Cine-mundial (1916)

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E Eva Tanguay y su Compañia La gran favorita yanqui se estrena en el lienzo con una película cómica de cinco mil pies de largo.—Forma compañía propia y ha resuelto darse a conocer en los países latinos.—En los Estados Unidos ha batido el “record” de los ingresos en teatros de variedades.—Se propone hacer lo mismo en el “cine.” VA TANGUAY, considerada en la actualidad como una de las actrices cómicas más populares de los Estados Unidos, nació en Holyoke hace unos veintiocho años, según ella misma nos comunica, aunque este es un punto sobre el cual no nos atreveríamos a jurar. Hizo su primer saludo ante las candilejas a los seis años mal contados y no tardó en revelar excepcionales facultades. Durante cierta excursión llevada a cabo por una compañía de segundo orden, en la cual ostentaba contrato de dama joven, logró que el empresario le dejara montar un número de canto y baile en los entreactos, y desde aquella fecha data su fama. Inmediatamente se apoderó del público y sus éxitos se repetían de ciudad en ciudad. En seguida se formó a su alrededor un gran núcleo de entusiastas admiradores y los entendidos en cuestiones teatrales auguraban que la artista, cuyo trabajo rompía todos los moldes imaginables, estaba llamada a producir gran sensación tan pronto se diera a cono. cer en la metrópoli. Y así fué.. Al terminar la temporada vino a Nueva York y debutó en uno de los suntuosos coliseos de Broadway. Aun no había transcurrido una semana y ya la proclamaban las empresas y el público como la cómica excéntrica más sensacional de la época. Desde entonces el nombre “Tanguay,” en los países de habla inglesa, es sinónimo de excentricidad teatral. Miss Tanguay formó compañías, viajó por los Estados Unidos de Este a Oeste y Norte a Sur, pasó a la Gran Bretaña, visitó las principales colonias inglesas y en todas partes dejó gratos recuerdos entre el público y enriqueció a las empresas. Después de un corto retiro, cuya causa representa uno de los misterios de la escena norteamericana, reapareció de artista de variedades y obtuvo nuevos triunfos, probando: una vez más que. su personalidad es única y su labor inimitable. El couplet “I don't care” (“Yo no me peocupo,” traducido libremente) se ha cantado hasta en los más recónditos confines del mundo anglosajón. Toda la prensa yanqui está de acuerdo en que su trabajo tipifica desenvoltura, sed de vida, alegría ilimitada, pero sin movimientos nauseabundos ni gestos degraMiss Tanguay en “Eva la Enérgica,” dantes. su primera película. En estos mo AcosTo, 1916 O A A ARA AA o . nsss o mentos se desarrolla en la carrera de Miss Tanguay una nueva fase—la cinematográfica—y por eso la traemos a las columnas de CINE-MUNDIAL. Según las noticias que nos llegan, acaba de terminar su primera película, una comedia de cinco mil pies de largo titulada “Eva la Enérgica,” que de seguro ha de tener éxito instantáneo dondequiera que se exhiba si el director ha sabido sacar partido de las extraordinarias dotes de la actriz. Miss Tanguay ha constituído una sociedad para explotar sus producciones cinematográficas, rodeándose de elementos valiosos dentro de la industria, en lo que atañe a la parte comercial, y de un personal artístico que sabrá secundarla como es debido. La entrada de esta favorita popular en el amplio campo de las vistas animadas era de esperarse y lo raro es que no se haya decidido antes, siguiendo el ejemplo de otras figuras no menos célebres. Nos consta que en estos últimos tiempos se le han hecho ofertas en extremo ventajosas para que abandonara la escena hablada, algunas de enormes proporciones. Una de las empresas más importantes de NorteAmérica quiso contratarla durante dos años mediante un sueldo neto de $8,000 por semana, suma equivalente a $832,000 durante el término del convenio. La atracción que ejerce Eva Tanguay sobre el público se ha discutido mucho entre los cómicos, pero los empresarios jamás la han puesto en duda y todos la juzgan con unanimidad. Y es lógico y natural que así suceda. La gente de teatro, en la mayoría de los casos, censura por instinto y se aferra a determinadas escuelas. Las empresas, por el contrario, están libres de prejuicios de clase y juzgan a los cómicos por el efecto que su trabajo produce en la taquilla. Aunque este último método no puede tomarse como modelo para fallar en cuestiones de arte, es indiscutible que constituye el único medio factible para determinar la popularidad de un artista. Y Eva Tanguay es suprema en los Estados Unidos como atracción de taquilla. Es la única actriz de variedades que ha logrado trabajar en Nueva York durante tres años consecutivos, habiendo sido contratada veintidós veces seguidas en el Teatro “Colonial,” veintisiete veces en el “Alhambra” y veinticinco en el “Orpheum” de Brooklyn. Ha batido el “record” de los ingresos en cuantos teatros de variedades se ha presentado y todavía no hace un año que ganó el primer premio—un medallón de brillantes—en ún concurso organizado por los empresarios de los Estados Unidos para averiguar quién era la artista que mayores llenos proporcionaba. i Con semejante bagaje, es de suponerse que las cintas de la nueva compañía tengan aceptación general en los Estados Unidos y Europa, y, a nuestro juicio, tendrán la misma favorable acogida en los países de habla española donde se exhiban. Eva Tanguay en una de sus caracterizaciones favoritas. PÁGINA 335