Cine-mundial (1923)

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Silba París unánimemente la primera representación cubista N: fué silba, sino más bien un motín lo que resultó de la representación en París, el mes pasado, de una obra teatral denominada “Locus Solus”, con carácter ultrafuturista, o cubista, a despecho de que en ella, montada a todo lujo en el Teatro Antoine, tomaron parte actores de la talla de Signoret, Gallipaux y Morton. Hubo música — llamémosle así — para amenizar las sandeces de la parte “dramática” y las notas “melódicas” salieron del numen fosforescente del compositor Maurice Fouret. Con tales elementos y la añadidura del vestuario exclusivamente creado por Poiret, el fracaso ha sido doblemente ruidoso. El público gritó que saliera el autor, para ponerle camisa de fuerza, pero Raymond Roussel, causa de la tremolina, optó por huir en el primer taxi que halló a mano, y no ha vuelto a vérsele el pelo por el bulevar. En el Teatro Antoine, al día siguiente del estreno, se puso un rótulo que decía que “la obra quedaba suspendida, a consecuencia de un accidente ocurrido a la maquinaria del escenario”. El tema del “drama” consiste en una serie de argumentos destinados a convencer al paciente público de que los gusanos y lombrices son tan aficionados a la música como el género humano (lo cual nadie pone en duda, naturalmente) y de que puede domesticárseles mediante ciertas melodías violinescas. Luego viene una parte en la que se injertan lenguas de loro en peces de colores, a fin de que éstos den conciertos en la playa, en la pleamar. Y el primer acto termina con un diálogo en el que se discuten teorías no menos insensatas. De los demás actos, no hay noticias, porque el “accidente a la maquinaria" ocurrió apenas bajó el telón por primera vez. BIBLIOGRAFIA Guignol, Conrado Massaguer, La Habana. —Un precioso cuaderno de caricaturas de personajes célebres, del popular dibujante cubano. Impresa a todo lujo en los talleres del autor, la obra tiene, aparte de interés gráfico y artístico, una alta intención encarnada en el prólogo, que es alusivo a la caricatura contemporánea y a sus exponentes. Felicitamos a nuestro buen amigo por esta nueva, bella manifestación de su talento. Por falta de espacio no reproducimos en este número algunas de esas caricaturas. Lo haremos en la edición próxima. Créditos Comerciales Extranjeros, Edwards (MacGraw-Hill Book Company).—En inglés. Interesante libro en el que se discute en detalle todo lo concerniente a los principios legales y prácticos que una letra de crédito implica, tanto en las transacciones norteamericanas como en el resto del mundo. La obra señala los defectos del sistema actual de transmisión de fondos y redacción de documentos mercantiles y apunta las reformas que, para su mejoramiento, podrían adoptarse. Procedimientos Técnicos de Exportación e Importación, Rosenthal (McGraw-Hill Book Co.).—En inglés.—Esta obra sigue, paso a paso, en todas sus fases, la serie de procedimientos que implica el embarque y desembarque de mercancías destinadas al extranjero o de él procedentes. Por describir, con ejemplos típicos y completo detalle, tanto la parte de envase, como los reglamentos aduanales y los de seguro y de finanzas, resulta de gran utilidad para el exportador o el importador de mercancías foráneas. Los Ciegos, Carlos Loveira, La Habana.— Una novela criolla, escrita con mano maestra, con excelentes capítulos descriptivos y altas tendencias. Los tipos de la obra resaltan por la fidelidad con que han sido llevados por el autor a las páginas palpitantes del ENERO, 1923 < CINE-MUNDIAL libro. El protagonista es un emigrado. Todos los amantes de la literatura americana leerán con regocijo esta novela, uno de cuyos ejemplares el autor tuvo la bondad de dedicarnos. Gracias y parabienes. Edna Purviance, la bella actriz que ha aparecido con tantas comedias, como primera dama de Chaplin, se enfermó gravemente de pleuresía el mes pasado, en Los Angeles. A estas fechas ya está mejor, pero no ha ido todavía a trabajar al taller. CONOZCO A “UN HOMBRE MALO” (viene de la página 10 Sr. Love, tengo el gusto de presentarle a los lectores de CINE-MUNDIAL. Han estado leyendo mil y una historietas sobre la maldad inherente de las mujeres, producto de mi colega Leoncio F. Y. y Torremadura, y por tanto, quiero que sepan que no todo lo malo es femenino. — Qué dice usted, señor Love? (Dice que él es malo, pero muy buena compafiía.) Conocí a Love en los talleres de la Paramount. Y llegué en momento propicio. Estaba atizándole una paliza nada menos que a Alice Brady. ; Y qué paliza, cielos santos! Como dije antes, yo también soy de los malos. Por tanto, no interrumpí aquel têtea-téte. A los hombres malos no nos alteran semejantes nimiedades. Cuando comprendí que Love había satisfecho su arrebato, me acerqué a él y le felicité por lo magistral de la obra. Y ahí comenzó la entrevista. Love