Cine-mundial (1917)

Hayakawa públicos internacionales. Por GIL PEREZ L 10 de Junio de 1889 nació en Tokio, Japón, Sessue Hayakawa, el actor asiático que mayor sensación ha causado entre los públicos de Europa y América. Procedente de una familia que había venido dedicándose al teatre por varias generaciones, y sobrino de un famoso director de escena, era lógico suponer que no tuviera necesidad de vencer obstáculos para continuar por esta senda. Pero por aquella época despertaba el país a la vida moderna, ansioso de ocupar, aún a costa de los mayores sacrificios, un puesto entre las grandes potencias del mundo, y los servicios militares constituían las únicas carreras a que aspiraban los elementos pudientes. Los padres de Hayakawa, sin poder substraerse a la influencia de esta política de expansión y dominio, acordaron que su hijo se educara para la marina de guerra, y al efecto ingresó en la Escuela Naval del Japón tan pronto tuvo la edad reglamentaria. La aventura marítima no duró. Hayakawa mostraba poco interés por los estudios del curso, pero en cambio llegó a imitar sin aparente esfuerzo a todos los catedráticos de la Institución y su gran placer consistía en descubrir entre ellos algún nuevo gesto o manerismo. La familia pronto pudo convencerse de que el futuro mímico haría sobre el agua un papel tan desairado como el pez fuera de ella. A los diez y ocho años “debutó” en la escena hablada. Por varias temporadas anduvo de la ceca a la meca en elencos de modestas empresas, hasta que por fin logró establecer una “entente” con su tío, el director y. empresario, y se le contrató para secundar a Sada Yacco, en cuya compañía hubo de trabajar durante seis años. Entre los públicos occidentales dióse a conocer cuando la célebre trágica japonesa pusó en práctica la idea de realizar una jira internacional acompañada de sus mejores artistas. Hayakawa vino con Madame Yacco en calidad de primer actor y con ella recorrió las principales capitales del antiguo y nuevo mundo. Terminada la tournée, se matriculó en la Universidad de Chicago con objeto de estudiar literatura inglesa y allí concibiera el plan de introducir en el teatro japonés las obras de Shakespeare e Ibsen, algunas de las cuales tradujo de y después puso en Tsuru Aoki (Lasky). escena a su regreso a Tokio. Su mayor éxito en este género lo obtuvo con la interpretación de Otelo. Más tarde reapareció en California al frente de compañía propia, llamando la atención de los magnates teatrales desde los principios de la temporada en San Francisco, ciudad que Acosro, 1917 o Bosquejo de su carrera artística.—Exitos del gran trágico japonés bajo los auspicios de la Lasky.—El fotodrama “El impostor” ante los CINE-MUNDIAL cuenta, muy a su pesar, con la colonia japonesa más numerosa de los Estados Unidos. Atraído por noticias publicadas en la prensa, Jesse L. Lasky, gerente de la empresa cinematográfica que lleva su nombre, tomó el primer tren desde Nueva York a la costa dei Pacífico-un viaje más largo y costoso que de aquí a Europa—y una noche hizo acto de presencia en el teatro. Al día siguiente el actor nipón pertenecía, mediante contrato por varios anos, a la famosa compañía del grupo Paramount. Su éxito sobre el lienzo fué instantáneo AD BON GU primera obra, tuvo en los Estados Unidos resonante acogida y colocó al artista en primera línea entre los grandes favoritos del cine. Después se le encomendaron los papeles principales de “El honorable amigo,” “El alma de Kura San,” “Cada oveja con su pareja” y “La botella mágica,” fotodrama basado en el notorio plagio de Stevenson. Entre los artistas de nombradía que han trabajado con él ante la cámara, se destacan Edward Abeles, Myrtle Stedman, Blanche Sweet y Fanny Ward. Secundado por Miss Ward interpretó uno de los melodramas más efectivos de la cinematografía mundial, “El impostor,” que ha sido objeto de alabanzas, censuras y acres discusiones en la prensa diaria de cuantos países se ha exhibido. El triunfo de Hayakawa en el papel de “Tori” de esta obra no recordamos que tenga paralelo en la escena muda o hablada durante estos últimos tiempos. En varios Estados de Oeste norteamericano, donde el problema racial reviste caracteres muy serios, las autoridades se vieron compelidas a prohibir la película para evitar motines sangrientos. Hubo sitios en California en que los mineros y “cowboys” la emprendieron a tiros contra la pantalla. En Francia, cuando se estrenó hace ocho meses escasos, varios diarios de París llegaron a declarar, en tono reprobatorio, que el público se interesaba más por la película que por los sucesos de la guerra, y en la Argentina fué el acontecimiento de la temporada de Otoño de este año. Recientemente casó Hayakawa con la artista japonesa Tsuru Aoki, que actualmente secunda a su marido en los estudios de la Lasky y viene revelando aptitudes singulares para el trabajo sobre el lienzo. Ambos constituyen hoy por hoy una de las parejas dramáticas más completas del arte mudo. En cuanto a físico, el actor se aparta de las características de la raza en estatura y peso. Mide cinco pies ocho pulgadas y registra sobre la báscula cerca de ciento sesenta libras. Su piel es de un color amarillento mate, con ojos y cabello de un negro intenso. Tiene dominio absoluto sobre la expresión de la cara y los movimientos del cuerpo. Eliminando a Sarah Bernhardt, es, sin disputa, el artista extranjero que más ha hecho sentir y mejor ha sabido subyugar a los públicos de Norte-América. Sessue Hayakawa (Lasky). o PÁcINA 389