Cine-mundial (1925)

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CINE-MUNDIAL | EN LA HABANA. NO PASA NADA. Nuestro representante general, Eduardo A. | Quiñones, al comentar este sosiego propicio | a las siestas, le echa la culpa al calor y se ' sienta a tomar el fresco y a esperar tiempos | mejores, es decir, menos tórridos. Con esto y con algunas reflexiones muy oportunas | acerca del particular y atinadas alusiones a | los espectáculos habaneros, su crónica, aparte | de amena, resulta extraordinaria. Jueces de las pruebas de natación en el Havana Yacht Club. PAE Los vencedores de las compe| tencias de na| tación organi| zadas por el | Havana Yacht | Club. | oc En el círculo, el homenaje a Zenea en La Cabaña, en el aniversario de su muerte.—Escena de las pruebas acuáticas en el Havana Yacht Club y a la izquierda, otro instante de las mismas fiestas de natación, donde puede verse el público que acu dió a presenciarlas. El Delegado de la Cruz Roja, inau gurando la partida de futbol de la Copa de la Reina Victoria. A N la Habana no pasa absolutamente nada. Esta es la pura verdad. Hay promesas, indicios, vagos vislumbres de que ocurrirá algo, y bueno; de que los alimentos se abaratarán, los alquileres descenderán de las nubes, donde por ahora se encuentran para castigo nuestro, y los negocios adquirirán auge, pero mientras nos lleguen todas esas bienandanzas, es lo cierto que no ocurre cosa alguna digna de mención. Todo aquí está en calma, menos el calor, que está alborotado. Es este un calor achicharrante; calor de penitencia. Y a pesar de ello no hay hervores: las pasiones no salen a la superficie, los ánimos permanecen tranquilos y hasta la política, eterna revuélvelo todo, permanece tan quietecita, que dá gusto. Y esta tranquilidad y este sosiego envuelve al país y penetra por dondequiera. Hay que ver las buenas siestas que pueden echar, tras el mostrador, los pacientes empleados de comercio. El exceso de calor por un lado y la falta de clientes por otro son dos causas que invitan, indudablemente, al sueño. ¡Lástima que el temor al “qué dirán” les obligue a permanecer firmes y a restregarse con fuerza los ojos para evitar el dulce pla Miembros de la Junta Nacional de Maternidad e Infancia, que fueron a presentar sus respetos al Jefe del Es| tado. | cer de cerrarlos! | A buen seguro que esta calma, que hoy nos abruma, tendrá su fin. Todo lo tiene Tripuiación del yate cubano que va a competir a las regatas in en esta vida, menos las aspiraciones de los ternacionales de los Estados Unidos y, arriba, el yate mismo políticos. ¿Políticos dije? “¡Guarda, Pablo, en momentos de ser embarcado. z NOVIEMBRE, 1925 PÁGINA 660 A A A