criminales ñ E i Li | ii z Una de las Escenas Culminantes de “Cocaína” -Enero, 1916. 4 CINE MUNDIAL LA DAMA DEL MISTERIO. Marca “Biograph.” 3000 pies. En esta adaptación de una novela de Georges Ohnet, tenemos una historia interesante y de fondo dramático en general, basada en las hazañas de agentes secretos de un gobierno en sus luchas para apoderarse de la fórmula de un explosivo de alta potencia destinado a revolucionar el arte de la guerra. He aquí un tema conocido, en verdad; uno Una Escena de “La Dama del Misterio” r que ha sido interpretado por muchas compañías en otras tantas maneras, pero a pesar de “ello la casa Biograph ha sabido encontrar la forma y el giro adecuado en las escenas de expectante emoción, consiguiendo hacer una película realmente interesante. Los artistas tienen ocasión en que lucir ampliamente toda su habilidad y mérito. Louise Vale es Sofía, “La Dama del Misterio,” que debe incautarse de la fórmula de un explosivo codiciado inventado por el general Tremont. El personaje está admirablemente apropiado para Miss Vale que sabe ser seductora sin hacer que los espectadores olviden el móvil que inspira su fascinación y encanto. Al morir asesinado el general, la fórmula pasa a manos de Marcelo, un joven químico, dedicando entonces Sofía sus atenciones al nuevo poseedor de la formula, consiguiendo con pocos esfuerzos hacer que se enamore de ella. Pero comete la grave equivocación de enamorarse ella también y su pasión es tan avasalladora que le hace faltar a los deberes para con su patria. Habiendo robado la fórmula flaquea en su acción y llama a Marcelo a su cuarto para poder devolvérsela, antes de poner fin a su existencia bebiendo un veneno. La emoción dramática dominante en estas escenas finales es de gran intensidad y fuerza. Si la interpretación por Miss Vale atrae 'la mayor atención, hay también otras dos figuras a lo menos cuya labor teatral contribuye a realzar la historia, o sea los actores Franklin Ritchie en el papel de Marcelo y Charles Mailes como Hans, el agente de policía secreta, que sufre la pérdida de su mano derecha por una explosión. Durante el resto de la película sabe sacar provecho de lo que pasa por ser un brazo de madera. Lugares pintorescos de California y la lujosa presentación escénica característica de las películas marca “Biograph” hacen que esta obra cinematográfica sea un éxito. LA CAPA VERDE. Marca “Kleine.” 5000 pies. Al volver Ruth McAllister de un viaje por las comarcas del Oeste en compañía de su padre, John Gilbert la visita para renovar las relaciones. Aun no han terciado media docena de palabras cuando se percata de que se ha experimentado un gran cambio en la joven, que se niega en absoluto a continuar el noviazgo, no porque haya dejado de quererle sino por otras razones que se abstiene de divulgar. En el interin llega a la casa un extraño que, sin prestar atención a la doncella, se presenta casi sin aliento ante Ruth y Gilbert. La impertinencia sorprende a Gilbert, cuyo asombro aumenta al darse cuenta de que la presencia del intruso ha hecho que Ruth pierda el conocimiento. A las amonestaciones de Gilbert, el extraño se limita a contestar: “Pregunte Vd. a Ruth; ella le explicará todo.” Tan pronto vuelve en sí la joven, el extraño le manifiesta que no abandonará la morada hasta que haya hablado con ella a solas. Gilbert, en un arrebato de cólera, está ya dispuesto a lanzarse sobre el intruso cuando entra el catedrático McAllister, padre de la joven. Con gran sorpresa de Gilbert, Ruth presenta al extraño con el nombre de Mr. erald, un amigo que conoció en el viaje, y en seguida se excusa mientras los hombres comienzan a hablar generalidades. Al entrar Wilkins, el mayordomo, Gilbert nota la expresión de temor que pasa por la figura del extraño y la sonrisa sarcástica que se dibuja en los labios del criado. Momentos después, pretextando que tiene que escribir varias cartas importantes, trata de retirarse, pero el catedrático, que ya comienza a sospechar, le ofrece su biblioteca para despachar la correspondencia. Solo en la biblioteca, Ruth entra y le reprocha por haberse presentado en la casa. El replica que su vida está en peligro y le suplica que le ayude a escapar. Ella así se lu promete y sale a buscar un automóvil. Llega la hora de la comida y el catedrático, al abrir la puerta de la biblioteca para llamar a Gerald, lo encuentra muerto y asiendo con una de las manos varios flecos de seda verde análogos a los de una capa de Ruth. Momentos después de llegar la policía, Ruth regresa con el automóvil y, al ver al hombre muerto, da un grito estridente de gozo salvaje. Al interrogarla sobre la identidad de la víctima, Ruth se niega al principio a contestar, pero luego confiesa haberse casado con él mientras estuvo de viaje en el Oeste. La arrestan en el acto y días después el fiscal la acusa de asesinato. La película desenreda esta intersante maraña y el desenlace final no puede ser más emocionante. E] PÁGINA 27