Cine-mundial (1923)

LAS CUATRO EDADES (Masters of Men) “Vitagraph"—2000 metros Intérpretes: Cullen Landis, Alice Calhoun, Wanda Hawley y Earle Williams. Argumento de Morgan Robertson y dirección de David Smith. Argumento Dick Halpin es acusado de robo por el hermano de Mabel Arthur a quien ama. Para salvar de la humillación a la joven, Dick acepta la culpabilidad del delito, se aleja y se engancha como marinero en la escuadra norteamericana. Hasta largas semanas después — cuando Dick y su teniente Breen han sido secuestrados a bordo de un barco velero —no se entera Dick de que Mabel ha averiguado la verdad, pero antes de que la reconciliación pueda efectuarse, Dick y Breen regresan a su buque de guerra y toman parte en la batalla de Santiago (de la guerra hispano-americana). Arthur, que también está en la marina, muere en brazos de Dick. La cinta termina con el casamiento de Dick y Mabel, e incidentalmente con el de Breen y la mejor amiga de Mabel. Una de las películas mejor dirigidas, entre las que ha hecho esta casa productora en lo que llevamos del año. Adaptada de una novela que gustó mucho aquí, la cinta en cuestión tiene escenas de grandes pretensiones y está hecha a todo lujo. De la interpretación, lo que vale la pena mencionar de preferencia es el trabajo de Cullen Landis, sin que eso quiera decir que sus colaboradores no merezcan también justificado aplauso. La producción de que se trata ha tenido un éxito enorme en los Estados Unidos. — Reilly. OROPEL (Brass) “Warner Brothers” —2500 metros Intérpretes: Irene Rich, Monte Blue, Marie Prevost, Harry Myers, Frank Keenan, Helen Ferguson, Miss Dupont, Cyril Chadwick, Margaret Seddon, Pat O'Malley, Edward Jobson, Vera Lewis, Harvey Clark y Gertrude Bennett. Adaptación de la novela de Charles G. Norris, por Julien Josephson. Dirección de Sidney Franklin. Argumento Felipe y Marjorie se casan. Él, muy serio, muy grave, entregado a los negocios y a la manufacLura del dinero e incapaz de echar una cana al aire. Ella, locuaz, alegre y hasta un poco ligera de cascos. Resultado: un divorcio. Existe la complicación de que hay una criatura, que, al efectuarse la separación, queda al cuidado del padre. Para que no falte atención a la minúscula personita, Felipe contrata a una nodriza, o aya, que, según era de temer, se enamora del papá, más sumergido que nunca en los negocios para curar la cicatriz de su desengaño conyugal. Con el tiempo, sin embargo, el aya y él se entienden, o van a entenderse. Pero Marjorie — que se ha vuelto a casar y a divorciar — descubre súbitamente que “a Felipe es al único que ha amado en su vida” y regresa a reconciliarse con él. El aya, para no estorbar, se marcha con criatura y todo. Pero Felipe, a su vez, descubre que “nunca ha querido a Marjorie” Reseñas criticas de las últimas producciones a cargo de nuestros propios redactores, Ariza, Guaitsel y Reilly y espera confado a que el aya vuelva a su hogar a darle el corazón y la dicha. Quizá se deba a que Irene Rich es una delicia de actriz, o a que los intérpretes son todos de primera línea, o a que los soplos iniciales de la primavera me pusieron condescendiente, pero, sea como fuere, estoy de acuerdo con la crítica neoyorquina y declaro que ésta es una magnífica película. No tiene nada de vulgar, ni en el tema, ni en la presentación, ni en la actuación, ni en la fotografía. Cada detalle está muy por encima de la generalidad. El director, sobre todo, merece calurosas felicitaciones, no sólo por la manera con que delineó y dió fuerza a los personajes, sino por la maestría de que hizo alarde al tratar las situaciones escabrosas sin ofender ni la verosimilitud ni la decencia. — Guaitsel. EL HOMBRE. MOSCA (Safety Last) "Pathé"— 2100 metros Intérprete principal: Harold Lloyd. Colaboradores: Mildred Davis, Bill Strother, Noah Young y W. B. Clark. Argumento de Hal Roach, Sam Taylor y Tim Whelan. Dirección de Fred Newmayer y Sam Taylor. Argumento Harold va a la ciudad a hacer fortuna, pero sólo obtiene un mísero empleo como dependiente en una tienda. Su novia, no obstante, cree firmemente, por culpa de las embusteras cartas que él le escribe, que tiene un puesto morrocotudo y muy bien pagado y decide ir a reunirse con el joven, a fin de casarse cuanto antes. Para ganar mil pesos ofrecidos por la tienda en que trabaja al que dé reclamo al establecimiento, Harold induce a un amigo suyo a que haga de “hombre-mosca” y suba por la fachada del edificio, que es elevadísimo. Pero, a última hora, las cosas se echan a perder y Harold tiene que hacer el ascenso en lugar del otro. Después de una serie de desgracias sin cuento, llega a la azotea... donde lo aguarda Mildred. De un humorismo norteamericano típico y con el sello del intérprete patente en toda la producción, esta comedia de Harold Lloyd es, sin duda, mejor que las dos precedentes, a pesar de que posee mayor metraje que cualquiera otra del mismo género. Esta longitud no quita interés a la cinta, gracias a los detalles pantomimescos — sin ser inverosímiles — que en ella abundan. Hasta su empresa como “hombre-mosca” parece real, porque todo lo que le ocurre puede muy bien suceder en la vida cotidiana... de Nueva York. Reconozcámosle, pues, este mérito especial, que poquísimas comedias tienen, aparte de los demás de interpretación, dirección y fotografía. Por otra parte, “El Hombre-Mosca" puede envanecerse de la posesión — rara en estos tiempos, hasta cuando se trata de fotodramas — de un argumento, con su trama, su desarrollo lógico, su desenlace y todo lo demás. Cuenta, asimismo, con novedades cómi Esta escena tendenciosa pertenece a la película “Almas en Venta”, de “Goldwyn”. primir el entendimiento para aclarar que el que está por los suelos (Lew Cody) trata de regatear con Eleanor Boardman el precio del alma quc se le está saliendo del cuerpo. No se necesita ex Mayo, 1923 MM PÁGINA 282 EM 1