Cine-mundial (1923)

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CINE-MUNDIAL De Pordiosero a Principe y de Magnate a Mendigo, en Berlin N Berlín hay siempre algo sensacional que facilite la misión del periodista. En el curso de este mes las novedades dramáticas y humorísticas se multiplican. La vida berlinesa semeja un entretenido caleidoscopio que muestra al observador un cambiante continuo de vistas que pasan veloces de lo cómico a lo trágico, divirtiendo y entristeciendo con su infinita variedad. Día tras día se ha ido narrando en una de las cortes municipales la historia de una aventura al lado de, la cual parecen insignificantes las peripecias de Gil Blas. El prisionero, un pedacito de hombre que parece extraído de uno de los pueblos que sufrieron los arrebatos de Gulliver, hace tres años escasos llenaba la más pequeña habitación de una casa de menesterosos y es ahora acusado del timo más colosal que registran los anales de las finanzas alemanas. Se dice que no menos de 800,000 individuos fueron -víctimas del precoz liliputiense que les estafó sumas que en conjunto comprenden cifras astronómicas. Todos los días se llena la corte de justicia con buena parte de las 800,000 víctimas y no hay uno de éstos que no dirija una mirada de tristeza a Herr Max Klarte — que tal es el prosaico nombre del gran timador. Hace poco más de un año que este famélico financiero era el dictador de una organización bancaria que tenía sucursales en todos los pueblos de Alemania y empleaba millares de hombres y mujeres. Era duefio y sefior de una de las más lujosas mansiones en los alrededores de Berlín; sus automóviles eran maravillas de elegancia y velocidad; era el rey del bajo-mundo de la capital alemana. Naturalmente, al saber todo esto, uno estudia y escudriña la escueta figura del acusado que se oculta a la sombra del tribunal. La vista se detiene en los ojos de Herr Klarte, dos puntos luminosos, semejantes a dos cabezas de alfiler rodeadas de negras telarañas; dos ojillos avizores que estudian con mirada de lince, al amparo de las largas pestañas, todo lo que les rodea. . La apostura de impotencia, la mirada de mentida tristeza, las facciones caídas, son, para el observador consciente, estratagema encaminada a granjearse la simpatía del público acusador. Y por cierto que, fuera del crecido número de sus víctimas, ha surtido el efecto deseado. A veces parece que el juez es víctima de la compasión hacia el acusado y la mesa de los periodistas, podemos asegurar, está como un solo hombre a favor del maquiavélico financiero. Max Klarte jugó su suerte contra la avaricia y la credulidad de los mortales. Viviendo en una de las más pobres barriadas de la ciudad, apenas si ganaba lo suficiente para evitar el divorcio del cuerpo y su alma. Era pregón de periódicos; pero en sus horas de recuento de las vulgares monedas de cobre, soñaba con riquezas fabulosas. Un día, su barbero, que fué más tarde su secretario privado con un sueldo de cinco cifras, le confió el secreto de cierta conspiración hípica, adelantándole el resultado de una de las carreras de aquella tarde. Herr Klarte jugó sus escasos marcos al inevitable vencedor de la cuarta Carrera del Hipódromo de Gruenwald y multiplicó sus haberes. Klarte concibió la idea de la venta de información hípida con resultados garantizados. La suerte quiso que al principio de su aventura, todos los clientes salieran gananciosos y: en pocas semanas el diminuto pregón abandonó su oficio de voceador y se hizo de una crecida clientela de especuladores hípicos. Incorporó la “Gran Banca Hípica de Herr Klarte”. Convenció a todos de que su banca no debía compararse con las otras del ramo; anunciaba que su firma era una institución dedicada al servicio y la protección FEBRERO, 1923 < La trágica aventura financiera de Herr Max Klarte.— Jugándose la fortuna contra la avaricia y la credulidad de la gente.— : Triunfan completamente los huelguistas de la farándula berlinesa, con la simpatia del . público de la capital. —Alemania espera el ' vellocino de oro de "Las Ameéricas”.