Cine-mundial (1923)

X E CINE-MUNDIAL ‘La Gran Via” a lo Vivo en la Capital de Argentina 7 . . ODOS Vds. recuerdan la escena de la vieja zarzuela española, “La Gran Vía”, en que se canta aquello de: “Yo soy el rata primero y yo el segundo y yo...”, en el coro de las ratas que se van largando de la ratonera. Bueno, en vez de ser tres, han sido catorce cárcel de la Capital. ye VIEMBRE, 1923 < Be arriba a abajo, a la izquierda: el “91” gran campeón de raza bovina pues aquí lo hemos actualizado ahora, con un aditamento, que ;y en lugar de que ocurra en un escenario, ha sucedido en la Los pobrecitos presos, que no habían cometido más delitos que despanzurrar a alguno que otro mortal o hecho tal cual expropiación forzosa en lo s bienes ajenos o lanzado alguna insignificante bomba, con sus despreciables víctimas y todo, se tomaron la molestia inconcebible de excavar un túnel de 50 metros de largo y 60 centímetros de diámetro que, comenzando en un cuarto de baño, cruzó por debajo del murallón exterior y fué a salir, a poco más de un metro de su base, a la ansiada — sí que también peligrosa — libertad, previa corrida por el jardín circundante y salto de la verja limítrofe con la calle. : A no haber comenzado a dar voces unas mujeres que lo vieron — era a las seis de la tarde — el penal se queda vacío y los pájaros, de más o menos cuenta, vuelan todos y dejan prisioneros únicamente a las autoridades del correccional con su guardia y todo. En construir tal obra maestra tardaron más de cuatro meses y los empleados de la Penitenciaría... ¡en la luna! El primero en salir fué el anarquista Silveira, que ya es la segunda vez que lo hace, y tiene poco más de veinte afios de edad y algunos más de pena. Después de muchos días han vuelto a caer cuatro, muertos de hambre, que casi han ido a pedir de comer a la policía. Los demás... buenos, gracias. ER OMO todos los años, la Sociedad Rural Argentina celebró su Concurso-Exposición y como siempre se presentaron magníficos ejemplares en toda la fauna ganaderil. Daba gusto ver aquellos toros y vacas, ovejas, cabras, caballos y cerdos que habían sido seleccionados con todo esmero y cuidados con afán. Muestra patente de la riqueza nacional. que hoy, por causas aun no bien sabidas, son una pobreza, sin que sea paradoja. Ya en crónicas anteriores dije que hace pocos meses se llegaron a vender las vacas, con cría y todo, a cinco pesos. Claro está que no eran las de la exposición, ya que el campeón de la Shorthorn (machos) fué subastado en $50,000. La culpa de la depreciación que ha tenido el ganado vacuno se atribuye al “trust” formado por los frigoríficos, que pagan lo que quieren y han causado la ruína de muchos. EEES L partido socialista y sus representantes en el Congreso Municipal, consecuentes siempre con su idea de que “el pueblo se ilustre”, tuvieron una “genial” idea: la de colocar bibliotecas públicas, y por tanto populares, en los paseos y jardines de la Capital. A tal fin un día de tibio sol invernal inauguraron la primera de dichas bibliotecas en el Jardín Botánico. Se pronunciaron discursos, se sacaron fotografías y los periódicos manejaron, a discreción, el incensario. ¡Llegábamos a culminaciones culturales! Al día siguiente, la decoración cambia de aspecto. El modesto cajón con estantes y pretensiones de biblioteca... se hallaba completamente vacío... ¡La que se armó! y según cuentan las crónicas, el comercio de libros sufrió un gran quebranto en sus precios. Decididamente estamos aún lejos de las (Continúa en la página 684) mud echando la palada dé tierra en la fiesta del Arbol. riba y senior campeón. (Expositor, Carlos A. Brown) que fué vendido en $50,000 y que es de raza “Shorthorn”. — El “1316”, gran campeón y campeón de dos años (Expositor, Pedro Estanguet) de raza “Aberdeen Angus”. — El “1134” gran campeón y senior campeón de raza Hereford, expuesto por Leonardo Pereyra. — Salida por la calle Juncal del túnel iniciado en la Penitenciaría Nacional, por donde se escaparon catorce penados. — El Presidente de la República saludando a los jugadores del equipo argentino de rugby durante su partida con los extranjeros. — Los capitanes los equipos argentino e italiano de futbol antes del match. — En medio: El Dr. Libreton, la derecha: el “1892”, campeón de raza “Shire” (expositor, Alfredo Drabbl y Hnos.) — El “1751” campeón de raza árabe (expositor, Alfonso Ayerza). — Brete 2, campeón de raza Lincoln (expositor, Indalecio Mendiberry). — El intendente municipal, Sr. Noél dando el puntapié inicial en el partido de futbol entre italianos y argentinos. — Biblioteca al aire libre en el Jardín Botánico, saqueada al día siguiente de su inauguración. — El Dr. Alvear, Primer Magistrado de la Nación, ministro de Agricultura, planta el gajo del pino de San Lorenzo. — A —— > PácrNA 673 D