Cine-mundial (1921)

A FRACASADO, apenas nacida, una de las mas poderosas empresas financieras del mundo. Iba a ope rar con un capitalito de quinientos millones de dólares cuando la Policia que, digase lo que se diga, dispone de tiempo a pesar del que supone la vigilancia anti-alcohólica, metió manos en el asunto y dió al traste con los proyectos colosales del sindicato WorthingtonFrench. Una verdadera lástima que se haya estropeado tan gigantesca combinación financiera que abarcaba, por de pronto, a Estados Unidos, Méjico y Canadá; que iba a tener, como asociados, a millonarios auténticos y honorables y a la familia real británica; una negociación que trataba de controlar al “Pacific Bank”, al “Pacific Trust Company”. al “Pacific Development Company” y a otras instituciones por el estilo, manejándoles el capital; que estaba negociando un cuantioso empréstito en Washington y que, para empezar, iba a establecer sucursales en París, en Londres, en Berlín, en Budapest, en Victoria, en Ottawa y en HongKong, dando impulso simultáneo y formidable a diversas industrias de primer orden. Una lástima... ¿Que French y asociados celebraban pistonudas juergas en uno de los mejores departamentos del hotel Astoria, con el fin de atraerse accionistas? ¿Y qué? Tan legal es este procedimiento como el de los anuncios en los periódicos... porque o somos o no somos mayores de edad. French, espíritu financiero de una capacidad asombrosa, es natural que, careciendo de dinero, lo buscara. Y lo buscaba con honradez, con whiskey y con alimentos, dos anzuelos que no fallan a la “mera” hora. Sin dinero no se va a ninguna parte; a todo más, se va a la cárcel, y French lo sabía, lo sabe en estos aplastantes momentos de decadencia para sus negocios y se tira de los pelos por no haber previsto el infinito número de detalles que necesitaba vigilar para salir avante. —Si me dejan seis meses... cuatro meses en paz para desarrollar mis negocios, conquisto el mundo — dicen que dijo, con gesto de Napoleón en Waterloo, esta víctima de su mala suerte. — Porque, en efecto, se necesita mala pata para dar con los huesos en la cárcel cuando, a puro pulso de inteligencia, se llegan a concebir planes financieros ante los cuales Morgan, Henry Ford y Rockefeller palidecerían de envidia, Y total — agregó el descorazonado business-man — por una miseria, por quinientos millones de dólares que iba yo a mover, multiplicándolos como no hay ejemplo en la historia de los negocios y repartiéndolos liberalmente para concluir, de una vez, con el detestable sistema económico actual. Estados Unidos jamás tuvieron tanto oro como en estos días y, sin embargo, la crisis ha desplazado, a las estériles orillas de la holganza, cerca de siete millones de prójimos inactivos... Este sí es un crimen, un crimen de estupidez, de abandono inaudito, de falta de competencia... es sembrar, para un futuro próximo, la semilla de las masas expoliadas y hambrientas, cuya venganza será terrible. . . Yo, con el dinero de personas honorables que PACIFIC | Y Por Jose Alburrne CINE-MUNDIAL \ N S rios) eliculas E: ) E JUAN y =) SIMPLEZAS pueden desprenderse de varios millones sin molestias ni quebrantos, iba a realizar una verdadera revolución económica, sentando las bases definitivas para un nuevo “estado de cosas” y... ¡Oh, justicia humana!, me persiguen y me encarcelan. Por su parte, el coronel John V. Clinnin, ayudante del procurador de Distrito de los Estados Unidos, prosigue sus investigaciones policíacas ciego a estas “visiones” financieras y trata a Charles W. French y demás socios como si fueran ladrones comunes y corrientes al margen de la Ley. —A mi que no me vengan con cuentos bolcheviques. No he conocido todavía un estafador que no se considere víctima — declaró el experto sabueso: — el que delinque, a la cárcel... si no sabe defenderse. ¡Defenderse, defenderse! ¿Con qué puede defenderse French si le han despojado de todas las “armas” al despojarle de los millones al caer? Que le hubieran dejado tranquilo medio año