Cine-mundial (1923)

E ——— | A | i CINE-MUNDIAL Puede Usarse Para: Teatros Escuelas Iglesias Agentes Viajeros El Mecanismo Está Completamente Protegido El Proyector Portátil Todo de Metal 740 SEVENTH AVENUE de aquella observación que un día hiciera, al comparar las mentalidades del director y del actor. Aquella gente—todos aquellos seres pomposamente tiutlados “estrellas” — no eran más que polichinelas, muñecos de trapo sin alma ni cerebro. Cuando un director tiraba de los hilos, se movían y bailaban. En aquel momento no había un director que los moviera. iY había que ver sus gestos! Faltos de la iniciativa directora, sus actitudes eran absurdas, desatinadas, grotescas. Sara comprendió en este momento de su triunfo que aquello que más ansiaba ella, la naturalidad y el sentimiento puro, era lo último que podía encontrarse en aquel mundo de trampa y de cartón pintado que iba a ser desde aquel momento su mundo. La única persona real y sensible de todo el studio, el director, faltaba en aquella reunión tan típica y representativa. . Fué un impulso irresistible el que le hizo levantarse repentinamente de la mesa y salir, por una de las puertas laterales, al jardín que se extendía delante del Restaurant. Respiró, ansiosa, cuando se halló a alguna distancia de la fiesta, y el ruído de ésta, y el reflejo de sus luces sólo llegaban a sus sentidos, amortiguados, como las sensaciones imperfectas que dan los sueños y las pesadillas. La opresión que momentos antes experimentara desapareció por completo. Volvieron a ella el optimismo y la fe en una vida de altos ideales. Hacía una noche excepcionalmente bella, y sus ojos, acostumbrados ya a la obscuridad, ligeramente clareada por la luz de las estrellas, recorrieron extáticos todo el panorama ABRIL, 1923 < Proyector Portatel Holmes El Proyector Sin Polea Distribuido por HOWELLS CINE EQUIPMENT COMPANY, Cables: HOWELLFILM, New York La Mayor Casa de Accesorios Cinematográficos del Mundo. de sombras y semisombras que se ofrecía ante ellos, deteniéndose al fin ante la masa ciclópea de montes que como un muro erizado cerraba la línea del horizonte. Pero—preguntábase, anhelosa, Sara—¿únicamente había salido fuera para admirar la excelsitud de la noche? No podía explicárselo. En lo más hondo de su ser, presentía que algo le esperaba allí, bajo la verdad grandiosa de la noche estrellada, lejos de aquel mundo de bambolla que había dejado a su espalda y cuyos ecos desagradables no llegaban ya a sus oídos, pues el murmullo de la brisa y el canto de las cigarras los habían apagado por completo... Un súbito sobresalto le hizo detenerse, y extender hacia adelante sus brazos, mientras un grito de sorpresa y de alegría brotaba de su garganta, Junto a la acera de la avenida, al otro lado de la verja que limitaba el jardín, hallábase un automóvil. Y este automóvil lo había reconocido muy bien Sara, Lo había reconocido a la par que la figura de un hombre que en actitud abstraída, con las manos a la espalda, se paseaba muy despacio por delante de la verja. Obedeciendo a un impulso más poderoso que su voluntad, corrió literalmente Sara al encuentro del paseante solitario. —;¡ Blake |—gritó. —Blake — era él —se detuvo y estrechó la mano que le tendía la joven. No advirtió Sara que aquella mano que por unos momentos retuvo la suya, temblaba casi convulsivamente. No lo advirtió por la sencilla razón de que toda ella temblaba, a impulsos de una emoción que no podía dominar. Después de un silencio embarazoso, em El Proyector Portátil Holmes Es Un Proyector Profesional Reducido a Tamaño Portátil Funcionará Con Cualquier Voltage desde ` 6 a 110 Voltios 108 Vatios a 1000 Vatí>s Necesitamos Agentes INC. NUEVA YORK pezó a hablar Blake, . AE Aquella voz suya, de ordinario iara ydominante, salía ahora de su garganta ronca ia alterada, desconocida. T iba la fiesta.. f —¿Por qué no entré pull al fin articu— lar Sara. La obscuridad encubría, misericordiosa, el arrebol vivísimo que bañaba sus me. jillas. : —Me aburren estas fiestas — murmuró A Blake. —A mí también—exclamó Sara. —Ahí, todo es artificio... mentira—prosiguió él; y al decir esto escrutó, ansioso, el rostro adorable de la argentina—. Excepto usted, bien entendido, añadió tras una pausa: —Por eso vine al jardín, . Y Sara miró frente a su director. roe —«¿Por qué?—preguntó él. Y su voz se tornó más ronca. Sentía un ;nudoen la g garganta. Y ansias de huir.. iE Sara se volvió audaz. j E Toda la luz que había en aquella alma diá fana subió a sus ojos magos, en una llamarada intensa de amor. s —Me cansé de esa farsa...—murmuró—y vine en busca de algo... algo que echa de menos mi corazón. . : Pero no pudo terminar la frase. ; Vióse suspendida en el aire, apretujada, a la par que unos labios ansiosos buscaban los suyos. Y Sara comprendió, estremecida de felicidad, que había realizado su ambición más. cara. ¡Hallar un Hombre en el Tablado de los 3 Arlequines! [jm FIN > PÁGINA 238 . SM ER O el