Cine-mundial (1923)

As diae p hwe hay otras. Por ejemplo, tenemos la música española. .. ; 5 —i Alto ahí, mi amigo! Yo soy español, de buena cepa, de sangre limpia, más patriota que Pelayo, y si no fuí héroe del dos de Mayo es porque me hallaba ausente de Madrid, de España, de Europa y del mundo, como se lo demostraré en otra ocasión. Digo esto para que conste que soy más español que la cueva de Covadonga y que la cumbre del Moncayo. Pues bien, a pesar de eso, o por eso mismo, no admito que se me hable de la música española. En España no hay música, ni músicos, ni quien sepa lo que es música, pues no considero que sea tal cosa el guruguruguruguru ad libitum, completa= mente gitano, fondo de toda la por mal nom— bre llamada música española, la que no tiene tono, ni expresión, ni color, ni alma; ni nada de eso con que se hace el ruido menos ingrato. Los españoles sabemos matar to b E eiles de digerir, que no saben mal; fabricar vimos generosos que saben bastante bien; pe— ro en eso de música... Don Primitivo no pudo terminar la frase. — Calló de repente; se incorporó en el sillón; — le chispearon los ojos, primero, y después le — salieron llamas por los párpados; quedó boquiabierto; a poco empezó a moverse rítmicamente; se levantó; se puso en actitud de bailar, imitando con los dedos las castañuelas... Una persona de mi familia había puesto en el fonógrafo el disco de “La Maja de Goya", y don Primitivo sintió que le batían — la sangre en las venas hasta hacer espuma, — que en los oídos le repicaban campanillas de — plata y cascabeles de oro; que la atmósfera — £rascendía a jardines del Guadalquivir, y a Manzanilla, y a Jerez de la Frontera; y que se oía el fru-frú del mantón de Manila y — el roce de la ligera falda, y que veía el on= dulante serpenteo del cuerpo de la maja, y que lo abrasaban los efluvios magnéticos de los negros ojos de la sevillana, y que lo — arrastraban al repiqueteo de las insinuantes eastafuelas; y no pudo contenerse, acentuó la música con sonoras palmadas y bailó, bai— ló, bailó, y, al terminar la pieza, exclamó con toda la fuerza de sus pulmones, con toda la convicción de su cerebro, con todo el entusiasmo de su alma: T —=¡ Esta es música!... ¡Olé!... gViva tu j madre! INTERPRETES DE POCAS LIBRAS (Viene de la página 327) E to y la emoción que los intérpretes de corta edad causan en los públicos aficionados E al cine... Como muchos se empeñan en creer que es la precocidad infantil la que abre las rejas de oro del cine, son los niños y sobre todo las niñas precoces las que abundan como candidatos a intérpretes de películas. Pero, pre €isamente por su precocidad, pronto llegan a la época en que, sin ser bebés ya y sin haber llegado a la nubilidad, se quedan sin "trabajo. Ese es el caso de las niñas Lee, = por ejemplo, que, verdaderamente precoces, haee mucho tiempo que no encuentran contratos. Lo mismo puede decirse de Gertrude — Messinger (de las comedias de Johnnie Jones, de Pathé) y que tiene, en un cuerpeCito de niña, una cabeza expresiva de mujer. — Los que verdaderamente triunfan en la |J escena son los que, grandes o chicos, tienen el don de la naturalidad. Ese don es el que — poseen en grado sumo los chiquillos que no b UNIO, 1923 < — ros, confeccionar guisos complicados y difí CINE-MUNDIAL Después del Match No hay nada más agradable, despues del desafío, que un baño de ducha, seguido del empleo abundante de Polvos de Talco. Yo siempre uso para despues del baño el afamado Talco Boratado de Mennen con el mismo entusiasmo que para rasurarme empleo la Crema Mennen para Afeitar. Siempre tengo ambos, tanto en casa como en el Country Club. Puedo agregar además que, he ensayado todos y, decididamente, "para mí, Mennen.” Ae ana NOTA: Para jugadores de tennis. Cuando la atmósfera está húmeda o cuando la raqueta se moje, un poco de Talco Mennen sobre las cuerdas de la misma evitara que se rompan. NWWAWNWWAWWWWATWVWWAWAWVWW ` T EETA ARRIN WWWWWWWWWWWYWWAWWWAWYWYWM Ne ANY QUIN W oa a'a "a a'a a a a a a'a o a e a a o a a n n n a a IÓN ; s" s Em Pa > 2 Pal s s s £ : Pa | a" Con pocos centavos por hora Paga Usted un Centenar de Sirvientes Eléctricos. 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