Cine-mundial (1925)

Record Details:

Something wrong or inaccurate about this page? Let us Know!

Thanks for helping us continually improve the quality of the Lantern search engine for all of our users! We have millions of scanned pages, so user reports are incredibly helpful for us to identify places where we can improve and update the metadata.

Please describe the issue below, and click "Submit" to send your comments to our team! If you'd prefer, you can also send us an email to mhdl@commarts.wisc.edu with your comments.




We use Optical Character Recognition (OCR) during our scanning and processing workflow to make the content of each page searchable. You can view the automatically generated text below as well as copy and paste individual pieces of text to quote in your own work.

Text recognition is never 100% accurate. Many parts of the scanned page may not be reflected in the OCR text output, including: images, page layout, certain fonts or handwriting.

gesticulaciones del actor. Yo, muy sinceramente, depuse mi actitud de reserva; reí Como jamás había reído, como posiblemente no volveré a reir, hasta sentirme enfermo. Cuando terminó su labor —la escena se repitió varias veces, y en cada una Chaplin logró nuevos detalles geniales — se unió a mí, con una amabilidad sincera de viejo amigo en consulta; comentó detalles y me expuso el nuevo derrotero que se propone seguir: Chaplin trata de demostrar que sin el viejo bombín, sin el traje amplio y sucio, sin sus enormes zapatos, sin su inseparable bejuco y sin sus saltos de epiléptico, puede seguir reinando entre sus adeptos y lograr nuevas conquistas. Y ahora lo está demostrando plenamente, cuando de actor maravilloso y genialmente espontáneo, se ha transformado en director magnífico, hasta el punto de que la primera “film” presentada a la crítica bajo su dirección lo ha colocado de golpe en primera categoría, igualando y aun superando a los que por ahora tienen las credenciales más limpias y mejor conquistadas, La chispa que dió vida a “Una Mujér de París” bullía hace años en el cerebro de Charles Spencer Chaplin. Desde que vino a los Estados Unidos con la compañía de Carno, hace ya catorce años; desde cuando tristemente, con esa misma expresión de clowngenio que siempre le hemos conocido, hacía el papel de beodo en “Una Noche en un Music Hall”. Y la ambición de llegar a ser un día famoso, aclamado, debe haber turbado muchas veces su sueño de fatiga. Fué hasta su arribo a Los Angeles, en donde ya Mack Sennett luchaba por sostener sus incipientes estudios de Glendale, cuando nació en el cerebro de Charlie la chispa del Cine. Había obtenido tantos triunfos con su caracterización única; se habían hecho tan notables su bigotillo corto, sus amplios pantalones, y su bastón articulado, que no vaciló en creer que en la pantalla su figura grotesca produciría el mismo efecto de sana hilaridad. Me figuro que cuando por primera vez entró en un taller, debe haber pensado ya en el éxito de su primer tragedia, la tragedia de una vida, vulgar como ella, y como ella llena de pinceladas tremendas, que van formando poco a poco el drama de la Humanidad... Mack Sennett acogió a Chaplin bajo su bandera artística, y lo puso a trabajar. Al principio, como en todos los casos de éxito mundial, la actuación de Charlie fué un fracaso completo; se sentía otro; le faltaba dominio de sí mismo... algo había que le cortaba las alas... Pronto resolvió el problema. Se le dirigía, se le obligaba a hacer esto o aquello, que no sentía, y eso daba al traste con su arte. El de Chaplin es un arte de libertad, un arte de inventiva, y dentro de los conocimientos más o menos limitados de un director cualquiera, su alma creadora se sentía dolorosamente aprisionada. Entonces pidió una oportunidad a Mack Sennett, que le fué concedida, y de ella nació la chispa que más tarde se había de agrandar hasta tomar proporciones de incendio. La trompa de la fama empezó a extender su nombre por el mundo, y a los seis años producía “The Kid”, a la que la crítica consideró una obra maestra. Había terminado el errar de Chaplin por los escenarios del mundo. La fortuna le había sonreído, y ya era rico. Una madre, enagenada, arrastrando la tragedia de una vida rota, esperaba los cuidados del hijo en la Ciudad Luz. Y el alma de Charles Chaplin, una alma incomprensible, buena cuando quiere, se fué al lado de la que le había dado el ser. El primer dinero ganado Mavo, 1925 CINE-MUNDIAL “Cómo la Forma de mi Nariz Retardó mi Popularidad” por Grace Sterling Yo era una “plantada”. tenía dificultad en danzar con el más excéntrico “parejo”. Pertenecía a una familia distinguida y mi educación, que incluyó la más rigurosa etiqueta, me capacitaba para la vida social. Viajé mucho y podía sostener inteligentemente conversaciones sobre muchos temas. Gozaba de gran popularidad entre mis amigas. Sin embargo, rara vez me invitaban los jóvenes de nuestro