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revista mensual ilustrada, con oficina de redacción y ad
ación] Ea '516 Fifth Avenue, Nueva York. Publicada por la CASA
PDITORTAL DE CHALMERS, empresa fondada por J. F. Chalmers, Presi
dente; A. J, Chalmers, Vice-Presidente; J. P. Chalmers, Sr., Vice-Presidente ;
E. J. Chalmers, Secretario y Tesorero; todos con despacho | en la dirección antes citada. Director: F. GARCIA ORTE EGA
El Eterno Tema
MES? la campaña de los elementos anti-prohibicionistas, aunque por ahora no hay, á nuestro juicio, probabilidad ni de pequeñas modificaciones.
*k *x *
Por ciertas comarcas de los Estados Unidos se celebraron durante las últimas elecciones parciales distintos plebiscitos, o referendums, como aquí les llaman, destinados a poner de nuevo la Prohibición sobre el tapete y eliminar algunos de los reglamentos en vigor sobre la manufactura y venta de bebidas alcohólicas.
Los “mojados ` ganaron en aquellos Estados siempre opuestos á la ley, y en los otros J y ni siquiera se discutió oficialmente el asunto.
Los ‘‘secos’ se han abstenido de votar en todas partes. Al menos, eso dicen ellos.
Sea como fuere, conviene no tomar muy en serio los vítores de los grandes diarios neo
yorkinos. A la gran ciudad le gusta beber, y su prensa, naturalmente, se hace eco de esa debilidad.
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La guerra contra las bebidas alcohólicas tenía antiguamente por lema diversos preceptos religiosos o de inmoralidad que invocaban las organizaciones clericales.
Esa gente no acostumbra a cambiar y continúa con las mismas ideas, pero no bastaría su influencia, aunque es muy grande, para retener la ley en los estatutos nacionales.
Hoy su pujanza estriba en los millones de mujeres y hombres de treinta a cincuenta años que en otro tiempo bebieron en demasía, y que en muchos casos han sufrido enfermedades con las operaciones que en este país son de rigor en cuanto se desarregla el estómago, los intestinos o cualquiera de esos órganos cuya importancia venimos a reconocer cuando duelen, y que miran al alcohol con recelo y hasta pánico.
En esa masa, aterrorizada por las consecuencias de sus excesos y por la opinión médica, está la fuerza de la ley.
Que no se abolirá hasta que pasen a mejor vida los borrachos de otra época y empiecen a buscarle los tres pies al gato los incautos de la nueva generación.
ENERO, 1927 PÁGINA 9