Cine-mundial (1916)

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comodidades modernas, tales como servicios de agua fría y caliente, ventiladores, luz eléctrica y de gas, calefacción, etc. A poca distancia de los “camerinos” se encuentran los cuartos de baño para hombres y mujeres, así como varias balsas de natación. Al edificar la ciudad, los directores de la obra no olvidaron a los niños y también se construyó una escuela, que se halla bajo la inspección del Estado, aunque la Compañía Universal sufraga todos los gastos. De este modo pueden instruirse los hijos de los actores y otros muchachos que no trabajan en el cinematógrafo. Cuenta al mismo tiempo la ciudad con farmacia y hospital, ambos montados a la moderna y provistos del personal técnico necesario. No nos detendremos a enumerar la variedad de caballos, mulos y burros que aparecen en los corrales de la Ciudad Polícroma: las películas de la marca “Universal” no dejan lugar a duda sobre este punto y dan una idea eráfica de los recursos de la empresa. Sí _mencionaremos, no obstante, el edificio destinado a cocheras, donde tropezamos con toda clase de carrujes—algunos de ellos traídos de Europa para dar el “color” necesaro a ciertas escenas. Entre los vehículos raros se distinguen CINE MUNDIAL Entrada de la “Ciudad Polícroma.” varios trineos rusos y esquimales comprados por representantes de la Universal en las regiones donde se usan y una reproducción exacta de la carroza que condujo a la Reina Victoria de Inglaterra durante las ceremonias de la coronación, hecha por un reputado talabartero londinense. . En el garage encontramos treinta soberbios automóviles de diferentes tamaños y clases, desde el coche más lujoso hasta el autocamión de mayor potencia. Demás está decir que la Ciudad Polícroma representa hov uno de los sitios más interesantes de California. Allí van a convergir no sólo los viajeros procedentes de las diversas regiones norteamericanas, sino todos los desocupados de las poblaciones cercanas. Los círculos y sociedades organizan jiras a las montañas vecinas, desde donde pueden satisfacer su curiosidad viendo como se impresionan las películas, Para formarse una idea exacta de la atracción que la Ciudad Polícroma ejerce sobre el público, bastará mencionar que, desde su apertura, ha recibido tantos visitantes como los que acudieron a las Exposiciones de Panamá y San Diego combinadas desde el momento de la inauguración. Una Adhesión Valiosa Las dudas que pudiéramos haber abrigado sobre la viabilidad de nuestra misión van disipándose rápidamente al calor de la entusiasta acogida que CINEMUNDIAL ha sabido crearse. Lo que ayer presentiamos, hoy nos consta. Los hechos nos prueban que venimos a llenar un vacio—y dispense el lector que hagamos uso del eterno estribillo. Hace escasamente tres semanas que vió la luz el primer número de esta revista y ya hemos recibido diversas cartas repletas de frases alentadoras, frases de esas que dan ánimo a los redactores y allanan el camino de toda publicación en sus principios. Entre todas estas adhesiones, una de ellas es en extremo sentida y se destaca por los pensamientos que encierra. A continuación la transcribimos, no sin antes dar las gracias al firmante por los conceptos encomiásticos de que nos hace objeto. CINE-MUNDIAL Por más que de todas las partes del mundo he leído publicaciones periódicas, dedicadas a diversos temas, no había caído en mis manos revista alguna dedicada exclusivamente a la industria cinematográfica, a esa maravillosa industria que deleita al igual que instruye admirablemente. Hasta ayer no más, hastiado como estaba, sin poder encontrar algo original que me sacara de cierta lobreguez sin motivo que de modo tan raro había invadido mi espíritu, llegó a mi un precioso magazine profusamente ilustrado, que lleva por título “CINE-MUNDIAL.” Pensé al momento que era alguno de tantas que de todas partes recibo con sus páginas pletóricas de escenas guerreras, que, como es natural, a un joven como yo poco interesan; pero su título despertó en mí FEBRERO, 1916 B~ ~~~ la curiosidad y empecé a hojear el bien tallado cuaderno, observando con extrañeza, a la par que con ese interés que nos producen las cosas nuevas, que es órgano exclusivo de la grandiosa industria cinematográfica. Leí casi con vehemencia la serie de palpitantes artículos que contiene, y que lejos de toda fantasía, hablan con persuasión del indiscutible mérito de la industria cinematográfica, la cual siempre me ha impresionado vivamente, tanto porque debido a ella me he formado un concepto casi cabal del sin par progreso que han alcanzado los centros fabriles de los Estado Unidos, como porque en mis horas de incertidumbre, en esas horas sin luz que todos tenemos, he encontrado en el cinematógrafo preciosa distracción; pues ¿quién es aquel que, por más contrariado que se encuentre, al entrar a un salón de espectáculos cinematográficos, no aleja de su mente, con la vista de pintorescos paisajes e inefables dramas novelescos, todos los fantasmas tétricos que le contrarían? Creo, sin temor de equivocarme, que todos encuentran en esta clase de salones benéfico entretenimiento; ora viendo los horrendos dramas de la guerra; ora conociendo las grandes ciudades, sus principales edificios y su movimiento comercial; ora admirando la belleza de lagos, ríos, colinas y todo cuanto tiene de admirable la Naturaleza. Y todo esto le vemos desde nuestro cómodo asiento, sin las incomodidades del tren los peligros del mar ni los consiguientes gastos y transtornos que originan jos viajes. El programa que “CINE-MUNDIAL” se propone desa rrollar es, sin disputa, el único de su género presentado ante el público lector hasta la presente fecha, y por consiguiente, de vasto campo, principalmente para los países latinoamericanos, que están llamados a colaborar con tesón para dar a conocer su importante obra, ante las naciones extranjeras, por medio de la industria cinematográfica. MANUEL CENTENO MIRALDA San Francisco, Cal., 2 de Febrero de 1916. Consulado de Honduras. El PÁciNa 59