círculo social a los bailes o al teatro. Cuando iba a una fiestecita o un baile; sufría el martirio de verme despreciada. Siempre me dejaron los jóvenes “plantada”. Finalmente, comencé a analizarme. Poseía todas las cualidades que tienden a hacer popular a una e inspiran a los jóvenes el deseo de nuestra compañía. Frente a mi espejo prolongué mi análisis y un día quedé convencida de lo que hace mucho sospechaba: era la forma de mi nariz, mi nariz de pronunciado corte romo, enteramente respingada cuando se miraba de perfil. Hablé a mi madre. Ella lo sabía. Costó muchos ruegos hacerla confesar que ella sabía que era mi nariz la que me privaba de la popularidad que ansía toda joven; por qué me despreciaban en los bailes y nunca se me invitaba a las excelentes fiestas que a menudo hacían la alegría de mis numerosos conocidos. Por fin una tarde en que iba yo de compras me hallé con Marie Hamilton, una de mis condiscípulas en la escuela de etiqueta. Marie visitaba la ciudad en viaje de compras, pues preparaba su trosseau y a pesar de su desaliño después de una jira por todas las tiendas, ¡cuán bella estaba! Ella fué la que me reconoció al pasar. Marie era en el colegio un “patito feo” y sin embargo cuando nos encontramos poseía una belleza envidiable. En el curso de nuestra charla me confió el secreto de su actual belleza. Mi corazón latía con creciente ansia a medida que iba obligando a mi amiga a darme más y más detalles. Marie había hecho cambiar la forma de su nariz, la había corregido, — más bien parecía haber cambiado la nariz, la había hecho toda nueva, y ¡cuán hermosa, qué bella era ahora aquella nariz! ¡Ese cambio había decidido su fortuna! Sin duda había de ser mi salvación. “¿Cómo lo hiciste?” pregunté, con una ansiedad que no podía enmascarar. Y ella me dijo que M. Trilety, un especialista de Binghamton, Nueva York, había corregido la forma de su nariz — y en la intimidad de su hogar. Pedí informes al especialista y los recibí completos inmediatamente. El tratamiento era tan sencillo, el coste tan moderado, que decidí tomarlo en seguida. Y así lo hice. A penas podía esperar para comenzar el tratamiento ~ne llegó en pocos días. Para terminar mi historia: en cinco semanas la forma de mi nariz quedó corregida. ¡Cuán maravilloso ha. sido! Naturalmente, fueron necesarios unos dos meses antes de que todos los miembros de nuestro círculo social conocieran a la nueva Grace durante los varios bailes y soirés de la temporada; pero hoy día la vida es para i Bailaba bien y no mí una interminable procesión de placer. Tanta felicidad la debo a M. Trilety. Es necesario prestar atención a nuestra apariencia personal si queremos tener éxito en la vida. Se debe ser “lo mejor parecido posible” en todas ocasiones. El aparato de M. Trilety para Corregir Narices, “Trados? Modelo No. 25 mejorado, Patentado en E. U., es el Corregidor de Narices más meritorio de la época. Sus 16 años de práctica en el perfeccionamiento de estos aparatos han probado que M. Trilety ofrece a los infortunados poseedores de narices desperfectas, una sensacional oportunidad para embellecer su Apariencia Personal. Su más reciente modelo tiene tantas cualidades superiores que sobrepasa en alto grado a todos los aparatos ajustadores y corregidores de narices que se han conocido. Este nuevo modelo tiene todos los requisitos que puedan exigirse. Los ajustes son sencillos y está hecho de tal forma que se ajusta a cualquier nariz, sin excepción. El aparato está hecho de metal liviano, es firme, y puede ajustarse con exactitud en cualquier posición deseada. Puede obtenerse con él la presión exacta necesaria para corregir las distintas deformidades nasales, tal como: narices puntiagudas, largas, chatas, respingada, torcida o quebrada y, además modulará las fosas nasales dilatadas o anchas. No hay que tirar de cuerdas para hacer presión sobre el órgano nasal. El Modelo No. 25 está forrado de gamuza fina en la parte interior, de manera que no hay contacto directo del aparato con la nariz y así este metal forrado hace presión uniforme y moderada sobre las partes de la nariz que han de corregirse, evitando completamente toda presión molesta en todas las partes del órgano nasal. El Modelo No. 25 lleva consigo una garantía, y corrige toda clase de narices de formas defectuosas sin operación, rápida, segura, cómoda y permanentemente. Se usa de noche y, por lo tanto, no interfiere en sus labores cotidianas. Modelo No. 25 Junior para Niños Si quiere Ud. tener una nariz de forma perfecta, corte el cupón, escriba en él con claridad su nombre y dirección y envíelo a M. Trilety, Binghamton, New York, E.U.A. y recibirá el folleto gratis que le dirá a Ud. cómo corregir narices defectuosas. M. TRILETY, | 787 Ackerman Bldg., Binghampton, N. Y., E. U. A. Muy Sr. mío: Sírvase enviarme, sin compromiso alguno de mi parte, su folleto que explica la forma de corregir narices de. fectuosas. A ÓN PÁGINA, 291