Cine-mundial (1921)

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CINE-MUNDIAL Cronica de Puerto Rico En los treinta dias de noviembre — Las funciones del “Teatro América”, “Crosas y Compañía” — La eminente cupletista Consuelo Mayendia — “Los Parras” en el “Rialto” — Las cintas más importantes — “The Porto Rico Photo Plays Inc.” — El notable violinista Dalmau en “El Teatro Municipal”. ARA el cronista es fácil hacer francas y entretenidas impresiones alrededor del larguísimo mes de esparcimientos públicos, en los que ha sido lo primero una cinta, siempre una cinta, o de la Metro, o de la Universal, o de la Artcraft-Bray, los más proficuos proveedores de este mercado tan leal consumidor de sus productos gozosos de fama. X La más candorosa abulia nos poseería, si sólo tuviéramos que resefiar, monda y descolorida, la verdad del primor de las obras cinematográficas; la emoción de sus cuadros o escenas caprichosas e incoherentes de acción y pasión que se dicen, pomposamente, fotodramas y comedias de -ran éxito; porque son tan monótonas, tan uniformes y convencionales, que si lograron arrebatarnos en exclamaciones de admiración y de goce un día, en verdad ya vienen produciendo en el ánimo de los más cálidos devotos de ese arte de la pantalla, sensibles y contagiosas flores de hastio y de abandono. Se advierte que pocos son los que se manifiestan satisfechos con los “motivos” y la unidad de esas cintas, cortados arbitrariamente con efectismos barrocos y frágiles exultados con efectos emocionales falsos y pueriles. Les falta vida subjetiva verosímil y situaciones de franca analogia entre si. Lo cual hace que el espectador inteligente se sienta torturado y defraudado en sus placenteras aficiones. Y, esto ocurre, por lo general, todas las noches. Nadie se bienhalla con esas obras donde nutren su gloria esas “estrellas” altisimas que son la fuerza del asunto. Estrellas y dramas fueron placer que ya medio pasó. Hoy sólo comienza a gustarse, y con cierta debilidad, de las estrellas; pero en cuanto son lo mejor y perpetuamente simpático de las casas creadoras, incluyendo el “arte natural” de las alegres y picarescas “comparsas de baño”, como las ninfas adorables de “Lorelay”. La suerte que ahora, al margen o al pie de esas exhibiciones continuas, nuestros empresarios, copiando el modelo de las capitales notables, de vez en vez suelen colocar una fragante pareja de baile, como “Los Parras”, en “Rialto”, o una maravilla del couplet y de la delicadeza artística, como la Consuelo Mayendía, proclamada así en el elegante y limpísimo “Teatro América”, o un cuadro de finas acrobacias, como el que actualmente triunfa en el espléndido “Victory Garden” (Olimpian Troupe), que además fué presentado, obteniendo un clamoroso éxito, en el gran “Cine Imperial” de Gelabert y Piñeiro. Especialmente debe mencionarse la temnorada que viene haciendo la Mayendía en el “América” de Crosas, Paoli y O’Ferrall, porque ofreció, desde su estreno, un fresco acento de alta novedad y, acaso el raro deleite de una maestra del matiz y la belleza. La celebradísima artista se resigna con lo reducido de su voz; pero se envanece, con razón, se enorgullece — para lo menos cinco generaciones futuras suyas — de su impecable dominio del equívoco; en la sutil enunciación de caracteres y de tipos; en la gracia y soltura de las maneras dramáticas y cómicas, en el vigoroso perfil de veracidad, en la emoción peculiar de cada canto y donairosa tonadilla, en la insinuante voluntuosidad impresa a esos levés madrigales que son como febriles soliloquios que una traviesa Colombina teje y desteje en la eterna burla a los Pierrots de la caravana del amor y sus levedades paganizantes. Ciertamente. Como novedad, no ha habido otra que la de la presentación lujosa de la gran “canzonetista” española. En la crisis teatral que aquí se viene padeciendo por distintas causas (los altos precios, unas veces, para ver memas chiri Enero, 1921 < (De nuestro corresponsal) Sr. Enrique Gonzalez, conocido hombre de negocios de Espana y Puerto Rico, que esta principalmente interesado en la “Porto Rico Photoplays, Incorporada” gotas. la falta de teatros adecuados otras, por su exigua capacidad), se ha señalado, como un agradable “success”, la aparición en el “Teatro América” de esa estrella de veras, por un dólar butaca. Y lo ha sido en efecto; porque, por lo mismo — multiplicado el personal, desde luego — Velasco cobró cuatro dólars. ¡Que conste! Y en esto no hay reticencia... a ES E lo que se puede deducir: que los em presarios de cine, en tanto llega el “verdadero” fotodrama