We use Optical Character Recognition (OCR) during our scanning and processing workflow to make the content of each page searchable. You can view the automatically generated text below as well as copy and paste individual pieces of text to quote in your own work.
Text recognition is never 100% accurate. Many parts of the scanned page may not be reflected in the OCR text output, including: images, page layout, certain fonts or handwriting.
Nosotros seguiremos creyendo firmemente que “a la burra deben dársele los palos donde cae” —por lo menos hasta que el admirable Mr. Ford nos explique en detalle las oportunidades de hacer dinero que él rechazó antes de cumplir cuarenta años.
Un Estudio
LLA en nuestra
adolescencia tuvimos la debilidad de meternos a empresarios, con consecuencias afortunadamente desastrosas, ya que al poco tiempo nos vimos obligados a refugiarnos de nuevo en el periodismo, oficio más pacífico que permite morir-: se de hambre con menos violencias y sin necesidad de dar explicaciones a cómicos, hoteleros, dueños de teatros, “personajes de la localidad”, etc., ni emprender esas precipitadas fagas, necesarias y salvadoras a veces, que tanto agotan el ánimo.
Por eso nos ha hecho gracia una anécdota que acaba de publicarse acerca de Beerbohm Tree, recientemente fallecido.
El gran actor inglés llegó a Nueva York, procedente de California, para hacer el Cardenal Woolsey en la representación de “Enrique VIII”. La empresa lo había arreglado todo y entró en el escenario con la compañía íntegra lista para el ensayo general. Tree comenzó a pasearse de un lado a otro, mirando, examinando y haciendo gestos de aprobación. De pronto se detuvo ante un grupo de comparsas femeninas que iban a interpretar las damas de honor de la reina, y quitándose el monóculo, dijo en tono apesadumbrado:
—Señoras, un poco más de virginidad — por favor!
* ck x
Eso es lo que hemos pensado todos, y no hemos dicho, al observar las maniobras de los “coros de vírgenes”, “vestales romanas”, etc., que acostumbran a dar sobre las tablas una idea bien poco edificante de cómo se las gastaban las damas en la antigua Roma y en las regiones etéreas.
Todo lo borra el tiempo
Boston, 1ro. de diciembre. (De la Prensa Asociada.) — El tren especial con “El Tigre de Francia" y su séquito entró en la Atenas de Norte América hoy a las 10 A. M. Clemen
CINE-MUNDIAE
en Blanco y Negro que nos pone Pálidos
III OO IO ADORA
ceau estaba rendido al salir de Nueva York y en seguida se retiró a su coche-cama a descansar. En la madrugada pasó el tren sin detenerse por la pequeña estación de Greenwich, Estado de Connecticut, donde hace cincuenta anos Clemenceau cortejó y llevó al. altar a Charlotte Plummer, su primera mujer. El estadista francés dormía a la sazón...
Oe crítico neoyorquino, al observar el teatro lleno durante la representación de *Hamlet" por Barrymore, uno de los grandes actores de la escena norteamericana, se entusiasmó pensando que la metrópoli comprendía y amaba el verdadero arte. Otro crítico explica la presencia del gentío en el local mencionado diciendo que el público se había enterado de que Rodolfo Valentino y su nueva esposa iban a asistir a la función.
ENERO, 1923 <
Al Sr. Pérez le cantan las cuarenta
N. York, Dic. 26, 1922. Sr. Jorge Hermida, CINE-MUNDIAL, Nueva York.
Distinguido amigo:
del Sr. Ramiro Pérez, autobiógrafo que con sal común (no ática) salpica las páginas de CINEMUNDIAL, hay una alusión a los linotipistas, por fortuna muy corriente, que dice así:
“alfombras iránicas hechas de pelos de cabras sabeas (mo sabias, seAor linotipista)".
Presento mis respetos al pobre Sr. Pérez, cuyas torturas conyugales de por
mana conmiseración, y muy lejos de mi ánimo añadir dolores nuevos a sus ya incontables sufrimientos.
Empero, amigo Hermida, quiero hacer patente mi sorpresa, pues aun siendo cierto que los linotipistas son tan atreviros que algunas veces corrigen a las autores, no es menos cierto también que munca se les agradece. De mi puedo decir que todo lo debo a los autores, y por ello les quedo reconocido, anticipando aquí las gracias a los muchos más que han de prestarme el esfuerzo de su inieligencia y mérito reales.
En esta época de Enciclopedia, ser sabio es lugar común; encuéntranse en todas las latitudes a porrillo. Para distinguirse algo hoy, es preciso ser un genio, maléfico prefe
Norka Roscaya, de quien pudiéramos decir muchas cosas, relativas a su hermosura, a la cadencia de rible.
sus bailes, al arte con que interpreta la música y al fulgurante brillo de sus ojos de azabache, pero de
quien, por estar mal de la vista al contemplar esta efigie, sólo recomendamos al lector que mire el lunar que lleva pegado en la mejilla. ¡Y los guantes! ¡Qué bien están los guantes!
Si mi venerable Sr. Pérez pensara menos en el “señor linotipista”, tal vez sería más atildado, desterraría de sus “sabrosos” trabajos los “primeros términos” con doble exposición de que están infestados y redondearía sentencias cojas que en ellos aparecen, sia contar las frecuentes cacofonías en que incurre.
Perdone el Sr. Pérez la osadía de este linotipista que se ha atrevido a llamarle la atención sobre faltas cometidas y no presumibles, pero si no puede desquitarse con Doris de lo que ésta le hace sufrir, busque más propicias victimas a sus meritorios pujos. ¡Y ojalá le den fruto pródigo!
V., Sr. Hermida, es humano, y permitirá esta lanza rota en pro de la “sufrida y crucificada” clase de los linotipistas.
Sabe que le distingue con su admiración y
afecto, DoNALD SARDIÑAS
Los diez mandamientos fueron escritos por hombres para hombres, y, por con
> PÁGINA 22
En el artículo último
sí le dan derecho a hu