Cine-mundial (1925)

Record Details:

Something wrong or inaccurate about this page? Let us Know!

Thanks for helping us continually improve the quality of the Lantern search engine for all of our users! We have millions of scanned pages, so user reports are incredibly helpful for us to identify places where we can improve and update the metadata.

Please describe the issue below, and click "Submit" to send your comments to our team! If you'd prefer, you can also send us an email to mhdl@commarts.wisc.edu with your comments.




We use Optical Character Recognition (OCR) during our scanning and processing workflow to make the content of each page searchable. You can view the automatically generated text below as well as copy and paste individual pieces of text to quote in your own work.

Text recognition is never 100% accurate. Many parts of the scanned page may not be reflected in the OCR text output, including: images, page layout, certain fonts or handwriting.

CINE-MUNDIAL f D 7! || i M i j yl UE E Jl ji | MM Conserve El Lustre De Sus Muebles No hay necesidad de que muebles finos se vean viejos y sin lustre. Un poco de Aceite TRESEN-UNO, mantendrá el brillo de sus muebles indefinidamente, dándoles un aspecto nuevo y Íresco. TRES-EN-UNO quita el empañado y restaura el brillo original. Suciedad, grasa, huellas de los dedos y rayadas desaparecen como por encanto. Exprima el agua de un lienzo mojado, rocíe sobre él unas cuantas gotas de TRES-EN-UNO, y páselo suavemente en dirección del hilo de la madera, después frótese con un lienzo seco. El lustroso aspecto de muebles nuevos volverá al instante. Use TRES-EN-UNO para limpiar o dar brillo a toda superficie de madera. También úselo para pisos de parquet o linóleo. Hay cientos de diferentes usos que se pueden dar al Aceite TRES-EN-UNO para lubrificar, limpiar o evitar la herrumbre. De venta en ferreterías, armerías, farmacias y bazares, en frascos de tres tamaños, y en acei tera manuable. au \ THREE-IN-ONE OIL COMPANY 130 William St., Nueva York, E. U. A. Forais a Paya I maua NECESITAMOS AGENTES ACTIVOS. MPIA Y LUST Ia LUBRIFICA MÁQUINAS DE ESCRIBIR, BICICLETAS, ESCOPETAS, MÁQUIMAS DE COSER. FOMÓGMASOS, MAVAJAS DE AFEITAR Y ASEMTADORES. rismesso ros u THATE im Ont On COMPANY. maA A AA GRATIS: — Pida un frasquito de muestra, así como un Diccionario de usos, ambos son Gratis. hy A EA Mad AM A 2 Mi E MM Paa AULAS DE EGA Y PARO, PALOS OE GOLF, CAAMETES DE CAÑAS DE PESCAR PATMES, MERRAAENTAS, CTE. STUD VAUAQUENII VIJAJ JO STRAY SODI110J1D A vASILUJO JO “SIVIISOM SOLUIANYASHI VAYA Xx iaa LENTUI OE MPAA ICA OL OPTICA, CTE ENERO, 1925 cionar “souvenirs”, no comprados, sino obtenidos por cada una de ellas, no le hayan arrancado los botones de la ropa, no le hayan desgarrado el traje, no lo hayan dejado calvo, y arrancando las uñas, confiando en que por su calidad de sér encantado y encantador, protegido de las hadas, recuperará todo lo perdido y en un abrir y cerrar de ojos quedará listo para nueva poda. Mi joven interlocutor se sonrió al oir mis razonamientos. Sacó la cigarrera de oro, tomó otro cigarrillo, lo sacudió golpeando un extremo después del otro sobre la uña del pulgar izquierdo, volvió a pedirme las cerillas, encendió el cigarrillo, se guardó la cerillera como si fuese suya, por mera distracción, se puso en pie; me miró moviendo negativamente la cabeza, y con acento melancólico que contrastaba con el un tanto colérico que acababa de usar, me dijo: —Tiene Vd. razón desde el punto de vista teórico, pero yo la tengo desde el punto de vista de la verdad inexorable. Ah, créame Vd. el Príncipe de Gales exclama veinticuatro veces al día, por lo menos: ¡“Quién pudiera no ser Príncipe”!... A mi vez me puse en pie, para despedirme de mi interlocutor, e insinué, sin dar importancia a las palabras: —Si el Príncipe de Gales no fuese príncipe ¿qué sería? El joven pareció quedar sorprendido de tan inesperada interrogación. Reflexionó breve rato, maquinalmente sacudió la ceniza de su cigarrillo, y murmuró, como hablando consigo mismo: —¿Qué sería? ... Nada ni nadie... Dió dos fumadas al cigarrillo, levantó los hombros y prosiguió: —¡Bah!... ¿A qué preocuparse de lo que no es ni de lo que no puede dejar de ser? Esa frase le ganó toda mi estimación. Me descubrí para contestarle su saludo de despedida, diciéndole respetuosamente: | —Dios guarde al Príncipe de Gales. Se volvió, me saludó y siguió su camino. A PROPOSITO DE BARBAS Y VERRUGAS (Viene de la página 13) preguntó Hermida, cuya curiosidad no se sacia nunca, apenas llegué a la redacción, huído como los toros mansurrones. Y, lo más serio que pude, contesté echando chispas por los lentes: —A un cobrador de la Compañía de Gas. Con alguien había yo de desquitarme, LAS BANDERAS NUEVAS (Viene de la página 15) en las paredes de las anunciadoras. Sonia ha hecho como el anunciador que pega sobre el cartel rojo el franjeado de azul, de blanco y de negro, revolviéndolo todo. Es el suyo un arte sugerido, que desconcierta y atrae a un tiempo mismo. A la túnica de un solo color que siempre tiene algo de túnica casi nazarena' o franciscana; a las adornadas con franjas monótonas; a los motivos que en los otros tejidos se repiten; opone Sonia estas telas en donde los colores son numerosos y los dibujos tan arbitrarios que huyen a las miradas y hacen imposible la comparación, Yo los admiro como bandera más característica de esta época de desconcierto y de locura; de altas aspiraciones y grandes sacrificios; de cubismo y de jazz-band. PÁGINA 42