y “comedia”, “auténticos” (que a eso se llegará, irremediable y luminosamente), tienen que buscar los alicientes esos ofrecidos últimamente, que dan amenidad e interés al espectáculo, salvando, asimismo, el desastre de la película de argu mento repetido y arbitrario casi siempre, venero de mohines de disgusto y de protestas tediosas en los que tenemos que sufrirlas durante noventa minutos corridos y entumecidos en la butaca. El eminente violinista argentino don Andrés S. Dalmau está ocupando el Teatro Municipal, con un formidable éxito. El gran concertista se ha llenado Ge gloria merecidísima. Quieras que no, se fundan, se reconstruven hermosos salones-teatros de cine en esta Ciudad y ea toda la isla. El cine “Habana”, de dun Ramón Tembleg, a principios de año quedará convertido en un competidor digno del “Victory Garden”. El “Cine Campoamor”, de Guayama, propiedad del doctor Muñoz, también estará listo el día 31 de diciembre, estrenándose esa noche con una exhibición gratis que durará hasta el amanecer del día primero de enero de 1921. Suficiente es agregar que este popular sitio de recreo estuvo cerrado desde julio en que se comenzaron las obras de su perfeccionamiento, dejando el negocio al “Cine Primavera”, único digno de Guayama que ha venido ofre ciendo las veladas con las celuloides. El mismo “Rialto”, iniciado el nuevo año, comenzará sus obras enormes de reconstrucción y fundación de un salón más amplio con la casa inmediata adquirida para ese objeto. “Rivoli”, de Río Piedras, de don Francisco Rodríguez, y el “Teatro Nuevo”, de Gelabert y Piñeiro, son muestras cabales y plausibles de esos empeños de renovación que cunden en el negocio del cine en esta isla. ¡Y que sea para bien de empresas y del público! ¿No ha vuelto el “Cine Luna” a hacerse sentir como un gran sitio, como lo aue fué en su fundación? E PARA coronar y estimular esos propósitos de incuestionable progreso en la industria, “The Porto Rico Photo Plays Inc.”. comenzará muy pronto sus. trabajos de creación de películas puertorriqueñas expresadas por vrestigiosos artistas americanos. Es una empresa fundamentalmente nativa que con entusiasmo y fé incomparables, estudió el proyecto, y ha terminado los primeros planes en la pronta e inteligente fundación de marníficos talleres en una zona abierta y muy apropiada del pintoresco “Hato Rey”, a doce minutos de San Juan. Aparte ya de haber adelantado asombrosamente los establecimientos diversos, edificios y jardines encantadores, y la sabia distribución de los distintos parajes escénicos en donde a perfección la naturaleza dará su presencia opulenta, a>arte eso, ya hay contratos con algunos de los artistas renombrados que vendrán a “filmar” Jas primeras cintas de la “fábrica”. Todo lo cual puede que comience a ser amable realidad en los meses de febrero a marzo. Y ya podríamos decir (si así ocurriera, ¡en buena hora!) a algunos espíritus claros y ambiciosos (¡noble ambición!) y centinelas del más alto y enérgico ideal de progreso que todo lo renueva, y lo crea, y lo enaltece, y lo fecunda haciendo la vida mejor digna de vivirse: que asistimos a una grande sorpresa en la posibilidad bendita de que de esta islita vayan a California, y a Nevada, y a Arizona, los incomparables paisajes llenos de luz y de sombras, de serenidad y de gracia, el criollismo típico, que finge a este nativo en el más cordial y displicente abrazo de unidad en el ambiente y en la tierra. Irán a saludar esos lugares de vida, risueños, pintorescos y vivaces, luminosos como una natividad, diciéndoles a la vez que aquí hay sol, sol de fulguración cegadora para todos los encendimentos y todos los matices de los cuadros; procesiones pavorosas de montañas erectas y de abismos graves como una amenaza, y una sonrisa ingenua que sale de su alma como una caricia, en la firme cualidad del carácter tropical, señuelo de bondades infinitas y de venturas sin cuento. Y, además, preconizando que posee una profunda consciencia del más fuerte, múltiple y celebrado arte de las sociedades modernas: el Cine. Este país que no tiene en la industria ni una fábrica de papel, ni un molino de arroces, ni “hangares” de aeroplanos y que, en cambio, sabe fundar una empresa de las proporciones y serias responsabilidades de la “Porto Rico Photo Plays Inc.”, ¿sabrá de arte y de cosas grandes?... FD * CABA de regresar de New York y de esa importante empresa CINE-MUNDIAL, nuestro amigo y conterráneo Angel M. Villamii, dispuesto a vigorizar la circulación y el prestigio de esta revista en toda la isla. El querido cofrade ha comenzado una acti > PÁGINA 83