Cine-mundial (1921)

Sr. José Villard Cinematografista venezolano que se halla en Nueva York. N VIAJE de negocios se encuentra en Nueva York el señor José Villaró, Ge rente de la Sociedad de Cines y Espectáculos de Caracas, Venezuela. El señor Villaró nos comunica que, en breve, inaugurará su empresa un nuevo Teatro en Caracas que, nos aseguran, será el más elegante y céntrico de la progresista y bella metrópoli venezolana. El pricipal objeto de su viaje es comprar películas y material con que equipará su empresa el nuevo teatro y, al mismo tiempo, solidificará las relaciones de su empresa con proveedores americanos. EL SOL POETA... (viene de la página 15) soberbios cuarteles generales en Brooklyn... Las dos plantas mds modernas de cinematografia en Nueva York no dejan penetrar un solo rayo de sol en su interior: son opacas completamente. El sol, dicen los directores, tiene cambiantes que echan a perder la pelicula: a veces son amarillentos sus rayos; otras, rojizos; en ocasiones más luminosos que en otros. De modo que es preferible depender enteramente de los focos de arco. Por eso los directores de gran fama fueron los primeros en desertar las tierras: del sol y Griffith dejó a Los Angeles por Mamaroneck, en Nueva York. La Universal tiene sus galerías en Fort Lee, en la costa de Nueva Jersey, y la luz violeta de sus “estudios” puede verse desde Nueva York, cuando la noche es plácida y deja que la luna juegue un poco con las perezosas aguas del Hudson. Los talleres de Fox costaron más de dos millones y en su interior están no solamente las galerías cinematográficas, en donde pueden hacerse varias docenas de escenas a un tiempo, sino los despachos y oficinas administrativas, los escritorios de gerentes y directores, la central de producción, anuncios, embarques, exportación, alquiler, exhibición y distribución. El edificio abraza una extensísima porción de terreno y cada uno de sus cuatro pisos, aparte del sótano, está especialmente adaptado para que los diversos departamentos, aunque conectados entre sí, no se entorpezcan mutuamente. AMí las luces de mercurio y las de calcio, los focos de arco y los incandescentes, tas temibles baterías de lámparas y los otros soles en pequeño, esclavos del Oro. Enero, 1921 < CINE-MUNDIAL La planta de Famous Players está a cargo del gerente general de la compañía, el señor Arthur V. Smith. Alí se hallan los vastos talleres de carpintería y escenografía, el guardarropa y los aposentos de los artistas y las oficinas de los ayudantes y servidumbre. Diez mil trajes caben en la ropería. En el departamento de arte y decorado trabajan ocho arquitectos. En el de argumentos, todo el personal ocupa sus secciones y despachos especiales. En el segundo piso del edificio, trabajan los empleados de la sección de compras, y en el principal están el cajero y los tenedores de libros. Para la exhibición de cintas, hay un teatro modelo, en el interior del taller, con capacidad para cien personas. Los directores, inclusive Zukor, Lasky y Smith tienen, cada uno, lujosos escritorios, y en cuanto a los principales actores y actrices, sus “cuartos” consisten de una sala de recibo, una habitación para sus secretarios, una alcoba, un cuarto de baño y un enorme guardarropa. Veinte compañías pueden trabajar simultáneamente en los talleres de Famous Players en Long Island. Nueva York, pues, ha destronado a Los Angeles... Las lámparas de mercurio han destronado al sol-poeta! CINCO PREGUNTAS PERSONALES (viene de la página 13) literatos y artistas franceses en la casa de la eminente Cecile Sorel de la Comedia Francesa, algunos de los presentes expresaron el deseo de verme bailar. Tanto empeño pusieron en ello, que al fin me decidí, pero el piso estaba tan pulido que, en mitad del baile, resbalé, caí y di dos o tres estupendas volteretas. Cuando logré recobrar el equilibrio, estaba yo mortificadísima. Pero todos los presentes aplaudían a rabiar. Le advierto a usted que, como el baile fué “impromptu” no tenía yo vestido a propósito para baile, de modo que ya se figurará usted la vergüenza que aquella caida me produciría. —Me lo figuro—dije.—Ahora, dígame usted: aparte de sus propias producciones, ¿cuál opina usted que es la mejor película del año? : —“Allá en el Este”—respondió Mae sin vacilar—me conmovió profundamente, a pesar de que conozco las intimidades del taller cinematográfico y la forma con que se producen ciertos efectos. Y, terminada mi encuesta, me despedí, no sin que Mae me hubiera prometido, “por haberme portado bien”, un primoroso espe ~ Betty Compson, de la “Goldwyn”, lanza al lector el desafío de sus encantos. > PÁGINA 102