Cine-mundial (1921)

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CINE-MUNDIAL Y el gobierno se metió en el asunto prohibiendo nuevas exhibiciones y or denando que se cerrara el teatro. De ahí los discursos y la probable crisis parlamentaria. El lío viene de que unos niegan y otros OSC =>: “La Marca de Fuego” hecha ópera en la Ciudad-Luz L 4 de febrero se estrenó en París, en E la “Opera Comique”, la versión dramá _ tico-musical de la película de Héctor Turnbull, “La. Marca de Fuego”, que fué llevada a las tablas por Paul Millet y André Loudre. Camille Erlanger, el compositor de “Afrodita”, fué quien hizo la música. Esta óvera, la primera en el mundo que se haya tomado de una película yanqui, está, como decimos, basada en la cinta que tanta fama dió a Sessue Hayakawa y tiene por título en francés “Forfaiture'. Es lástima que el compositor francés haya muerto a poco de haber terminado la instrumentación de la obra, porque sin duda que ésta es un triunfo musical y artístico, a juzgar por los comentarios que de ella hace la crítica parisiense. El señor Turnbull, autor del argumento, está naturalmente envanecidísimo de este triunfo, que marca una nueva etapa en los anales cinematográficos. No es extraño que el tema se adapte a los temperamentos latinos ya que, como se recordará, tiene sobrados elementos dramáticos. Al mismo tiempo que se representa “La Marca de Fuego” (The Cheat en inglés) en la “Opera Comique”, está preparándose su adaptación al teatro dramático francés. Probablemente dentro de poco veremos por nuestros teatros la versión castellana. Douglas Fairbanks a punto de Matarse Haciendo Cintas FINES de enero, Douglas Fairbanks, el atrevido e incansable héroe del “Moderno Mosquetero”, sufrió un acciden te que hasta la fecha lo tiene metido en cama y con más vendajes que una momia egipcia. El actor estaba trabajando en su última película, que se llama “El Loco” o algo así. El argumento exigía que Douglas se echase por una ventana, de cabeza y a través de la vidriera y fuese a dar, como catapulta, sobre el pescuezo de un transeúnte, a varios metros de distancia más abaio. Con su inimitable sonrisa, Douglas se lanzó, pero tropezó con el marco de la ventana y en vez de “aterrizar” en el transeúnte, cayó pesadamente al suelo, se torció el cuello y se destrozó la muñeca. Va de alivio, pero no necesitará menos de seis semanas para volver al taller a. ensayar de nuevo el salto fatal. Una Obra Teatral Conmueve al Parlamento de Viena s EIGEN”, una obra escrita hace veinte años por el famoso autor vienés Arthur Schnitzler, ha producido prolon gados y agitadísimos debates en el Parla mento austriaco y hay quien dice que acabará por provocar una crisis. La tal obra, que es de una sicalipsis agresiva, y que, según dicen, no tiene grandes méritos artísticos, produjo un escándalo morrocotudo cuando se presentó en Viena, después de haber paseado por los teatros alemanes, donde también el público interrumpió y pateó su representación. Marzo, 1921 < apoyan-el derecho del burgomaestre de Viena a suspender Jas representaciones escandalosas. É Los socialistas v los católicos están tirándose las bancas del Congreso a la cabeza v todo el mundo habla del asunto. Total: que, como a despecho de las autoridades, la obra si“ue sailendo en público, el teatro está a reventar y los empresarios, con el libre reclamo de los señores representantes, haciendo su agosto. Un lío literario René Doumic, editor de la “Revue des Deux Mondes”, de París, ha sido condenado por un juez de aquella ciudad a publicar en su revista las contestaciones que dos autores hicieron a un artículo de crítica de sus libros que apareció en dicha >ublicación. Silvain v Jaubert (los escritores en cuestión) enviaron a la “Revue” sendos artículos alabando los trabajos de que-se trata y el editor no h é 7 Bar Otra que defiende las perlas: Elaine Hammerstein, cuya “Selznick” se llama: “La infeliz de Margarita Kirby”. quiso dar cabida a los artículos encomiásticos, declarando que había dicho la verdad al criticarlos y que no se retractaría. Pero el juez, apoyado en una ley de 1882, dijo que los quejosos tenían derecho a exigir, gratuita, la publicación, en el periódico que les criticase de una respuesta dos veces tan extensa como el otro comentario. Toda la prensa de París está ahora ocupándose del asunto y se ha armado el enredo más grande de que haya memoria en los círculos literarios. El Hospital de “Paramount” Seiscientos pacientes recibieron asistencia médica en los hospitales de la casa “Paramount” en el curso de tres meses. La manufactura de película resulta a veces tan peligrosa y es tal el número de personas que en ella toman marte, que la comnañía de que hablamos decidió abrir una clínica en su estudio de Long Island, destinada a dar socorro inmediato a quienes lo necesitasen. La mavoría de los “casos” fueron por pequeños accidentes, pero no faltaron sraves. Uno de ellos es curiosísimo: una quemada producida por la luz artificial. La sufrieron ciertas jóvenes que llevaban trajes escotados y que tomaban parte en una película de Dorothy Dalton. La luz de las lámparas “Kleig” era tan fuerte que les dejó el puescuezo casi en carne viva. última película para Si compite con Elaine, decimos también nosotros: ¡infeliz! > PÁGINA 227