Cine-mundial (1923)

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E Minneapolis acaba de celebrarse un con curso para descubrir quién es, a juicio del bello sexo de la localidad, el más apuesto y formidable “jeque” de la pantalla. (Conviene advertir que desde el advenimiento de los asuntos árabes y turcos, la palabra “jeque” significa algo así como amante frenético en el argot cinematográfico.) Ante la sorpresa general, el mejicano Ramón Novarro ganó por gran mayoría de votos a todos sus competidores, incluso al inquietante Valentino. * * * Quisiéramos decir algo sobre el intérprete de *Sangre y Arena". Fuera y dentro de los Estados Unidos se le ha admirado mucho, sus películas han rendido enormes beneficios y hubo momentos en que su popularidad no tenía paralelo, pero, quizá por eso mismo, ningün cómico ha sido ridiculizado tanto por la prensa que se ha empeñado en pintarlo como hombre vanidoso y tonto de capirote por añadidura. Todo lo cual, como muchas de las cosas que se repiten por ahí y el público cree a pie juntillas, carece de fundamento y constituye una gran injusticia para Valentino, que es inteligente, modestísimo, muy simpático, un verdadero actorazo y con un tesón como se encuentran pocos en las tablas, pues ha tenido que luchar contra la Paramount, el “Zar” Will Hays y todos los grandes productores combinados, prefiriendo retirarse de la panatlla cuando era el artista más discutido del mundo antes que doblegarse. ESPUES de muchas peripecias, el “Le viatan” ya anda en servicio entre este país y Europa. Este es aquel “Vaterland” orgullo de los alemanes; el barco mayor, más cómodo y más lujoso del mundo. * * * La prensa de aquí se entusiasma ante la *obra magna" realizada por los Estados Unidos al restaurar el buque al comercio trasatlántico, y todo el mundo está de acuerdo en que las reformas y reparaciones hechas constituyen un prodigio de ingeniería. Por supuesto, nadie cita a los técnicos teutones que construyeron la nave ni recuerda que resultó una especie de elefante blanco en manos de nuestros genios mecánicos, que ni acertaban a entenderla ni supieron qué hacer con ella durante tres años largos. * * * F. H. Gibbs, jefe de la casa Gibbs Brothers, encargada de la rehabilitación, ha echado un par de jarros de agua fría sobre el coro de encomios y bombos mutuos. que nos estaba atronando los oídos. Al entregar el buque al gobierno dijo “que los norteamericanos eran capaces de realizar obras estupendas con el mínimum de conocimientos". Mientras sus paisanos digerían la frase, sin saber si se trataba de un piropo o un insulto. manifestó que los alemanes no habían SEPTIEMBRE, 1923 <— — via rr hecho destrozo alguno en el “Vaterland” al romperse las hostilidades, derrumbando así otra de las leyendas propagadas por aquel célebre Comité de Información Pública. Este segundo aserto de Mr. Gibbs hizo necesario que retirasen de la circulación los quince mil ejemplares impresos de un folleto, publicado bajo auspicios oficiales, en el que se explicaban minuciosamente innúmeras tropelías realizadas por los alemanes para inutilizar el barco. * * * Probablemente no quisieron perder el tiempo averiando las máquinas, como hubiera sido su deber, seguros de que el trasatlántico iba a convertirse en un jeroglífico para nuestros amigos del norte — mientras durase la guerra por lo menos. L Sr. Tozzo, italiano, y su esposa, de la 44 misma nacionalidad, resolvieron dar una fiesta en Nueva York al cumplirse los cuarenta años de su casamiento. Ambos frisaban ya en los sesenta y pico. Invitaron a sus hijos y nietos, y la reunión fué un éxito completo: en paz y concordia se comió, bebió y rió de lo lindo. A eso de la una de la madrugada cada cual marchóse a casa para que los viejos, cansados pero satisfechos, pudieran retirarse. Nadie conoce el origen de lo que luego sucedió, pero, al forzar la puerta de la alcoba al día siguiente, se encontraron ante un espectáculo horroroso. El marido tenía la garganta cercenada de un lado a otro, dos o tres balas en el cuerpo y múltiples lesiones en la cabeza: la mujer también había sido alcanzada varias veces por arma de fuego y aparecía con el pecho y la cabeza mutilados por enormes heridas. Por el suelo había un revólver y una pistola: al lado de la mujer se veía una navaja de afeitar; el marido aún empuñaba un hacha de carnicero. Por el aspecto del cuarto y los golpes da-: dos, los técnicos policíacos aseguran que debieron haber estado peleando por lo menos media hora. * * * ¿Habrá algo en la teoría de Coue? El farmacéutico francés sostiene que en cada uno de nosotros hay dos seres: uno consciente y otro inconsciente. El primero es activo, ra BOSE IEEE MINUM eec mL TP. 528 VOCE AE RITO ERE EE ciocinador, versátil, incrédulo, olvidadizo; el segundo es pasivo por lo regular y obra por | instinto: lo cree todo y no olvida nada. Es` te segundo ser, que es el que Coue pretende utilizar para sus curas, deja de ser pasivo y se apodera del cuerpo mientras dormimos | o cuando por cualquier causa cesa de fun| cionar el primero. Por ejemplo: bajo el éter durante una operación, en la embriaguez alcohólica o de drogas, en casos de demencia, de ciertas lesiones, etc. | ; E Conocemos casos de boxeadores que han. luchado nueve y hasta quince minutos sin | conocimiento, en un trance completo; y nosotros mismos pudimos comprobar esta parte de la teoría en cierta ocasión, años ha, cuando otro sujeto que iba desafiado con nosotros | para pelear en Central Park nos arreó — B mientras andábamos embobados pensando dónde le daríamos la primera trompada — un solemne panoplazo en la cabeza y vinimos a despertar en la Comisaría, donde un agente de la autoridad nos acusaba a ambos. de haberrios sorprendido enredados a puñetazo limpio. US. * * * Es casi seguro que en el fondo de las almas del italiano y su mujer había odio. A. cuántos tratamos y sonreímos y a veces hasta queremos, o creemos querer, y, sin embar3 go, allá en lo hondo hay algo que repele, alm go en constante acecho, algo capaz de todo! Quizás bajo la influencia del alcohol los guardianes conscientes se alejaran dejando en posesión a los otros, y en seguida vino la tragedia. | L Sr. M. González Ibarra, que desde hace | años viene representando en Nueva York PP a la Liberty Film Company de Cuba, acaba M de entablar pleito -contra el “omnipotente” Will Hays, a quien se propone extraerle nada menos que cincuenta mil dólares por concepto de daños y perjuicios. Según Gonzá lez, Hays lo acusó de haber cometido varios actos ilegales sin otro objeto que el de congraciarse con los productores y obtener publicidad a su costa. * * * El reclamo se ha convertido aquí en una " enfermedad. Todo el mundo tiene la vist fija en los periódicos y se cometen locuras y se hacen tonterías sin límite con tal d verse en letras de molde. Poco sabemos ace i ca del lío entre González y Hays, pero el-he cho nos recuerda un caso reciente que pa| rece inverosímil. Un comerciante judío se echó a la calle gritando: ¡Me han robad ¡Se han llevado cuanto había en la tiend ¡Socorro! ¡Auxilio! Efectivamente, acud un gendarme, y, como pronta evidencia, ase i tó un par de garrotazos al pobre hebreo quam lo dejó baldado. El caso fué a parar a l tribunales, donde se averiguó después que € polizonte se había figurado que los gritos del D