Cine-mundial (1921)

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americano debe andar cerca de las 196 y el francés no pasa de 171. Y esto no revela toda Ja diferencia. Dempsey tiene el cuerpo del pugilista ideal: la mayor parte del peso de la cintura para arriba. A Carpentier le pasa lo contrario. El “Anunciador” alza el brazo. En el otro lleva la bocina de un teléfono que se comunica con un aparato cercano. Es el “Magnavox”, que hace repercutir la voz. Los administradores, polizontes, padrinos, etc., salen del “ring” a toda prisa, como gatos sorprendidos por un perro. Ha llegado el momento supremo. E —En esta esquina — dice la voz estentórea del “Anunciador”, que resuena gracias al “Magnavox” por todo el coliseo — tenemos a Jack Dempsey, campeón mundial de peso completo. —En esta otra, Georges Carpentier, campeón de Europa, ídolo de su pueblo y Un Soldado de Francia. (Dempsey no fué a la guerra y sus paisanos no lo olvidan.) E E ¿A qué describir la lucha? a la historia. Durante el primer “round” estamos a punto de levantarnos e irnos. No lo hacemos, porque esta vez no vamos a divertirnos sino a trabajar. El ruido de los telegrafistas y de los redactores que dictan nos contiene. Car Eso ya pasó pentier, ante el asombro general, inicia la batalla “cambiando trompadas” con Dempsey y la cosa parece que va a terminar en seguida. Sangrando por las narices y con el Cuarto y último “round”. 1. cuerdas. —2. El primer “knockdown”. CINE-MUNDIAL cuerpo rojo a fuerza de golpes cortos, recios como de mandarria, nadie cree posible que el francés resista semejante embate. Dempsey lo maneja como a un niño. En los “clinches” (abrazados) se lo lleva por delante sin aparente esfuerzo, mientras le asesta golpe tras golpe sin cesar. Después viene el segundo round —el momento más emocionante que se registra en los anales del pugilismo — y perdemos los estribos como todo el mundo. ¿A qué negarlo? Dempsey, el coloso, tambaleándose bajo los golpes relámpago de Carpentier, que según nuestra cuenta le planta seis, uno detrás de otro, en la quijada. Aquel gentío que se levanta como una ola enorme. La gritería ensordecedora, en que hay voces pronunciadas en todos los idiomas. Y después... el tercer “round” en que se impone la superioridad brutal y el epílogo del cuarto. Carpentier se rompió la mano derecha en el segundo “round”. De no suceder esto, de no haberse azarado, de haber usado guantes de cinco onzas en vez de ocho, de haber tenido un poco de suerte, que no la tuvo, bueno... ¿pero a qué seguir? Los alemanes también por un poco ganan la guerra. IN e El francés, derrotado, es hoy más popular en los Estados Unidos que Dempsey y es muy probable que, si se queda por aquí, gane más dinero que él. Y de eso se trata. A Dempsey estuvo más serio que un cura diciendo misa durante la lucha. Carpentier no perdió la sonrisa — una sonrisa algo cínica — hasta que rodó por tierra sin sentido. NS Pocos momentos después, cuando lo revivieron, se dió la mano con su vencedor y cambiaron frases amistosas. Y es que, como decía un tío mío, el negocio acerca a las personas. Yo también dedicaría frases acarameladas a cualquiera que me diese a ganar trescientos mil dólares, fuera como fuese. CN: Dempsey ganó $300,000, y Carpentier $200,000. El total de las entradas ascendió a $1,600,000. La ganancia del empresario, Tex Rickard, fué de seiscientos mil dólares mal contados. El gobierno se lleva, en calidad de contribuciones, unos doscientos mil dólares. MES Oigan los psicólogos: en los tres primeros “rounds” Carpentier tenía la vista fija en los ojos de Dempsey. Dempsey miraba al sitio donde iba a dar. Después que el americano lo derribó por tierra en el cuarto “round”, buscaba con sus ojos los del francés, pero éste rehuía la vista. Re a Carpentier les ha proporcionado un “shock” horrible a los norteamericanos, que creian imposible que se pudiera ser buen pugilista y persona decente al mismo tiempo. Sep es Aqui pasó algo análogo con los relojes de pulsera. No había yanqui que los gastara antes de la guerra. Decían que eran juguetes (Continúa en al página 587) Con una: lluvia de golpes cortos a la cara y cuerpo, Dempsey se lleva por delante al francés hacia las Carpentier rueda por tierra, pero se pone en pie de un salto a los nueve segundos. — 3. Con una izquierda debajo del corazon, que alza en peso a Carpentier, seguida de una derecha a la quijada, Dempsey termina la lucha. — 4. Escena del “knockout”. Carpentier no puede levantarse antes de los diez segundos y queda derrotado. — 5. Dempsey respondiendo a los vito res de la turba. Acosto, 1921 < (Todas las fotografías están tomadas de la película que hizo Tex Rickard.) > PÁGINA 554