más, y entonces la Policía, el Gobierno, los Bancos, las fábricas y hasta las testas coronadas se le mostrarían sumisos, ya que estarían pendientes de los “desprendimientos” de sus enormes combinaciones... y entonces French y los suyos, potentados de verdad, con mucho talento y muchos millones, sabrían resolver, de una plumada, lo del Desarme Universal, lo de la Liga de las Naciones, lo de Costa Rica y Panamá y lo de la crisis yanqui, y lo resolverían elevando al cubo las posibilidades de sus quinientos millones, en una conquista universal, inteligente y penetradora, no con bayonetas y cañones destructores, sino con el dólar pacificador de todas las ansiedades terrenas, así las colectivas como las individuales. La caída de French es el derrumbe de un gigante, de un “altruista” genial que soñó en la regeneración humana por medio de los estómagos satisfechos, y quien dice los estó magos dice algo más también que se conce dería por añadidura, ara desenvolver, con las narices metidas en el mapa universal, tamaños proyectos, French buscaba dinero y es natural que lo buscara por todos los medios ¡justificativos OCTUBRE, 1921 < — sociales ROTA ce del fin, invocando, con o sin permiso, los nombres influyentes de Ford, Firestone, Morgan, etc. ¿Es esto punible? ¿Es punible que haya sacado cerca de tres millones a ciertos accionistas, como jalón de avance para reunir los quinientos? ¿Es reprobable que, en su apartamento del hotel Astoria, obsequiara a sus amistades con licores y platos fuertes, a fin de atraérselos a sus proyectos? Si, punto por punto, nos entretuviéramos en desmigajar los planes de esta majestad financiera ahora por los suelos, ¿cuántos puntos de contacto no encontraríamos que nos recordaran los “prólogos” de otros negocios al presente omnipotentes? ¡Oh! Corramos un velo, dos, tres velos tupidos. La cuestión es subir, que no le echen a uno mano 0 por el camino los de enfrente, los ee de la competencia, y no nos olvi demos de que, hasta que no se posee un blindaje metalico de varios metros de espesor, somos voluntades inermes a merced de cualquier institución policíaca que nos quiera descubrir las mataduras. Porque mataduras todos las tenemos ¡qué diablos!: lo mismo los perseguidos que los perseguidores, y no todos, en cambio, poseemos el genio financiero que alboreaba en la mente del pobre French. Un genio reformador que iba derecho al Trust Universal y que, además, era pacific. ¡ Y pensar que se pueda fracasar yendo hacia el control de la confianza terráqueo-financiera y titulándose pacífico! No tenemos vergiienza; reventamos todas las grandes ideas y fabricamos leyes que son caza-torpederos de los hombres capaces de reformarlas. Porque más y mejor que pensaba trabajar French con los quinientos millones elevados al cubo, no lo van a hacer todas las naciones juntas con sus millones de soldados y ametralladoras. Y, sin embargo, nadie las persigue ni las encarcela: son ellas las que encarcelan y revientan a los demás. Los demás del French. Lon Chaney, “Estrella” Lon Chaney, que es uno de los mejores artistas de la pantalla norteamericana y que hace tiempo que debía haber sido reconocido como tal por las casas productoras, acaba de ser elevado, por fin, a “estrella”, honor que otros, con menos méritos pero sin duda con más suerte y más influencias han alcanzado antes inmerecidamente. Lon firmó contrato con la “Universal” para hacer obras de marca “Jewel”, con su propia compañía que incluye a Irene Rich, Grace Darmond, Alan Hall y otros. El director de estas cintas será Robert Thornby y parece que su primera película va a llamarse “Raza de Lobos” o algo por el estilo. Bien por Lon Chaney y bien por la “Universal”. Este actor, que sólo alcanzó renombre en “El Taumaturgo”, tiene títulos suficientes para colocarse entre los primeros del arte mudo, en donde por desgracia escasean los verdaderos intérpretes. Por cierto que inició sus labores ante la pantalla, hace años, con la misma compañía que ahora lo ha elevado. > PÁGINA 684 pelo emprendedor de