Cine-mundial (1921)

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CINE-MUNDIAL Vi YANIN Cronica de la Habana Dicen que hay crisis, pero corre el dinero — Extraordinaria animacion en las fiestas de carnaval — Política enredada — Exposición de las obras de Pinazo — Kubelik y Rubinstein — Despedidas, homenajes y beneficios — Movimiento cinematográfico animado — Otra nueva revista cinematográfica — Por los teatros. L REPORTER trae en su cartera un pufado de noticias. Las hay de todas clases y tamaños: interesantes, poco interesantes y nada interesantes. Pero todas merecen la publicidad, ya que lo que a unos interesa tiene a otros sin cuidado y, viceversa. La crónica de este mes tiene una gran ventaja. Y es que suprimo en ella los comentarios con lo cual creo hacer un favor a los lectores. Porque en resumidas cuentas, ¿qué puede interesarles a éstos lo que yo opine de aquel o del otro asunto? Ellos pensarán con su magín y de ese modo no necesitan que les den las opiniones hechas. Quizá otro día me sienta comentarista y entonces será ocasión de comentar algo, aunque no se me oculta que del comentario a la crítica hay solamente un paso, y de ésta a la murmuración apenas hay medio paso. ; Digo mal? Si así es, seré un equivocado; pero también un sincero. Por hoy, como dejo dicho, me ciño a la noticia, a la simple gacetilla. Y asi diré que los espectáculos en la Habana marchan viento en popa y se suceden unos a otros con gran rapidez. Cualquiera, viendo las muchas diversiones de por acá creería que estamos en la magnífica época de la abundancia del dinero. Y sin embargo, los hombres de ciencia, economistas, financieros, etc., se empeñan en demostrarnos que los tiempos son malos, que no hay dinero, que la crisis monetaria es enorme. Posible es que tengan razón; pero no es menos cierto que la gente se divierte y gasta el dinero, y cuando lo gasta es que lo tiene. Hay derecho a la vida, y los cubanos hacen uso de ese derecho de una manera admirable y hasta encantadora, pese a que la vida continúa poco menos que por las nubes. Porque si en algún país está caro el vivir, ese país es Cuba. Se ha notado algún descenso en los precios de los artículos de vestir; pero en cambio los alquileres están más altos que la Torre eiffel y los comestibles parecen querer huir de toda boca que no pertenezca a potentado. Se ven por todas partes grandes letreros, en las puertas de los establecimientos, anunciando liquidaciones, y, cuando usted penetra en alguna de ellas y consulta los precios, resulta que son liquidaciones de nombre. Bien es verdad que esto no debe sorprendernos en esta época de carnaval. Y buen carnaval. La animación en paseos, teatros y bailes ha sido verdaderamente extraordinaria. Hubo derroche de mal gusto en los disfraces de las máscaras. Se vieron algunas carrozas bonitas; y se dilapidó el buen humor. Fué tal la aglomeración de coches en el Paseo, que hubo necesidad de extender éste hasta más allá del nuevo puente de Almendares. En serpentinas y confetis se gastó un capital. Y aún dicen que no hay dinero, cuando así se gasta a manos ABRIL, 1921 < (De nuestro corresponsal) llenas. Indudablemente hay derecho a la vida. A lo que no hay derecho es a que la política nos amargue la existencia. Que si los liberales, que si los de la Liga, que si estos, que si aquellos. Y a fin de cuentas nadie sabe nada de nada. Primeramente se hab!6 de un pacto entre los bandos contendientes, v ahora ya se dice que del pacto no hay nada. Los liberales echan la culpa de todo a los liguistas, y éstos se la echan a Jos otros. Para mí tengo que lo importante es que en la poltrona presidencial se siente un cubano. v lo demás son borrajas. Y eso no deben olvidarlo ni los unos ni los otros. Y no sigo hablando de política porque es caminito que no me agrada. Prefiero cualquier cosa a la política. Y si la cosa es de arte, miel sobre hojuelas. De arte hemos tenido algo, mejor dicho hemos tenido mucho. La exposición de obras de Pinazo ha sido, a mi juicio, lo más culminante de cuantas manifestaciones artísticas se registraron en la Habana durante el mes. El ilustre pintor español ha expuesto una colección de cuadros, que toda la Habana vió y elogió, en la que pone de ma nifiesto el vigor de su espíritu que le hace llevar al lienzo genialidades de artista. Pinazo fué objeto de cariñosos homenajes. Jan Kubelik, el ilustre violinista, ha dado rarios recitales ante un público selecto, capaz de apreciar el talento, la inspiración y la sensibilidad exquisita de este mago del violín. Y ahora, tras las tardes de arte con que nos obsequió Kubelik, se nos anuncian otras en las que Rubinstein, el maravilloso pianista, interpretará las más notables obras del repertorio antiguo y moderno. De despedidas, homenajes y beneficios, no andamos del todo mal tampoco. Dolores Frau, notable contralto que vino con la compañía de ópera traída por Misa de España, celebró su función de beneficio en Martí. Buen programa, mucho público y numerosos aplausos. Yo me alegro de ello. Dolores Frau, que presenció primero en la Habana y después en Méjico el naufragio de una compañía merecedora de mejor suerte, ha logrado saber que cuenta aquí con algunas simpatías, que son muchas si se miden por lo corto de su actuación. El Conde del Rivero, prominente miembro de la sociedad y del periodismo habaneros y administrador-gerente del “Diario de la Marina” de esa capital, es amigo y lector de nuestra revista, para la que tiene siempre frases de elogio que agradecemos > PÁGINA 281