Cine-mundial (1926)

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CUEN TOS CINE-MUNDIAL VERIDICOS Contiuamos recibiendo material abundante para estas novísimas columnas, —lo cual prueba que la idea ha sido bien acogida por lectores y autores— y seguimos ofreciendo cinco pesos por cada uno de los relatos que se pu bliquen. No estará mal insistir en que no queremos literatura más o menos buena, sino sinceridad: historietas cortas (mientras más cortas mejor), pero vividas e interesantes: No devolvemos los originales. Tras de Cornudo, Apaleado POSTARIA 100 contra 1, al que no tenga en la placa fotográfica de su memoria, algún episodio chusco de la mejor asignatura en la Escuela de la vida: en el amor. Ya aparecen como moscas desveladas en mi cabeza, las aborrecidas canas, y ahí me tienen Vds. tan enamorado como en los inolvidables años de la juventud; empedernido, sí, a pesar del sin número de mis fracasos amorosos. Veamos una muestrecita: Las auras floridas de la pintoresca Jalapa, (Veracruz) arrullaron los dulces ensueños de mis 22 abriles, allá por el año de 1900, completándose mi orgullosa satisfacción con el donaire y hermosura de las hijas de esa población serrana. Mi posibilidad me hacía presumir de “Lagartijo”, (fifí) o pisaverde y ya entonces figuraba en el consabido catálogo, la novia número diez: una rubia simpática y esbelta, ==, POR ho f que me adoraba, deslizándose nuestros amores en santa paz. Siempre he sido devoto, y en esa época concurríamos al templo con más asiduidad mi novia y yo. Una tarde celebrábase en la Catedral el Oficio del Rosario, y entre los fieles estábamos ambos cerca uno del otro. A mi vera se encontraba una beata que mascullaba las oraciones entre dormida y despierta, cuando de pronto, y en los momentos preciosos de la meditación, se le escapó un formidable ruido intestinal, y sin inmutarse lo más mínimo, volviéndose hacia mí toda iracunda, me dijo con voz destemplada: ¡Eso no se hace en el Templo! i Corrido y avergonzado por el inaudito desplante de la vieja, dejé más que de prisa el sagrado recinto. Esperé pacientemente en el atrio la salida de mi novia, y al acercarme a ella para acompañarla, me detuvo diciéndome con dureza: “Retírese Ud.; ¡no quiero tener relaciones con un sacrílego !” Inútiles fueron mis ruegos posteriores para calmar su enojo; y contando después lo acaecido a mis familiares y amigos, todo fué mofa y carcajadas a granel, quedando al fin sin novia y en ridículo, por culpa de la malévola Junio, 1926 beata a quien jamás había visto en mi vida... Pero aquí me tienen como siempre, repitiendo a menudo aquel cantar: Me gustan todas, Me gustan todas en general; Octavio B. Cervantes. Terror Progresivo OCO antes de lo que yo creía que era la una de la madrugada del 18 de noviembre del año próximo pasado, salí del Club, con el fin de tomar el último tren que sale a esa hora para la Colonia donde vivo en esta capital yucateca; pero con gran sorpresa al llegar al cruce de los trenes, ví esfumarse el último entre la llovizna, y a gran velocidad desapareció en breve. Hacía un tiempo de los mil diablos. El viento silbaba furiosamente entre los árboles que se inclinaban crugientes y una pertinaz y fina llovizna, helada, hería mi rostro. Con la resignación necesaria, pues no había ningún vehículo a esas horas, opté por pegarme lo más posible a la pared y acariciando mi revólver en el bolsillo del impermeable me dirigí a buen paso a mi casa, situada poco menos de dos kilómetros del centro. Durante el camino, hasta llegar al principio de la avenida Colón, no encontré a nadie más que un perro que se empeñó en seguirme enredándoseme entre las piernas; pero al llegar al final de la calle, me dí de manos a boca con un individuo que con voz agitada me dijo: “¡No vaya por la Avenida, amigo...! ¡He visto algo que cuelga de un roble y puede llevarse un susto..! ¡Es algo horrible, créalo!” Sentí un flaqueo de piernas, pues a decir verdad, no soy muy valiente. Un dolorcillo de estómago, frío en la médula y calor en la cabeza me hicieron volver sobre mis pasos, hasta llegar a la direc (Continúa en la página 403) Cremas MELBA Para la Cara E? asombrosa la cantidad de mugre que la Crema Melba para Limpiar el Cutis (Melba Cleansing Cream) quita de la cara y del cuello. Aun después de lavarse Ud. con jabón y agua, notará que la toalla con que se quita la crema también se ensucia. Muchas mujeres poseedoras de cutis bello han renunciado al empleo de jabón y agua para lavarse la cara, porque saben que la Crema Melba para Limpiar el Cutis limpia mejor, con más suavidad, y deja el cutis mucho más blando. El cutis limpio y saludable respira: La Crema Melba para Limpiarle ayuda a respirar. El brillo y el endurecimiento del cutis de la cara desaparecen con la Crema Invisible de Melba (Melba Greasless Vanishing Cream), que no tiene grasa. El empleo de esta suave crema hace que el polvo se adhiera uniformemente y evita que se note en aparente exceso. Su aplicación previene los efectos del sol quemante y del viento frio. Protege el cutis contra el polvo y la mugre que obstruyen los poros y son causa frecuente de las espinillas y los poros distendidos. MELBA MFG. COMPANY 4237 INDIANA AVE. CHICAGO, ILL. E. U. A. PÁGINA 401