—El ex-canciller VVirth ingresará en la orden de los benedictinos. (Por W. Stephen Bush, nuesiro corresponsal especial) Angeles Nieto, eminente soprano gallega, a quien se conoce en la escena lírica con el nombre de Angeles Ottein. Debutará en la Opera Metropolitana de Nueva York este mes. Angeles emplea el anagrama Ottein para distinguirse de su hermana Ofelia, que también es excelente soprano dramática. del püblico. Sus lemas favoritos, blasonados en puertas y paredes de. sus múltiples oficinas de todas partes y en su papel de carta, recibos y anuncios, decían: “Nuestros beneficios pertenecen al público”. “Todo por la protección del público”. “El pueblo bajo es el alma de la comunidad”. “Klarte confía en el pueblo”, etc., etc. Estos lemas filantrópicos conquistaron a Berlín en masa. Era tal la multitud que acudía diariamente a la “Banca de Klarte” para despilfarrar allí sus dineros, que se hizo necesaria la ayuda de gran número de policías para mantener el orden. Un día el contador de la casa llevóse a su oficina privada buena parte de la turba para desalojarla así con más rapidez de sus haberes. Cargaba una comisión de 5% del montante de cada apuesta por la especialidad de sus servicios y, según afirmó durante el juicio de su patrono, recogió la linda suma de un millón de marcos de comisión. Y eso, cuando por cincuenta marcos podía un berlinense darse el lujo de comer en el más aristocrático restaurant de la capital. La debacle final era, desde luego, inevitable, dadas las proporciones que iba tomando el negocio y sus consiguientes escandalitos. Y el desastre fué precipitado por las diferencias demasiado frecuentes entre los miembros del gabinete de Herr Klarte. Su exbarbero estaba siempre de broncas con el abogado de la firma y la junta directiva. Y por fin uno de los “ministros” de la Banca Klarte, después de acalorado argumento con el resto de la “familia”, decidió echarse el lazo al cuello con tal de ver ahorcados a su jefe y sus segundos. Una de las escenas cómicas del juicio sobrevino cuando el juez, examinando a Klarte que casi se hacía invisible sobre el banquillo de los acusados, le preguntó: —¿ Y qué sistema empleaba usted para prever el resultado de las carreras y enriquecer al pueblo? —Ese sistema — contestó Klarte con mucha seriedad — no puedo hacerlo público sin el consentimiento de mis 800,000 clientes. Es casi seguro que Klarte será declarado oficialmente como un timador criminal; pero en vista del lamentable estado de su salud, y gracias a su perspicacia y su fortuna, conseguirá librarse de la justa condena de presidio perpetuo que sus acusadores piden en pago de las riquezas que les trajera su sistema. Som xm Berlín presenció un espectáculo verdaderamente extraordinario la semana pasada. Una noche el público tuvo que volver a sus casas sin asistir a la función favorita, pues todos los teatros estaban cerrados. Los actores estaban en huelga general. Por cada teatro cerrado, se abrió uno tan cerca de éste como fué posible. Cervecerías, tiendas, trenes de lavado y hasta los establos, fueron convertidos en teatros por los actores. La farándula se empeñó en obtener mejores salarios y mejores condiciones de trabajo. Los empresarios los mandaron “con la música a otra parte” y, ellos se la llevaron muy obedientes, dejando a los empresarios a la luna de Valencia. El público simpatizó con la rebelión artística. Cada día se ponía la cosa más seria. Actores y empresarios perdieron mucho prestigio en el dime y direte consiguiente y, mucho dinero. Los actores estaban capitaneados por el trágico favorito de Berlín, un joven llamado Moissi, que ha hecho, según los críticos locales, “una de las más soberbias interpretaciones de “Ricardo III". El fiasco se debió, entre otras cosas, al ínfimo valor del marco. Uno de los más efectivos carteles de propaganda de los actores representaba la montaña de marcos que hace actualmente un dólar. El boycot y el bloqueo de los teatros fué causa de muchas escenas jocosas, trágicas y violentas. Los actores demostraron un espíritu de hermandad y: solidaridad invencibles y esto ayudó mucho a ganarles la simpatía del público, y al triunfo de la huelga. De las primeras damas a las coristas y comparsas, todas las actrices ayudaron al sostenimiento eficiente de “Cocinas para artistas”, y, cosa notable que debemos anotar, es el hecho de que no se lamentó un solo caso de indigestión en toda la refriega. (continúa en la página 117) > PÁGINA 106