y Alice están haciendo una película que se llamará *La Felina". En ella (la película) el Sr. Love hace el papel de un excéntrico millonario inglés que compra la hija de un renegado, en cierta isla oriental. La hija es Alice Brady. Se casan a la oriental, y transcurrido el metraje de ley, el inglés instala a la muchacha en su lujosa mansión londinense. La casa está repleta de trofeos de las cacerías del millonario. Entre otras cosas, el inglés tiene una tigresa vivita y rugiente. La tigresa vive, ;claro!, en una jaula. Cruel por naturaleza, el inglés se divierte a menudo pegando al animal prisionero con el látigo de que hablé antes, el cual de cuando “en cuando, aplica también a las costillas de la muchacha. Pasan otros cuantos metros Y la muchacha se ha enamorado de un joven londinense. Llega la noticia a oídos de su amo y sefior. La primera idea que se le ocurre a nuestro hombre es matar a la muchacha. Pero recapacita y decide que la manera más delicada y propia de arreglar el asunto es dejar que la tigresa desgarre a su antojo a la mujer infiel. Sin más ni más, abre la puerta de la jaula a la fiera y, convencido de que a la fecha el constante castigo era bastante para inspirar miedo de su persona al animal, se queda en la casa para presenciar la débacle. Pero la tigresa ha estado esperando esa ocasión para vengarse, y, viéndose cara a cara con su martirizador, lo ataca ferozmente y lo hace trizas en un pie de celuloide. Tal es la historia de *La Felina" y tal la tragedia del hombre malo. Todo sale muy bien hasta que se meten dos tigresas en una misma casa. Sin embargo, un hombre malo debe saber imponerse. El Sr. Love hará otra película, para Cosmopolitan esta vez, con Marion Davies, y en ella su villanía renacerá rampante. ¡Pobre Marion! de celuloide. Naturalmente, hay ciertos secretos que son la pauta del triunfo de un hombre malo. Y esos, ni Love ni yo podemos divulgarlos. Hasta entre bandidos es ley inviolable el honor. Sin embargo, he conseguido que el Sr. Love dé a los lectores de esta revista una idea de la vida de un hombre de iniquidad profesional. : Nos sentamos en la “biblioteca” de la mansión del inglés de la película. Era aquélla una combinación rara de biblioteca, madriguera y jardín zoológico. Armas de todas las especies adornaban las paredes. Frente a nosotros estaba la chimenea del hogar, de mosaico, que se alzaba hasta atravesar el techo y estaba adornada al ras del plafón con una cornisa hecha a la manera de los tinglados de las chozas orientales. Mientras apurábamos una taza de café que trajeron de la cocina del estudio, me contó Love la historia de su carrera de hombre malo. — Afortunadamente, dijo, le llevo una gran ventaja a los demás hombres malos. Desde luego, todos los hombres malos son buenos, como usted sabe; pero algunos somos mejores que los demás. Mi superioridad se debe a que yo nací en Calcutta. India está demasiado poblada en algunas comarcas y, naturalmente, allí la vida humana no se cotiza a precio respetable. —En esa atmósfera viví mi niñez y mi juventud. A honra tengo el afirmar que la atmósfera se adueñó de mí. A eso se deben resultados: como éste, por ejemplo. Hace poco hice una película con Constance Binney. De acuerdo con mi papel, tenía que pegarle largo y tendido. Después de una semana de labor, la pregunté: “¿Acaso he sido demasiado rudo?” Y ella contestó: “Esperaba la pregunta. ¡Me tiene usted llena de verdugones blancos y azules!” Montagu Love mide seis pies una pulgada y pesa 195 libras. Su corpulencia le da dotes suficientes para hacer un hombre malo a la perfección. ^Y ha sido hombre malo hasta en la manera de meterse a hacer películas. Se educó en la India, como ha dicho antes, y en Inglaterra hizo su debut teatral bajo la dirección de Cyril Maude. Vino a los Estados Unidos para trabajar en la escena y actuó bajo la dirección de David Belasco, Brady y los Shuberts. Un día, otro actor amigo suyo, tenía que ir a probarse ante el objetivo. Love le acompañó, más por curiosidad que para ayudar al amigo, que se había fracturado un brazo en un accidente automovilístico. Cuando el director del estudio vió a Love, se enamoró del tipo hombruno del actor, y le invitó a probarse ante la cámara. Cuando se terminaron las dos pruebas hechas, ¡el director contrató a Love en vez del amigo a quien iba acompañando! ¿No es el colmo de la perversidad, aprovecharse de la desgracia de un amigo para hacer carrera? Y es que nosotros, los hombres malos, ¡somos capaces de desvalijar a un ciego! Montagu Love ha hecho muchos películas buenas, entre otras “El crucificado”, “Rasputín”, “La marca del diablo”, “La flama”, “Los ojos verdes” y “Un santo de Broadway”. Una de sus más celebradas fué “El gran galeoto”, de marca Paramount. Dije que habíamos tomado café. ¿Se imaginan Udes. a un inglés puro, tomando café a las cuatro y media de la tarde? Eso prueba que Montagu Love es malo de remate. > PÁGINA 34