Cine-mundial (1923)

Estrenase en Barcelona una Opereta de Origen Singular €6 A MONTERIA" es, hoy por hoy, la l nota más saliente de los espectáculos de Barcelona. Es una de esas obras que alcanzan aquí y en Madrid un sinnümero de representaciones, y después, en un trasatlántico, emigran a América y recorren desde la Patagonia al Canadá, llenando de pesetas los bolsillos de sus afortunados autores. "La Montería" es una opereta. Una opereta bien hecha, con un libro muy interesante y una partitura fácil, alegre, de esas que se pegan al oído y acaparan los gramófonos. ¡Como que ya hay un sin fin de placas impresionadas y las diferentes marcas se hacen una competencia catastrófica! Ramos Martín, autor del libro, ya muy conocido en el teatro por sus anteriores producciones, todas ellas afortunadas, y Jacinto Guerrero, autor de la música, han hecho un negocio redondo. Por cierto que se cuenta en los corrillos teatrales, y hasta se ha publicado en algunos periódicos, una anécdota curiosa referente a la forma en que fué escrita esta opereta. Un día le presentaron a Ramos Martín al maestro Guerrero. Ramos Martín no le conocía ni de oídas. No recordaba nada acerca de él, ningún éxito, ni siquiera uno de esos éxitos relámpagos que se propagan una noche en las tertulias literarias de los cafés de Madrid y al día siguiente nadie se acuerda de ellos. Nada, absolutamente nada. En estas condiciones, y pasados unos días, Guerrero, que por lo visto tenía muchas ganas de soltar la pluma en algo que valiese la pena, le propuso a Ramos Martín que le hiciese el libro de una opereta. Ramos Martín le dijo que sí, como quien se sacude un moscardón importuno, y no volvió a pensar más en el asunto. Pero no contaba con la tenacidad del músico. El cual, agarrándose a la palabra que el escritor había soltado, se convirtió en la sombra de Ramos Martín. Y nació la amistad. Un día, en un café, Guerrero cogió por su cuenta al comediógrafo: y le hizo, quieras que no, explicarle el argumento de la nueva Arriba: Señoritas de la ciudad condal, la iglesia, la tradicional mantilla espafiola. — La inaugu ración de las escuelas al aire libre en Barcelona estuvo caracterizada por el Abajo: grupo italiano de la carrera de que fué el victorioso en estas pruebas del campeonato de Cataluña. — En la ceremonia del Primer Congreso Español de Ultramar, que se inauguró en la ciudad condal, un grupo de congresistas durante la recepción en el Ayuntamiento de Sabadell, Junio, 1923 < Una escena de la Semana Santa en Barcelona. luciendo, a la salida de entusiasmo de la chiquillería. — “cross-country” CINE-MUNDIAL El argumento de “La Monteria” fue arrancado casi a la fuerza al autor por el músico Jacinto Guerrero. — Ahora los dos estan ganando dinero a porrillo. — Otras ocurrencias de la farándula barcelonesa. — Los cines siguen repletos y las peliculas alemanas son las que más abundan, pues hay poco material americano. — La huelga toreril. (De nuestro representante general Eduardo Solá) L——————————— obra. Se vió Ramos Martín comprometido, y allí mismo inventó una serie de escenas, que hilvanó rápidamente, con esa habilidad de los que escriben mucho para el teatro. A Guerrero le gustó aquel esbozo de argumento, y le preguntó: —¿Y el título? ¿Has pensado el título? No. Ramos Martín no había pensado el título, como no había pensado tampoco la obra. Se decidió a inventarlo. En una pared había un cuadro que representaba un momento de una cacería. Ramos Martín se volvió al músico, después de mirar atentamente el cuadro, y le dijo: —Creo que te gustará... “La Montería”. A Guerrero le pareció de perlas el título. Pero transcurrieron meses y meses después de aquella conversación, y Ramos Martín no daba señales de vida. Por fin, atosigado por el músico, escribió el libro, con un nuevo argumento, pero siempre a base del título “La Montería”, que ya se había hecho conocer lo bastante para no aprovecharse de él. Esa es la historia pintoresca de esa obra estrenada en el Tívoli, que en ciertos momentos tiene una música deliciosamente frívola y en otros vuelve por los fueros de la antigua zarzuela grande, de rancio abolengo español. Es verdad que Jacinto Guerrero ha hecho sudar tinta al dramaturgo. Pero hay que agradecérselo. Esto le ha permitido revelarse como un músico de rica inspiración, que sólo es taba esperando un momento propicio para demostrarnos lo mucho que vale. C Es mm La compañía del teatro Reina Victoria, de Madrid, está actuando en el Principal Palace. Es un buen conjunto, donde abundan las mujeres guapas y las voces bien timbradas. Presentan las obras con fastuosidad y esto es un elemento capitalísimo en el repertorio que nos dan a conocer: operetas extranjeras, la mayoría, con vistas al vodevil, pero no al vodevil de brocha gorda que nos sirven à menudo en el Paralelo. Hay que reconocer que las lindas tiples de la compafiía se saben desvestir como las de París que -7 actuaban en el mismo escenario. Y esto es una nueva “gloria” que los españoles podemos apuntarnos en nuestro haber. Pepe Moncayo, que figura al frente de la “troupe”, no hace ya reír ni a los acomodadores. Es lástima, porque en otros tiempos fué un excelente caricato. Está viejo y los años le han hecho apayasarse lamentablemente, Julio Vallmitjana estrenó en el Romea su obra *A la costa brava", a que aludíamos en nuestra crónica anterior. Es una obra, como todas las de VET jana, de recia fibra y de un alto valor emocional. Los personajes están pintados de mano maestra, adivinándose en ellos los modelos del natural, y la acción se va desenvolviendo con tan perfecta técnica en todas las escenas, que el público permanece pendiente de ella, siguiendo con interés el desarrollo del asunto. Indudablemente *A la costa brava" quedará como algo sólido en la dramática catalana. Otras compañías andan por estos teatros, pero nada digno de mención podemos anotar, ya que muchas de ellas se dedican a reponer obras antiguas, con lo que van salvando el negocio. Los estrenos del Poliorama son muy endebles y casi no vale la pena el hablar de ellos. Son obritas de las que ahora se estilan en Madrid, a base de astracán, y la verdad, estamos hasta la coronilla de este teatro. S ou s A. todo esto, los cines se llenan diariamen(Continúa. en la página 424) : > PáciNA 406