Cine-mundial (1927)

Record Details:

Something wrong or inaccurate about this page? Let us Know!

Thanks for helping us continually improve the quality of the Lantern search engine for all of our users! We have millions of scanned pages, so user reports are incredibly helpful for us to identify places where we can improve and update the metadata.

Please describe the issue below, and click "Submit" to send your comments to our team! If you'd prefer, you can also send us an email to mhdl@commarts.wisc.edu with your comments.




We use Optical Character Recognition (OCR) during our scanning and processing workflow to make the content of each page searchable. You can view the automatically generated text below as well as copy and paste individual pieces of text to quote in your own work.

Text recognition is never 100% accurate. Many parts of the scanned page may not be reflected in the OCR text output, including: images, page layout, certain fonts or handwriting.

CINE-MUNDIAL LA SINFONTA A> TEE G Lor EN, ven conmigo y gocemos juntos de la placidez de esta noche de otoño, cuya tiniebla azul se estremece con las palpitaciones lumínicas de las estrellas. Contemplemos, que contemplar es orar. Oremos que la oración del filósofo es su acercamiento a la divinidad. Mi augusto maestro Camilo Flammarión exclamó una noche ante la bóveda estrellada, con su noble acento inspirado: —*“¡Qué harmonía, qué paz en ese universo! ¿Cómo dejar de creer que allí reina la felicidad, una felicidad hecha de amor ideal y de virtud superior?” Habló entonces el creyente espiritualista, no el filósofo astrónomo. No, no hay paz ni puede haberla en los tan poblados espacios de lo Infinito. Esa paz absoluta sería la muerte. Esa harmonía perpetua del acorde del amor ideal y de la virtud superior resultaría cacofónica. Allí existen la lucha en inconmensurables proporciones y nunca interrumpida perpetuidad; el amor en todas sus infinitas manifestaciones, desde la ternura sublime que nos lleva al sacrificio, hasta el odio que nos arrastra al crimen. Sí, el odio también es amor... un amor envenenado. El ardor de Sirio, la ansiedad de Andrómeda, el heroísmo de Perseo, el furor de Tauro, las hazañas de Hércules, el traidor aguijón de Escorpio, todo lo simbolizado por cada uno de esos soles que con su corte de planetas, a semejanza de colosales Laocoontes, se disuelven en nebulosas, ahogados por serpientes incontrastables; cada una de esas agrupaciones de innúmeras estrellas, que constituyen universos, así lo revelan. Bien conoces el fenómeno de la atracción y de la repulsión de nuestro sistema planetario, que obedece a una ley universal. Pues bien, la atracción no es más que amor que desea; la repulsión es la saciedad que rechaza. Para ver, oír y comprender lo que pasa en el universo de poco o nada sirven nuestros sentidos corporales, que son analíticos. Necesario es recurrir a la magnificación del alma, por medio del perfeccionamiento de los sentidos psíquicos, que son sintéticos. ¡El alma! he pronunciado la gran palabra. Me preguntas qué es el alma. Lo ignoro, al menos no lo puedo definir; pero la siento, constituye mi verdadero y único Yo. La siento en mí; la siento en el universo. Entre los hebreos y los ocultistas hay un concepto trino o tripartito de la psiquis de los griegos y el spiritu de los romanos. Los primeros usaban de la voz Nephesh papara significar: lo. la materia efectuada; 20. la fuerza efectuada; 30. el principio. Esta es la: parte inferior del sér humano; la que percibe el mundo físico. Usaban de la palabra Rouach para expresar: lo. lo cuantitativo; 20. lo exterior; 3o. lo cualitativo. Es la parte media del sér humano; el espíritu; la parte que percibe el mundo astral. Y empleaban la palabra NVeshamah para expresar el conocimiento. Es la parte supe OCTUBRE, 1927 Rafael d ei Zayas rior del sér humano la que percibe el mundo divino. ; Nosotros podemos ver los rayos visibles; pero sabemos que hay ultraradiaciones que el hombre no puede percibir por medio de su simple vista. Ahí están los rayos infrarojos y los ultravioletas, que son invisibles, pero que hemos logrado captarlos por receptores especiales. Así también hay ultrasonidos que son inaudibles, porque su vibración es muchísimo más rápida que la de los sonidos que nos son perceptibles. No oímos esos ultrasonidos porque nuestros órganos auditivos están atrofiados, ahogados por los fuertes ruidos del medio en que vivimos. Si estalla un trueno sobre nuestra cabeza, no oímos las harmonías de una orquesta que ejecuta a nuestro lado; si oímos la orquesta Enriquez cos fulgores de la luna, y el térrible incendio de los soles. Cada cuerpo celeste es un instrumento que tiene voz propia. Todos juntos producen una harmonía prestablecida. ` ¿Prestablecida por quién? Por el Sublime Maestro que todo lo prestableció. El universo está en perpetua gestación. Mueren los mundos y de sus cenizas nacen las nebulosas, que se dislocan en soles con su corte planetaria. Se oye la nota de angustia del moribundo; la marcha fúnebre del sepelio del cadáver, el himno del renacimiento; la marcha triunfal del máximo desenvolvimiento de la nueva creación. ¡Eterna metempsícosis! ¿Qué esas serán notas disonantes, confu 7 kd Dos antiguos conocidos. Gloria Swanson y Mack Sennett, que dió a ella el primer empleo cuando la actriz llegó a buscar trabajo en el cine, a California. Ahora siguen tan amigos, pero ¡cómo han cambiado los tiempos! no percibimos el ruido de la máquina de nuestro reloj de bolsa. Y sin embargo, existen y son sincrónicos en el momento indicado. . . es S A OES a Ns o No hay silencio absoluto, no puede haberlo, como no hay quietud absoluta. Todo vive, y, por lo tanto, se mueve y produce sonido. La luz canta, ríe, grita, impreca y llora. El firmamento nos lo demuestra con los sonrientes rayos de una estrella, los melancóli sión de sonidos y no una harmonía? ¡Error! Ahí tienes el cuarteto de Rigoletto. El Duque entona un canto de amorosa seducción; Magdalena gorjea al mismo tiempo alegre, cosquilleante canción provocadora; Gilda gime frases de dolor, vergüenza y desesperación; Rigoletto, con voz reconcentrada advierte a su hija que debe convencerse de que el Duque le había mentido, y en notas de desbordamiento de odio le dice que calle y que confíe en que él sabrá vengarla. Son cuatro temas distintos, opuestos, expresados (Continúa en la página 845) PÁGINA 804