Cine-mundial (1923)

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CINE-MUNDIAL De izquierda a derecha y empezando como deben empezarse todas las cosas — por el principio — tenemos Fred Fulton, mastodonte de 220 libras de músculo y factor de importancia entre los boxeadores de peso completo; Charles McKenna, 175 libras y antiguo campeón entre los aficionados, que luchará con Carlos Scaglia, argentino y protegido de Firpo; Jack McAuliffe II (en el centro), que se las entenderá con el propio Firpo; en la fila de abajo Carlos Scaglia y Jack Renault, antiguo “sparring partner" de Dempsey y pugilista de mucho peligro, a juzgar por las dificultades con que tropieza para obtener contratos. Todos estos ciudadanos se han dado cita para el 12 de este mes, en que discutirán asuntos diverscs bajo los auspicios de Tex Rickard. Se reunirán en el *Yankee Stadium" de Nueva York, con capacidad para cerca de 100,000 personas, y en su oportunidad comunicaremos a los lectores quienes de ellos aducen argumentos más convincentes. Este “copione” venía a ser una especie de memorial explicando el argumento de la cinta, y un perito en la materia se encargó de hacerlo. Después de muchas visitas y conciliábulos, el Comité de Censura vió la película y le puso la “Nulla Osta”, pero no sin antes decretar innümeros cortes para no ofender las susceptibilidades de los elementos radicales opuestos a las doctrinas belicosas del libro de Blasco. * * * Las cosas así y todo ya listo para el estreno, Benito Mussolini entra por las puertas de Roma, atiza al desgaire un puntapié al Congreso y asume el poder sin más explicaciones. En seguida un individuo de mala catadura, y que parecía haberse ganado cuantas medallas se han rifado en el mundo, estuvo a ver a Chandler en el hotel y le manifestó en tono descompuesto que iba a recibir un disgusto muy serio si se atrevía a exhibir el fotodrama antes de que lo viera “Il Capo Facista". —¡Pero si tengo el “copione” y la “nulla osta? y todo está ya arreglado! —4No hay “copione” ni “nulla osta” que valga! — respondió hecho un basilisco el sujeto de las medallas.— Bisogna farlo vedere un 'oltra volta! * * * Los facistas hicieron que se volviera a insertar en la copia todos los trozos quitados por el antiguo Comité de Censura y que se agregaran además diversas vistas glorificando la guerra y, sobre todo, la parte que los italianos tomaron en ella. Convertido en el fotodrama del Facismo, la obra de Blasco Ibáñez (¡quién se lo diría a él en su época de republicano radical allá en Valencia!) tuvo un éxito fenomenal. * * * Muchas otras cosas nos contó Chandler sobre los métodos que emplean Mussolini y sus secuaces para hacerse respetar, pero no gastaremos papel en relatarlas porque la prensa diaria ya se ha ocupado de eso. Cuanto más leemos «sobre el dictador italiano y mejor conocemos sus hazafias, más nos convencemos de que su régimen de gobierno se asemeja mucho al adoptado, para uso particular, por un joven de la raza que se hizo ciudadano americano y floreció en Nueva York hace doce o quince años, cuando la ciudad estaba “abierta” y en cada esquina había una casa de juego u otra índole. El joven aludido era un factotum en la política de cierto barrio del Eastside, pero las actividades que en realidad le producían andaban íntimamente ligadas con la trata de blancas, cuyo negocio alegaba él que no podía desarrollarse con la debida propiedad si el elemento explotado no era objeto de periódicas y sistemáticas palizas. —> PÁGINA 276 fiit