Cine-mundial (1923)

Arriba, a Ja derecha, varios de los portaestandartes del grupo de fascistas alemanes que hicieron hace poco una gran manifestación pública. En sus banderas quieren hacer predominar los signos del elemento antisemita, pues se han declarado enemigos acérrimos de los judíos. — Las bailarinas, de izquierda a derecha, son Lisa Kresse, intérprete de “Die Frau auf der Schildkrote” (La Mujer sobre la Tortuga), Louise Bracher, Claire Bauroff y Johanna Frost. del público berlinés, pero se marchan del país obligadas por la crisis económica... a buscar dinero a otra parte. Irán a parar dentro de poco a los teatros de los países de habla española, que ejercen gran atracción sobre los alemanes derrotados y CINE-MUNDIAL S ERA "mvaTUIVETIT nn IXTeUrtpSEPVATET SEN P nmn nn" ANO 11 syaa UNE: EETA humillados de esta época. Todas ellas habían estado haciendo las delicias wérrtrécd Xni Ix bird aera EAN AERIS capa abro, ECO Huerfana de Arte, Alemania se Dedica al Fascismo está apurando la hiel de la pobreza a grandes tragos. Puesto que el mercado no produce, hasta los artistas están abandonando el país en busca de laureles de oro. Poco a poco se van yendo las figuras sobresalientes en todas las actividades artísticas, y el público, que va quedándose huérfano, une su protesta y su alarma a la de la prensa, que es general. La ópera está perdiendo sus más brillantes tenores y sopranos y ahora comienza la retirada de las bailarinas de danzas exóticas, que alzan el vuelo hacia países donde el dinero tenga valor práctico. En un mismo día firmaron contrato seis de las más populares bailarinas alemanas y austriacas que van por largas temporadas a Espafia, Suiza, Francia e Italia. Entre estas exponentes del baile exótico sobresalen Johanna Frost, Louise Bracher, Claire Bauroff, Annie Gerzer y Lisa Kresse, cuyas fotografías en actitudes características acompañan estas líneas: Todas se han hecho más o menos famosas o, si queréis, notorias, en la Europa Central; pero sus sueldos se pagan en marcos alemanes y, aunque por lo visto no necesitan mucha indumentaria para el ejercicio de su fascinadora profesión, el valor actual del marco no les permite el lujo de un traje nuevo muy a menudo. El marco tiene algo que ver con la escasez de sus vestidos. E EEE La sensación reinante en el mundo cinematográfico alemán es una película llamada “Steinbach”. Acabo de asistir a una exhibición que duró dos horas largas y de ver có JULIO LIZ N s peor que ser pobre. Y Alemania Cantantes, actores y bailarinas, abrumados por la crisis económica que pesa sobre el pais, lo abandonan en busca de oro.— Atrevida cirujia de la pantalla.—El bisturi como mentida fuente de juventud.— Aunque Prusia haya olvidado aparentamente el militarismo, éste florece en el resto de la nacióu.—Los fascistas alemanes resultan radicales de la peor especie. (De nuestro corresponsal especial, W. Stephen Bush) mo las multitudes hacen fila para esperar las tandas desde que abre el teatro las puertas hasta que se cierran tarde en la noche. Esta película, que sería inevitablemente prohibida en otros países y cuya presentación en público no permitieron las autoridades checoeslovaquias, trata de probar por medio de una serie de vistas intercaladas entre largos títulos dilucidadores, que es absolutamente posible cambiar el sexo de los animales por medio de operaciones quirúrgicas. Steinbach, conocido científico vienense, continúa en la película sus investigaciones pasando de los animales a la anatomía humana y trata de probar cómo, por medio de ciertas operaciones atrevidas, él y sus discípulos han logrado rejuvenecer a muchos ancianos que han llegado a olvidar completamente las flaquezas de la senectud y malogrado el avance debilitador de los años. No me explico cómo es que las autoridades locales han permitido la exhibición, no sólo en público, sino ante audiencias mixtas compuestas en gran parte de adolescentes. La espeluznante operación a que se somete en la película a un hombre, es por sí sola suficiente para que la prohiban en cualquier país fuera de Alemania. Pero hay además la agravante de una serie de nauseabundas masas de ratas, curieles, etc., acompañadas de insoportables demostraciones anatómicas. La idea principal — las posibilidades de demorar los efectos de la senectud — está magistralmente presentada en sucesión cuasi dramática y su exhibición a un público escogido estaría apropiada y sería tal vez muy. instructiva. Justo es anotar que durante la exhibición el püblico se mantuvo en admirable actitud decorosa bajo circunstancias que a veces parecían cargadas de escándalo. Ej ES 05 Curioso es para el observador el caleidoscopio político-social que muestra Alemania. Mientras en el norte la idea del militarismo pasa al olvido, las gentes del sur están de nuevo siendo presa del espíritu nacionalista agresivo. Hace dos días vi una parada de los Fascistas alemanes, que parecía una horda salvaje que marchaba sin saber a dónde. Casi todos son veteranos de la ültima guerra. Y una simple mirada superficial nos da la impresión de que han sido hechos para la guerra destructiva. Estas gentes no tienen en reserva remedio alguno para los males económicos que acosan al país y su programa (Continúa en la página 423) > PáciNA 402