Cine-mundial (1923)

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CINE-MUNDIAL El Colmo de la Sencillez en la “Toilette” Con permiso de la Sección de Modas, este traje de noche que luce Mae Murray en su última producción para “Metro”, titulada “La Muñequita Francesa”, es un modelo de economía en la tela. Breve, ceñido y ligerísimo, sólo tiene un inconveniente: si se encoje, queda la dama a, los cuatro vientos. lo que se ganaba y lo que se gastaba, porque los sueldos de los obreros han subido bien poco relativamente, y los de los oficinistas continúan en statu quo ante, como dicen los diplomáticos. HR CER Ee Lo peor del caso es que la guerra aquella no lleva trazas de terminar. En una u otra forma los beligerantes de antaño siguen luchando, y todos — agresores, agredidos e inocentes espectadores — sufriendo, a pesar de las notas de Hughes, que dan la idea de que este país ha vuelto a convertirse en colonia inglesa, de los proyectos de Baldwyn y las pomposas amenazas de Curzon, y de las oraciones fúnebres de Poincaré, que, por lo visto, ha resuelto pasar el resto de su vida echando discursos por los cementerios de Francia. Mientras tanto, la madeja cada vez se enreda más y en la mayor parte del mundo el que no está muriéndose de hambre puede darse por satisfecho. Y a la vez que las grandes naciones “civilizadas” saltan de un atolladero para caer en otro, los turcos, como de costumbre, parecen ser los únicos que han logrado liquidar sus cuentas bélicas saliéndose con la suya. L boxeador chileno Luis Vicentini, cuyo retrato publicamos 'en el número pasado, ` hizo buena impresión la otra noche en el Ma DICIEMBRE, 1923 < dison Square Garden. Su físico denota poder y resistencia, maneja bien los dos brazos, sabe protegerse, es ligero, no se apresura y dispara una trompada muy respetable con la derecha. Luchó con un muchacho de la localidad llamado Barney Keely y el juez Gallaher — el mismo que intervino en el altercado Firpo-Dempsey — tuvo que parar las hostilidades al iniciarse el tercer período en evitación de contratiempos desagradables, pues aunque el americano no había perdido el conocimiento por completo, ya estaba viendo estrellas y oyendo el dulce trinar de imaginarios pajaritos. > ES Según mis noticias, Tex Rickard se ha interesado en Vicentini y en breve lo pondrá con un boxeador de mayor cartel, en pelea semi-final. Para que se enteren los legos en la materia, explicaré que en estos espectáculos a mayor jerarquía, más tarde se entra en el ring y, naturalmente, los “ases” son los últimos en hacer acto de presencia. E Como su tocayo Firpo, tiene Vicentini el defecto de no rematar con la celeridad debida. En esto se distinguen los dos pugilistas sudamericanos de los dos filipinos que andan por aquí. Cuando Pancho Villa o Elino Flores echan cuesta abajo a un adversario, la función termina con una rapidez de relámpago. ¡Qué serenidad salvaje y qué certeza en el ataque! Firpo, por el contrario, pierde la mar de tiempo y desperdicia innúmeros golpes cuando trata de acabar con un contrincante, y a eso obedece que muchos de ellos hayan parado en el hospital con lesiones graves. Los golpes secos de Dempsey, dados con un movimiento análogo al que produce el chasquido de la fusta, son mucho más efectivos y menos peligrosos, ya que quitan el sentido instantáneamente y el derrotado anda como si tal cosa a la media hora, mientras que Firpo se pasa a veces un par de “rounds” machacando al pobre diablo que tiene enfrente hasta que por fin lo derriba hecho papilla. Esto no quiere decir que Vicentini revele tan poca soltura como Firpo, porque, a la verdad, no hay comparación entre ellos en lo que toca a conocimientos del oficio. El chileno es un buen boxeador y necesitará ser algo excepcional para llegar a la cumbre en su clase, ya que hay una diferencia enoree entre estos muchachos de peso ligero y los mastodontes de 190 libras para arriba, que por lo general tienen que pedir permiso a una pierna para mover la otra. L viejo Stokes anda otra vez ante los tribunales, y, como de costumbre, por cuestion de faldas. Ahora acusa a su mujer de adulterio, y ella lo acusa a él de muchas otras cosas — impublicables en su mayoría. Hace quince años y pico, cuando vine por primera vez a este país, ya este individuo era un sesentón, ya estaba en líos judiciales y también era por asuntos de mujeres. En aquella época acababan de dispararle varios tiros dos muchachas, que el juzgado absolvió y se dedicaron luego con regular éxito al teatro. Stokes es un millonario dueño por herencia de magníficos edificios, entre los que se destaca el Hotel Ansonia, uno de los más lujosos en esta metrópoli. E 0k 00K Las escenas en el Juzgado parecen sacadas de una ópera bufa. Alrededor de ambos cónyuges se mueven los jurisconsultos más célebres de Nueva York y un verdadero escuadrón de detectives, entre ellos varias damas de color bastante subido cuyo aspecto . me abstendré de calificar y que están allí pagadas por el viejo Stokes. Y hay que ver la actitud cínica del “marido ultrajado”, que desde el principio del juicio se plantó en la coronilla un gorrito negro para evitar, supongo yo, que se le enfríe aquella calva impúdica. Eom m . Tendrán o no razón los bolcheviques, pero es indudable que deja mucho que desear la sociedad donde se toleran-las andanzas de un tipo como éste, que, mientras otros pasan fatigas sin número para existir, no hace más que derrochar dinero y promover escándalos indecorosos a cada paso. I antiguo amigo Sol Lesser, que a pesar de que aun no había cumplido treinta años ya era un “magnate” cuando esta revista comenzó a publicarse, acaba de contratar a Baby Peggy y, con este motivo, la prensa diaria nos ha espetado mültiples artículos en primera plana para comentar el salario de un millón de dólares anuales que cobrará la chiquilla y su ambición a convertirse en dactilógrafa cuando sea mujer. Todo lo cual es una solemne tontería, porque ni a Baby Peggy le gustan las máquinas de escribir, ni hay cristo que le pague un millón de dólares, ni Lesser se ha enredado nunca con semejante suma. Es más: a juzgar por lo que yo veo y oigo, así como por los -> PÁGINA 720 T a