Cine-mundial (1921)

CINE-MUNDIAL Cronica de Paris Presentaciones del mes — “Las Tres Máscaras” de Meré — Museo Cinematográfico para inmortalizar a Paris en celuloide — Un film policiaco “oficial” — Las primeras cintas alemanas que han circulado en el mercado francés — Artista fallecido —El imP puesto sobre las apuestas en las carreras de caballos y sobre el cine. ENSUALMENTE haré una breve reseña de los films presentados durante el mes en el mercado francés, dedicando desde luego especial atención a la producción francesa, cuyos constantes esfuerzos para reconquistar el lugar que ocupaba antes de la guerra y hacer frente a la enco León Mathot, primer actor de la casa Pathé nada competencia del exterior se afirman de día en día más vigorosos y decididos. En la lujosa “Sala Marivaux” tuvo lugar hace algunos días la presentación especial de otra obra de Griffith, “True Heart of Susie”, que aquí se titula “El pobre amor”. Aunque no muy acertado el título, la película nos hace asistir al humilde idilio de los dos protagonistas, cuyo respectivo estado de ánimo tan bien ha sabido pintarnos el Maestro. Esta película ha llegado oportunamente, haciendo enmudecer a los que tanto habían reprochado a Griffith el argumento cruel de su obra anterior “Al Soplo del Cierzo” y demostrando así que el verdadero arte, no puede medirse como si se tratase de un kilo de macarrones del “molde nuevo”, según solía decir una doméstica de mi familia cuando yo era chico y la acompañaba al colmado de la esquina. “Las Tres Máscaras”, un fotodrama de Krauss distribuído por Pathé Consortium Cinema, presentado últimamente en el “Pathé Palace”, es un drama “nocturno”. El complot se trama por la noche, el idilio empieza a la luz de la luna y termina en la negrura de la tumba (esta última frase creo haberla leído en una novela por entregas). Ironía aparte, se trata de un drama fuerte; el corazón parece que se detiene de latir y el espectador desea que lo inevitable no se realice, pero el destino es implacable, la sangre corsa exige más sangre, una mano debe matar y matará. Hay en “Las Tres Máscaras” las escenas más trágicas de la comedia humana. El crimen se disimula con una máscara cómica, la muerte se esconde debajo de una careta grotesca, de sonrisa idiota. Todas las máscaras caen ante la verdad y sólo quedan la muerte y el dolor. Aunque la adaptación del drama de Meré a la pantalla, era más bien una tarea ingrata (De J. Grau-R., nuestro corresponsal en Paris) y difícil, Henry Krauss ha salido muy bien de ella, poniendo hábilmente en relieve el carácter de los distintos personajes y una prueba de ello, está en la elección de las “tres máscaras”, una de las cuales, la del muerto, hace una dolorosa oposición con la verdad horrible que disimula. x * + El Prefecto de Policía de París ha encargado un film, actualmente terminado y destinado a los transeuntes. Se trata de educar al “pieton” para enseñarle a conducirse en la vía pública, cómo atravesar en los sitios peligrosos, etc., pero lo peor es que la primera autoridad policíaca tropieza con serias dificultades para su proyección, ya que los explotantes, la mayoría de los cuales están quejosos de las medidas rigurosas de que son víctimas por parte de los agentes, se muestran poco dispuestos a proyectar el film “oficial” y el Prefecto carece de medios para obligarles a ello. Ya veremos, pues, cómo acabará el conflicto y mientras tanto podemos decir: “Algunos transeuntes aplastados más o menos, ¿qué importa al mundo?” * k * Como era de prever, las primeras películas alemanas no han entrado aquí con buen pie, pero la culpa puede más bien achacarse a la poca habilidad de la firma importadora. Esta casa, cuyo nombre poco importa aquí, presentó hace algún tiempo una película sacada de los cuentos de Bocaccio, que pasó “casi” desapercibida y digo esto, porque no se hizo constar su verdadera procedencia y sólo algunos, muy pocos, pudieron adivinarla. Animada con este primer ensayo, la misma casa presentó hace poco otra cinta, “La Princesa de las Ostras”, con el título de “Miss Milliard”, para darle cierta apariencia americana, y cuyo protagonista es Fraiilein Ossy Oswalda, guardándose bien de decir que se trataba de una cinta alemana, lo cual no ha impedido que llegase a saberse, provocando una violenta campaña en la prensa cinematográfica. La cosa hubiera quizá llegado a disimularse, pero ha querido la pícara casualidad, que uno de los empleados de la firma alquiladora tuviese ciertas palabras, Henry Krauss, primer actor de la casa Pathé que el aludido ha considerado injuriosas, para un periodista cinematográfico y así es como se ha sabido más pronto la verdad. El asunto ha ido ahora a los Tribunales y ya veremos cuál será su desenlace, pero ya pue El Comendador Enrico Guazzoni enseñando al señor Mario Luporini, exportador neoyorquino, uno de ¡os “decorados” que se usarán en el fotodrama “Mesalina”, cuyo estreno se espera para mediados de año ABRIL, 1921 < > PÁGINA 285