Cine-mundial (1916)

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q | ijl La “Rueda de la Vida,” o Zoetropio, el primer aparato que reprodujo los movimientos por medio de una ilusión óptica. ¿Quien Inventó el Cinematógrafo? a ON motivo de la situación precaria en que se encuentra en Londres Mr. W. Friese Green, a quien muchos atribuyen la paternidad de las vistas animadas, ha vuelto a suscitarse otra discusión en la prensa sobre el origen del cinematóAZ C> grafo. Como todas las polémicas de esta índole que de tiempo en tiempo se han entablado, sólo ha podido confirmarse que perdura aun la misma divergencia decriterio sobre este punto, aunque muchos de los peritos inclinan la balanza hacia el lado de Edison, que al inventar o perfeccionar la película flexible de celuloide hizo posible el gigantesco desarrollo comercial de la industria. No cabe duda, sin embargo, de que Mr. W. Friese Green hubo de hacer experimentos cinematográficos, algunos de ellos con resultados prácticos, mucho antes que los inventores cuyos nombres se han hecho famosos en esta última década. Hace aproximadamente cincuenta y dos años que Mr. Green realizó en público sus primeras pruebas cinematográficas, llegando a proyectar fotografías sobre un lienzo. La exhibición se efectuó en la antigua ciudad inglesa donde se reunía la aristocracia siglos He aquí la primera película. Sólo tenía veinte pulgadas de largo. atrás, de Bath, y la vista consistía en una joven que movía los ojos de lado a lado. Recuerdan las crónicas de aquella época que uno de los espectadores, creyendo que se trataba de algún juego de mágica, insistió en tocar el telón con la mano dispuesto a delatar cualquier superchería. Poco despúes Mr. Green logró impresionar una película de veinte pies de largo— longitud enorme en aquel entonces. Sea como fuere, y poniendo buen cuidado de no fallar en este escabroso pleito que lleva trazas de no terminarse, vamos a describir por encima el primer dispositivo conocido que reproducía los movimientos por medio de una ilusión Óptica. El Zoetropio, o “Rueda de la Vida,” un jueguete mecánico que se presentó en plaza allá por el año 1833, retrataba los movimientos de un caballo al galope con una realidad sorprendente. El aparato consistía en un cilindro hueco, cuya superficie llevaba múltiples ranuras, que giraba sobre un eje vertical. Al interior de dicho cilindro se colocaba una serie de vistas que venían a representar partes de la figura que se deseaba poner en movimiento. Volteando el cilindro y mirando a través de las ranuras, se experimentaba una ilusión óptica perfecta. Cine-Mundial en España Nuestro Corresponsal en Madrid. Ha salido para España nuestro querido compañero de redacción, Don José Sobrado de Onega. Lleva la representación: de CINE-MUNDIAL al viejo solar hispano y establecerá su residencia en Madrid, desde donde reflejará en sus crónicas todo lo relativo al Arte, afición y creciente desenvolvimiento en aquel país, de la industria cinematográfica. La intimidad y el afecto que nos une al distinguido escritor, nos veda todo linaje de elogios en su obsequio, obligándonos a limitar estas líneas a una cariñosa manifestación de despedida. No obstante, nos vemos en la precisión de decir a nuestros lectores que el Sr. Sobrado de Onega está desde hace tiempo profundamente ligado con todo lo referente a cinematógrafo. Autor aplaudido de varias Don José Sobrado de Onega. películas y gran conocedor de los gustos tan varios y complejos del público aficionado al lienzo, no ha de ser sorpresa que su labor desde la capital de España sea una obra de orientación y de reglas que se dejará notar en la América Latina, donde tan arraigado perdura el mismo bello sentimiento artístico de la antigua metrópoli. Nadie mejor que él podrá, desde allí, secundar eficazmente el propósito de CINEMUNDIAL manifestado en nuestro último número, de lograr que las empresas americanas traigan autores y artistas hispanolatinos que interpreten. el maravilloso producto de nuestro ingenio teatral, avalorado por la grandiosidad de los escenarios de que aquellas disponen y del inimitable perfeccionamiento técnico de sus producciones. Cordialmente deseamos al querido camarada un completo éxito. Marzo, 1916 e= I Pácına 103